ahora se desclavaba de la verga de don Cipriano y se la comenzaba a chupar con hambrienta calentura puesta en 4 patas, pero ahora invertida hacia la verga del hermano de don Pedro.
Este último que de vez en vez levantaba su ardiente mirada para ver cómo iba reaccionando la rubia colegiala, la observa mirando con sus ojos abiertos como platos como su amiga se daba a chuparle la verga a su hermano por lo que rápidamente abandono la panocha de Claudia para gatear y ponerse de tras de ella, y así ambos tendidos en aquella infame colchoneta, el perverso vejestorio se dio a la tarea de envilecer a la rubia con el exuberante cuerpazo que se gastaba su amiga del alma.
–Que me dices rubita, jejejeje, no es una verdadera putita tu amiguita…
El viejo quedo alucinando con el simpático piercing de cadenita que la rubita tenía en su ombligo, a la vez le decía eso ultimo punteándola con su verga en la espalda, en donde Claudia se la sentía a veces con los ojos cerrados imaginándosela en su mente e intentando adivinar la cantidad de centímetros que esta debía medir, para luego abrirlos y ver como su amiga ahora nuevamente gateaba por el catre y se ponía en 4 patas y en donde don Cipriano nuevamente se la ponía por el culo con ella recibiéndola con cara de degenerada, la confundida rubia pensaba que como su amiga podía actuar de esa forma tan infame en aquella escuálida cama, hasta lograr que ella misma no dijera nada ante las vergonzosas condiciones en que la tenían y que la animaban a hacer eso con cualquiera de los dos vejetes.
El viejo Pedro creyendo saber lo que estaba pasando por la cabecita de Claudia se dio a continuar acalorando la mente de la rubia,
–Quieres ver de lo que es capaz de hacer tu amiga una vez que se calienta!?, jejejeje…
Ante el silencio de Claudia ya que su vista estaba puesta fijamente en los furiosos empalamientos que nuevamente estaba recibiendo su amiga por el trasero mientras tenia hundida su cabeza en la colchoneta, el osado de don Pedro se movió rápidamente poniéndose de pie para ir acercándose al mismo camastro en donde se llevaba a cabo el segundo enculamiento de la colegiala, el corazón de Claudia latía a mil por la tremenda ansiedad de saber qué cosa se le había ocurrido a ese perverso hombre, ya que lo veía aproximarse peligrosamente al lugar donde se estaban beneficiando a Cielo Riveros, hasta que lo escucho rugir de lo que se le había ocurrido,
–Levántala pendejo…! se lo haremos entre los dos, jajajajaja…!!!
Mientras Cielo Riveros se mantenía sintiendo como aquella vergota se le deshacía deliciosamente una y otra vez al interior de sus intestinos fue cuando escucho la aguardentosa voz de don Pedro como le gruñía a su hermano de que la levantaran, y no siendo aun consciente de lo que ahora le iba a suceder, sintió los fuertes brazos de don Cipriano que los pasaba por debajo de los suyos para hacerla enderezarse y quedar con su espalda arqueada a la tremenda pansa que tenia este, para luego con espanto ver como un fiero don Pedro se ubicaba justo delante de ella con la verga que se ya casi se le reventaba de lo tan erecta que la tenía en aquellos momentos, mientras el viejo no paraba de jalársela.
Por su parte y al escuchar el semejante y desequilibrado requerimiento, una temblorosa mano de Claudia se comenzó a deslizar de sus caderas hacia una de sus tetas para ser ella misma quien se la comenzaba a sobar producto de la excitación que le producía estar viendo lo que solo a un metro de sus ojos le iba a suceder a su amiga que aun le estaban dando por el culo y la verga del viejo que la amenazaba por delante era tan grandota que por fuera llegaba hasta la misma altura del ombligo de Cielo Riveros.
La rubia estaba tendida de costado en el mugroso colchón y con su otra manita ya estaba haciendo círculos en su bajo vientre, y ya rozando sus primeros bellos púbicos, ni siquiera ella misma era consciente de que estaba a punto de comenzar a masturbarse viendo como su amiga iba a debutar por primera vez en su vida en una doble penetración.
Cuando Cielo Riveros ya fue consciente de lo que le iba a suceder, por primera vez en la noche desde que don Cipriano se lo había metido a la fuerza cayó en cuenta de lo abominable que era toda aquella situación, si bien había estado disfrutando como una cerda mientras el hermano de don Pedro la enculaba, ahora recién sentía lo impúdico que era todo aquello, mientras de reojo veía como su amiga estaba tendida desnuda a un lado de donde estaba ella y mirando todo lo que ella había estado haciendo y de lo que ahora le iban a hacer,
Cielo Riveros –Noooo don Pedrooooo por favorrrr eso nooooooo…!, le dijo mientras en su mente retumbaban las palabrotas del vejete: «Levántala pendejo… se lo haremos entre los dos… «, la chamaca mientras suplicaba esto último ahora sentía como don Cipriano le movía lentamente la verga adentro de su recto, en tanto don Pedro seguía dando instrucciones como si su vagina fuese un motor más de los juegos de la feria,
–Jajajajajaja… Cállate zorraaaaaa!!! y demuéstrale a tu amiga que te la puedes con dos vergas la mismo tiempo, jajajajaja!!!!, –Vamos separa un poco mas tus piernotas para que le dejes libre la entrada a mi vergaaaa, así podremos culear rico entre los tres, jajajaja…!!!!, le exclamaba el vejete siendo el mismo quien con sus peladas manazas se daba a separar sus rodillas una de la otra,
Cielo Riveros –-Nooo…! suéltemeeee…!! don Pedroooo que haceeeee…!!!??? suéltemeeee, le decía la chamaca que al estar inmovilizada y empalada por don Cipriano solo veía como aquel demonio de hombre la preparaba para ser el mismo quien se la metería por delante.
Cielo Riveros quien ya estaba un poco mas lucida sentía una vergüenza tremenda por lo que le iban a hacer delante de su amiga, intentaba con todas sus fuerzas zafarse del viejo que la tenia apuntalada por atrás, pero era casi imposible ya que ella no tenía ni el tercio de las fuerzas que tenía su oponente, y sabia que si don Pedro se le acomodaba por delante ya todo estaría perdido, y así fue, don Pedro ya estaba tomando ubicación para poder penetrarla por la vagina.
–Estas deliciosa putita, jejejejeje, fue lo primero que le dijo don Pedro mientras luego de haberla estudiado de cómo estaba de sudada la chamaca por el tremendo culion que le habían estado plantando, el vejete ya acomodaba su verga en la entrada vaginal de la nena.
Cielo Riveros sentía con lagrimas en los ojos las manazas de don Cipriano agarrarla de las tetas, mientras que este no paraba de mover su verga por detrás de ella, como a su vez ya sentía la otra verga ya lista para asaltarla por delante, la chamaca apenas pudo ubicar sus manitas en los resecos pellejos del pecho de don Pedro, y a sabiendas de lo que iba a suceder se dio a implorar para que aquello no sucediera,
Cielo Riveros –Por favorrrr…! ya noooooo…! ya noooooo…!!, me van a matar a vergasos me duele los ds huecos…. les pedía con voz quedita y mirando hacia el lugar en donde la degenerada de su amiga ya había comenzado a masturbarse exquisitamente a la espera de que a ella se la violaran por delante y por atrás.
–Jajajajaja…!!! claro que si pendejaaaaa… jajajajaja…!!! ya verás que te va a encantar y luego te volverás adicta a andar revolcándote con dos y hasta con tres tipos al mismo tiempo, jajajajaja…!!!!
–Jejejejeje, y vaya par de melones son los que se gasta esta putaaaa…!, estas sí que son tetasssss…!! jajajajajaja…!!!! reía don Cipriano detrás de ella, mientras no para de sobajeárselas al mismo tiempo que le movía su tranca sacándosela y metiéndosela lo más profundo que podía.
Cielo Riveros quien ya estaba casi al borde de largarse a llorar miro hacia el cielo intentando buscar alguna explicación del porque le pasaba todo aquello a ella, pero solo pudo ver el techo de madera lleno de manchas de humedades, y cuando nuevamente se dio a abrir su boquita para pedir clemencia, sintió como la boca de don Pedro se posaba sobre la suya introduciéndole la lengua seguida de un chorro de saliva tibia y agria, con sabores a tabaco y alcohol rancio.
Cielo Riveros al sentir aquella apestosa y larga lengua que intentaba juntarse con la suya, en un acto reflejo de autodefensa se atrevió a morder con fuerzas aquel invasivo musculo lingual.
El viejo quien la soltó en el acto debido al fuerte dolor que sintió en su lengua se paso su mano por la boca como no creyendo lo que acababa de ocurrir y al escupirse en esta y verificar lo ensangrentada que le había quedado sin preámbulos ni nada tomo fuerzas con su mano derecha y le asesto una fuerte cachetada el pleno rostro,
–Plaffffffff…!!!!!, y que te pasa puta estúpida…!! me mordisteee…!!!!!, le bufo el vejete tras el doloroso y fuerte guantazo que le asesto con todas sus fuerzas al caer en cuenta de lo altanera que se había puesto la pendeja,
–jajajajaja…! te mordió la zorrita esta…!?, jajajajaja…!!!, eso te pasa por ser tan ceremonioso, se la vas a encajar sí o no pendejo, ya me estoy aburriendo de estarla culeando en esta posición mientras tú te das a besuqueos y mamadas por el estilo, jajajajajaja, reía don Cipriano al ver a su hermano con toda su boca con sangre.
–Bien zorraaaaa…!!! más tarde arregláremos cuentas los dos solos, esta puteada que me acabas de hacer no se quedara así, y no te servirán de nada tus lamentos y lloriqueos de estúpida, así que desde ahora intenta comportarte como una auténtica hembra porque eres absolutamente mía perraaaaa… estas clara putaaaaa??!!!!
Cielo Riveros temiendo que nuevamente le pegaran solo asintió con su carita surcada por las lagrimas.
–Nos vas a complacer hasta hartarnos zorraaaaa…!!!, la nena contemplo casi inmóvil como el asqueroso de don Pedro mientras le decía lo ultimo sin ningún preámbulo, metió de golpe su gruesa verga dentro de su vagina, pero esta solo logro ingresar hasta la mitad del erótico conducto intimo que tenia Cielo Riveros abajo de su pelvis.
–Aaarrrgggggghhhttt…!!!!, que gustazo putaaaaaaaaaaa…!!!! bramo el enardecido de don Pedro cuando sin aviso alguno se la dejo ir en forma casi impecable por el hoyo vaginal de la nena, –Culeaaaa… putaaaa…!! culeaaaa… jajajajaja…!!!, continuo bramando don Pedro justo al frente de su cara sin dejar de mover su miembro que la nena ahora si sentía que llenaba por completo cl culo y la concha, mientras don Cipriano golpeaba con su pene en forma inmisericordiosa por su retaguardia.
La desnuda Claudia con sus ojos verdes abiertos como platos continuaba masturbándose no perdiéndose ningún detalle de aquella impecable doble penetración en que mantenían a su amiga dos viejos degenerados que eran amigos de ella, mientras la rubia seguía mirando cómo se servían a su amiga ya casi estaba convencida de que ella no era la primera vez que lo hacía con esos tipejos, y que lo de las bofetadas solo eran parte del repertorio sexual que se daban para gozar mas del coito ya que ella misma cuando fue testigo de la brutal cachetada en el rostro a Cielo Riveros casi se había meado de calentura, se preguntaba que desde cuanto tiempo que su amiga se daba a este tipo de entretenciones sin invitarla a ella.
Mientras tanto en el catre, ambos vejetes mantenían sus largas vergas bien embutidas por los distintos orificios de la colegiala, disfrutándola y empalándola con firmeza, sus acalorados movimientos eran firmes y rítmicos con los cuales ya casi levantaban en vilo a la chica, ambos miembro viriles eran largos y gruesos, Cielo Riveros así los sentía y solo sollozaba mientras su cuerpo era zarandeado y apretado por las traspiradas panzas de sus compañeros sexuales en aquel erótico sanguchito que estaban haciendo con ella.
–Uhumm…! que calentita esta tu panocha por dentro zorraaaa…!!! jaja…!!!, le decía don Pedro a la llorosa chamaca, mientras le tenía sus negras uñas clavadas en las suaves caderas de la nena, su enorme miembro se abría camino entre las estrechas paredes del interior de la jovencita que gimió notando como la verga de don Pedro la iba penetrando cada vez más profundo, lentamente pero sin parar, mientras este por cada agasajamiento que le daba agarraba mas fuerzas en las tiernas carnes de la joven, mientras por la reta guardia don Cipriano también hacia lo suyo. Cielo Riveros asi fue garchada como la puta que era pero le gustaba mucho la verga..
Los minutos pasaban y Claudia no paraba de pajearse la zorra a costillas de su amiga que era la que estaba llevándose la parte más pesada de aquella improvisada orgía a la cual su misma amiga la había invitado.
Mientras en el catre don Cipriano y don Pedro tuvieron que sujetar con algo más de fuerza a Cielo Riveros que a causa de aquellas excitantes fricciones que estaba sintiendo adentro de sus orificios la llevaron a tensar todo su cuerpo cuando en un momento tubo las dos largas vergas metidas bien adentro de ella, fue don Pedro quien aprovechando aquel excitante momento de la pendeja comenzó a bombear, primero con movimientos vigorosos pero lentos que hacían que su gruesa verga disfrutase del extasioso roce de las carnes interiores de la vagina, pero pronto y de un momento a otro sus embestidas fueron ganando intensidad, sus canosos y tiesos pendejos se enredaban exquisitamente con los bellitos íntimos de la nena por cada vez que se juntaban ambas pelvis.
El cuerpo de Cielo Riveros se movía dócil entre los dos hombres, hasta que sus dos manitas como por arte de magia comenzaron a subir por los pellejos de don Pedro hasta que en un momento dado y debido que aquella excitante fricción interna que la enardecieron sin darse cuenta ella de cuál fue el momento simplemente se abrazo al cuerpo que tenía delante de ella, aquellas vergotas nuevamente la tenían en el cielo.
–Jajajajajaja… mira rubia… te lo dijeeee…!, tu amiguita ya se calentó, jajajajaja…!!! le gritaba don Pedro a Claudia mientras la chamaca no dejaba de menearse intentando sincronizar sus movimientos con los de ambos vejetes.
Estuvieron culeandosela por casi 20 minutos por lo menos, y como ahí la voz de don Pedro era la campante, este fue quien le dijo a su hermano la brillante idea que se la acababa de ocurrir ya que aun no tenía ganas de correrse,
–Esta putilla está muy caliente y la potranca de su amiga esta en las mismas condiciones, jejejeje… qué tal si se la echamos a la rubia para que zorreen un rato, jajajajaja…!!!!
–Jajajajaja buena idea pendejo desde hace tiempo que no veo a un par de putas dándose entre ellas…jejejeje…
–Desclávala mi buen… yo me encargo, jejejeje…, dictamino finalmente don Pedro.
Don Cipriano le saco la verga del culo a Cielo Riveros lo cual se sintió como si descorcharan una botella, para luego don Pedro simplemente desclavársela por delante y tomarla brutalmente de sus cabellos para sacarla a rastras de la cama y arrojarla con fuerzas al colchón donde estaba Claudia de espaldas aun masturbándose con sus ojos cerrados y sus bellas piernas lujuriosamente abiertas.
Tanto Claudia como Cielo Riveros se vieron sorprendidas cuando casi sin darse cuenta estaban ambas tiradas el mugriento jergón, mientras los dos viejos totalmente desnudos se pajeaban la verga mirándolas cada uno con cara de cual ser el más desquiciado.
–Escúchenme bien par de zorras…! jejejeje, aun no son ni las tres de la madrugada, y de aquí no nos vamos hasta el amanecer, jejejejeje, y para eso aún faltan unas 4 horas por lo menos, así que como aun tenemos tiempo para culearlas todo lo que a nosotros se nos dé la gana, ahora nos harán las puteadas más ricas que se les ocurran, si obedecen la pasaran muy rico, pero si empiezan con sus mamadas de lloriqueos y alegatos les vamos a pegar, las culiaremos y luego nos largamos con sus ropas dejándolas abandonadas aquí y encueradas, jejejeje, y esto lo digo sobre todo por ti putilla, que después que culias y hasta te meas de calentura luego me empiezas a dar problemas con tus webadas de perjuicios estúpidos, jejejejeje, les dijo el viejo refiriéndose con esto último a Cielo Riveros que ya nuevamente estuvo a punto de ponerse a llorar, pero viendo el desencajado rostro del vejete prefirió tomar aire y aguantarse las ganas.
Claudia a quien la calentura se le paso en el acto al entender lo que ahora querían aquellos vejetes de ellas, y viendo como presionaban cruelmente a su amiga que a pesar de lo caliente que era ella por lo iba sabiendo ahora ultimo, igual no dejaba de ser tímida, muy caliente pero tímida al fin y al cabo se dijo la rubia intentando aclarar sus cavilaciones. Pero lo que realmente le molesto a la rubia era el trato déspota y autoritario que utilizaba ese asqueroso viejo para dirigirse hacia ellas, si bien lo había estado pasando medianamente rico hasta ese momento, ahora las cosas cambiaban rotundamente, ella no iba a aceptar que la trataran de esa forma ni a ella, ni a su amiga.
Los dos viejos quedaron sorprendidos al ver como aquella joven de cabellos dorados se ponía rápidamente de pie para increparlos,
–Y que se han imaginado ustedes dos par de viejos desgraciados… quienes se creen ustedes para venir a amenazarnos y tratarnos si como fuésemos de su propiedad…!?,
Don Cipriano y don Pedro una vez superadas sus primeras impresiones al ver ellos mismos como la Claudia desnuda como estaba intentaba sermonearlos como si ellos fueran unos críos se dieron a reírse de ella y decirle como eran las cosas desde ese momento,
–Jajajajajaja…!!! Ya… déjate de zorrerías de niña fresa, te vez ridícula ahí en pelotas y reclamando… jjajjajajja…!! solo tírate en el colchón y ábrete de patas rubia estupidaaaa…!!!, aquí viniste a culear con nosotros no a sermonearlos, le dijo don Cipriano mientras no paraba de jalarse la verga mirándola de pies a cabeza a esa chiquilla que algo tenia de su Diosa pero que le faltaba para estar a su nivel se decía para sus adentros, aunque al verle esa mamada en forma de cadenita puesta coquetamente en su ombliguito lo calentaban hasta la locura.
–Yo aquí no vine a nada viejo de mierdaaaa…!!!, le grito la exaltada y encuerada Claudia a don Cipriano, para luego continuar, — Cielo Riveros…! no seas mensa…! párate que ahorita mismo nos largamos…!, le exclamo la aireada colegiala a su amiga que aun se mantenía con los ojos llorosos y tirada en el mismo colchón en donde hacía ya un tiempo se habían culeado también a Gabriela.
En el mismo momento en que Cielo Riveros hizo el intento de ponerse de pie, don Pedro le rugió como un león,
–Tuuuu…!!!, ni se te ocurra ponerte de pie pendeja, recuerda quien es tu dueñooooo…!!!!
La sorprendida Cielo Riveros recuperando en el acto el respeto que sentía por ese bestial vejestorio solo bajo su mirada recriminándose por estar fallándole a su amiga que lo único que quería en esos momentos era defenderla,
–Y tu rubiaaa…! te aclaro que esta potranca me pertenece… y aprovecho de aclararte que tu desde este mismito día también pasas a ser una de mis yeguas, la cara del vejete era de un demonio, sus ojos nuevamente se le habían inyectado en sangre.
–Ella no le pertenece a nadie viejo cochino y yo menos… que acaso cree que por sus entraditas que nos dio de su mugrienta feria lo convierte en nuestro dueño…!? shssss…! donde la viooo…!!, así que déjeme pasar que ahora nos largamos, Cielo Riveros…te dije que te pusieras de pie y toma tu ropa…!!
Don Pedro ya no aguantando mas tanta insolencia por parte de la desnuda y rubia colegiala en un rápido movimiento la agarro de un brazo para luego tomarla del cuello para ir apretándoselo hasta hacer que la rubia poco a poco se fuera agachando a causa de la falta de aire, fue en eso que Cielo Riveros temiendo por la integridad de su amiga se lanzo a los pies del vejete para interceder por ella,
–Don Pedro nooooo… no la mateeeeee…! snifssssss…!! yo… yo les hare todo lo que ustedes dos quieran…!! sniffssss… pero no la mateeeeee…!!!
–Es que esta desgraciada se cree superior a mí…!! y eso yo no lo tolerooooo!!!!, hazte a un lado pendeja, que ahorita mismo yo le enseño a esta zorra que me debe respetar.
Cielo Riveros al notar que el viejo soltaba del cuello a su amiga se hizo a un lado quedándose arrodillada.
–cof…! coff…!! coffff…!!!, tosía Claudia una vez que iba recuperando el aire, en eso sintió que era tomada fuertemente desde los hombros por las manazas de don Pedro y que este simplemente la hizo tenderse de espaldas como a su vez se le echaba encima para luego de hacer que ella se abriera de patas meterle la verga sin ningún tipo de miramiento.
Claudia al sentirse nuevamente tendida de espaldas pero con la diferencia de que ahora el asqueroso hombre de don Pedro se le echaba encima con claras intenciones de violársela no alcanzo a reaccionar cuando ya sintió el contacto y calor de aquel tremendo falo que ya le estaban metiendo a la fuerza, y justo en el momento en que se vio obligada a abrir sus piernas sintió la irrupción completa de su verga hacia el interior de lo más recóndito de su intima hendidura.
Al principio aquella tremenda y gruesa vergota no le entro tan fácil pues a pesar de estar muy lubricada con los líquidos de Cielo Riveros la cabeza de esta era un poco grande para su orificio vaginal, así que el viejo estando claro de esta situación se afianzo de las caderas de aquel cuerpo y empujo con fuerza.
–Arrrrrrrrrrrrrrrghhhhhttttttt…!!!!!!, rugió don Pedro al sentir su verga envainada en la cueva amatoria de la rubia…, –Así que este es el sabor de tu zorra rubia conchetumadreeeeeee…!!!!, le bramó el mecánico a la vez que le mandaba un asqueroso escupo en la cara también le pegaba otro feroz empujón encajándosela los más adentro que le permitieron sus fuerzas.
–Mmmmmmmffffsssssssssssss…!!!, gimió Claudia con su cara escupida una vez que se sintió llena de verga, a la vez que tenía que aguantarla.
El quejido de dolor que emitió la rubia al sentirse penetrada tan bestialmente por semejante tronco daban cuenta a todos los presentes que la altanera estudiante estaba atravesada totalmente, ella había sentido como ese grueso tronco se le había ido deslizando poco a poco hasta que topo por completo con su matriz, para quedar ambos cuerpos muy pegados.
Así se quedo por unos deliciosos momentos el eufórico mecánico, sin moverse y disfrutando del calorcillo que emanaba esa cuevita tan ajustada que se gastaba la altanera chiquilla que se las había querido dar de hembra brava con él, sentía las carnes interiores de la chiquilla como le apretaban exquisitamente la verga, por lo que luego de un momento decidió que ya era el momento de empezar a moverse sobre aquel delineado cuerpo que él había estado tasando desde que las hembritas habían llegado a la feria.
A los pocos minutos el vejete ya la ensartaba salvajemente mientras que con su pecho levemente levantado la miraba con cara de enojado, como si se la estuviera culeando con rabia, Claudia solamente la recibía con los ojos cerrados y con lagrimas corriendo de estos al saberse que se la estaban violando lisa y llanamente.
Por su parte don Cipriano y Cielo Riveros miraban el feroz tratamiento que estaba recibiendo Claudia, ya que don Pedro había comenzado a culearla como loco arremetiendo en forma animal sobre su curvilíneo y tonificado cuerpo, mientras la rubia lo recibía emitiendo unos lamentosos gemidos de dolor y aguante por cada estocada que le pegaban con fuerzas descomunales.
–Jejejejeje… después me la prestas cabron yo también quiero pisármela, jejejeje, le decía don Cipriano a su hermano, ya que su verga amenazaba con estallar en cualquier momento a causa de las reacciones que le provocaban en ella con los gemidos de la rubia.
Don Pedro quien mientras arremetía sin darle tregua a Claudia para que aprendiera bien quién era el que mandaba, como pudo volteo su cabeza para decirle a su hermano,
–Pus ahí tienes a la Cielo Riveros, ocúpate de ella que yo le voy a enseñar a esta potranca quien es su caballo desde hoy, jejejejej luego que este domada te la presto un rato para que la ocupes, jejejejeje…, reía el siniestro viejo con toda su cara traspirada.
–Jajajaja… sale pendejooo…!, le dijo el mecánico del Pie Grande a su hermano que seguía igual de caliente y desequilibrado como lo había sido desde que eran chamacos, –Y tu zorraaaaa…!!!!, dijo luego pero ahora refiriéndose a Cielo Riveros que seguía arrodillada sin saber qué hacer, –A chuparme la verga se ha dicho, si no quieres que te abofetee por mensa, jajajajaja…!!!!
La asustada chamaca al estar viendo como se estaban violando a su amiga se aplico en el acto para no hacer enojar nuevamente a los vejetes, ya que a ella se la habían zurrado de las primeras en aquella acalorada y lujuriosa noche de sexo desenfrenado, así que estando con la verga de don Cipriano muy cerca de su boca no fue mucho el trabajo que tuvo que hacer para tomarla con una de sus manitas e introducírsela lo que más pudo en su cavidad oral comenzando a mamársela como si de verdad se la quisiera comer con tal de que el viejo se sintiera bien con lo que ella le hacía. Con la verga ya en su boquita miraba con sus ojos verdes hacia arriba pestañeando sensualmente, aunque esto último lo hacía sin querer, como también a su vez miraba de reojo hacia un lado de su cuerpo para ver cómo iba la culeada que le estaban pegando a su amiga.
Cielo Riveros mientras mamaba la verga del hermano de don Pedro intentaba aplicarse de la mejor forma posible para que a su amiga no le fuese a pasar algo malo en las manos del viejo que la violaba, mientras don Cipriano seguía introduciendo se verga cada vez más profundo en la boca de aquella exquisita jovencita, tomándola en ocasiones de la nuca para ayudarse a introducirla lo más profundo que se pudiera, mientras una vez que bajo sus manazas se daba a acariciarle las tetas sobándolas y apretándolas a su regalado antojo.
A los pocos minutos de todo aquello Cielo Riveros le practicaba la mamada de su vida a don Cipriano que este solo se afirmaba de su cabeza babeando y con sus ojos en blanco, mientras a un lado de ellos don Pedro continuaba con sus movimientos de mete y saca sobre el vejado cuerpo de la rubia, a veces lentamente y después aumentando el ritmo, por su parte Claudia ya no se quejaba, al contrario, a estas alturas ya se estaba dejando hacer, con sus ojos fuertemente cerrados y respirando solo por su boquita le daba a entender a cualquiera que estaba disfrutándolo al máximo así como también ya lo demostraba con exquisitos suspiros de placer.
Don Pedro al caer en cuenta del real estado de la rubia se encargaba de sobarla por todo el cuerpo mientras se la cogía, como también comenzó a darle tremendos besos en la boca, Cielo Riveros desde su posición y sin dejar de mamar aquel instrumento largo y grueso que por su forma de palpitar entre sus labios parecía que iba a estallar en cualquier momento, veía como su amiga con don Pedro cruzaban sus lenguas y juntaban sus bocas en forma apasionada, las manitas de Claudia ya lo abrazaban por la espalda, a la nena le dio la impresión que su amiga estaba gozando con todo lo que le hacían, ya que a cada momento parecía abrirse más de patas para el vejete.
Don Cipriano por su lado lanzaba terroríficos bramidos de placer, ya que notaba que su verga no le cabía toda en esa dulce boquita con labios de fresas, pero la nena estaba haciendo hasta lo imposible por meterse aquella brutal herramienta taurina entera en la boca, succionándola, luego lamiéndose ella misma ambas palmas de sus manitas para masturbarlo rápidamente con estas, después acariciándola con sus labios, besándole el morado glande e intentando meter la punta de su lengua por el pequeño orificio de aquella descomunal verga.
Hasta que el caliente mecánico de don Cipriano no se aguanto más y retirándole la verga de su boca de un solo destape, se arrojo al mugriento colchón para después tomar a la chamaca desde la cintura y subírsela sobre su verga. Cielo Riveros quien en estas materias también era una alumna adelantada y estando ya a horcajadas sobre la tremenda panza cervecera de don Cipriano sin ningún esfuerzo abrió sus muslos más de lo que le exigía la posición en que se la iban a coger con la única finalidad de que al momento en que lo intentaran le entrara más fácilmente la verga pues debido a su anterior enculamiento sabía que el instrumento viril del hermano de don Pedro era tremendamente grueso.
El desesperado de don Cipriano al verse con semejante joven amazona montada sobre su panza y mirándolo con carita de entre asustada y caliente a la misma vez con gran dificultad apunto su tranca en la entrada vaginal de ella, y una vez que ya la tuvo posada en tan sublime abertura cerro sus ojos y acciono con fuerzas hacia arriba.
Con Cielo Riveros apoyada en el peludo pecho del viejo cerrando sus ojitos en clara señal de estar aguantando la presión de la verga en la entrada de su vagina, y con el viejo Cipriano con todo su rostro desfigurado por las fuerzas que hacía con su apéndice sin cejar en su feroz apuntalada, sintieron que por fin este ultimo hizo entrar el casco de su descomunal herramienta en las carnes de la tierna y puta chiquilla.
La chamaca al sentir el ingreso de la cabeza de aquel grueso puntal de carne caliente lanzo un quejido de dolor y placer al mismo tiempo quedándose estática y respirando convulsivamente por la nariz, hasta que al sentir como esa monstruosidad vergal se comenzaba a deslizar hacia el interior de su vagina cerró sus ojos y se mordió el labio inferior en clara demostración de estar sintiendo y disfrutando el adentramiento de aquel tronco de carne surcado de nervios y venas para finalmente quedarse totalmente atravesada vaginalmente por el animalesco instrumento de don Cipriano.
Una vez que Cielo Riveros y don Cipriano se acoplaron sexualmente uniéndose al bacanal de sexo en que ya estaba entregada Claudia con don Pedro, todo al interior de la casucha eran sonidos de maderas que se desclavaban y se caían, otras que crujían febrilmente al mismo ritmo de ambas cogidotas que se estaban pegando al interior de esta.
En tanto Cielo Riveros cabalgaba con los ojos cerrados en forma desesperada a su macho subiendo y bajando sus caderas por la aceitosa y bien parada verga, el viejo la tenia agarrada de sus ancas ayudándole a subir y bajar, mientras Claudia seguía recibiendo las feroces estocadas que le envainaba sádicamente don Pedro.
Después un enloquecido don Cipriano por estar cogiéndose a semejante potranca empezó a deslizar sus manos por las redondas y suaves nalgotas de la colegiala, sobajeando a manos llenas el tremendo culazo que se cargaba la muy condenada, en donde también aprovechaba de introducir uno de sus dedos en el orificio que aun se mantenía dilatado debido al salvaje tratamiento que había recibido momentos antes, Cielo Riveros al mismo compas en que lo cabalgaba le ponía sus chichotas en la boca para que el viejo se las chupara.
Al lado de ellos don Pedro ya estando algo cansado de estar arremetiendo de aquella forma y notando que en cualquier momento se podía ir cortado dentro de la rubia fue aminorando sus aserruchadas hasta desclavar su verga de la rubia, la cual salió toda mojada de distintos tipos de líquidos como así mismo una vez que se puso de pie una largo hilo de moquillo colgaba de su verga que aun la mantenía tan parada como al principio.
Claudia al notar el vacio en su vientre abrió sus ojos verdes, la chamaca estaba toda sudada y con su cutis sonrosado a causa del estado de calentura en que la había dejado el viejo Pedro, y al ver a un lado de su cuerpo la magistral galopada que le estaba pegando Cielo Riveros a la verga de don Cipriano se animo casi en el acto a auto complacerse con su mano puesta en su bien humedecida vagina, ya que vio que el viejo que se la acababa de violar estaba encendiendo un cigarrillo.
–Jejejejeje… bien… bien… mira nada mas como se revuelca esta zorra en tu verga mi buen, le decía don Pedro a su hermano, el vejete se había ido a sentar al catre vacio para descansar un rato. –Que tal si descansamos un rato, yo creo que esa furcia que te cabalga mejor que una puta a sueldo debe atender a su amiga, jeje, si la acabo de dejar en estado de calentura a la muy puta, y eso le podría hacer mal, jajajajaja…!!!!
Don Cipriano que estaba en el paraíso del placer a causa de la forma en que esa condenada chiquilla se meneaba sobre su verga, recordó eso de hacer que aquellas putillas se sobajearan entre ellas para brindarles el espectáculo de sus vidas, solo con esto rápidamente poso sus manazas en las caderas de la joven claramente haciendo que ella cesara en sus movimientos.
Una vez que Cielo Riveros ya estaba detenida pero aun empalada en la herramienta del mecánico se quedo mirando en todas direcciones ya que a causa de su calentura no había escuchado las intenciones de don Pedro, hasta que fue el mismo don Cipriano quien la ponía en conocimiento.
–Ya escuchaste pendeja, ahora debes atender a tu amiguita que se quedo en estado de calentura, jejejejeje…
Cielo Riveros aun no daba crédito a lo que estaba escuchando, y en el momento en que llevo su mirada al cuerpo de su amiga que seguramente se iba a oponer a esa situación como lo había hecho momentos antes se sorprendió al ver a Claudia que con cara de urgida se mantenía masturbándose y mirándola como a la espera de que ella le hiciera lo que los viejos estaban demandando.
–A que esperas encuincla!?, desclávate y hace tus putiadas con la zorra de tu amiga, jejejeje, aportaba don Pedro desde su ubicación.
– Cielo Riveros -Ehhhh… es que yo no se…
–Tu nunca sabes nada pendejaaaa…! solo acuéstate a un lado de ella y empiezas a hacerle cositas ricas, jejejje
En eso fue tomada desde la cintura por don Cipriano que ya quería disfrutar mirando como aquellas criaturas les brindarían una buena función haciendo guarradas entre ellas, el viejo se la desclavo el mismo y dejo a una muy nerviosa Cielo Riveros recostada a un lado del cuerpo de Claudia que seguía tocándose muy despaciosamente y con sus ojos cerrados. La única verdad de todo esto era que la rubia nuevamente se había abandonado ya que después de la colosal culeada que le había puesto don Pedro la tenían hirviendo de calentura.
Don Cipriano tomo ubicación a un lado su hermano y así ambos jalándose las vergas quedaron a la espera de lo que iban a hacer semejantes beldades.
–Y que están esperando par de putasssss…!??, tóquenseeeee mierdaaaaaa…!!!, vocifero don Cipriano desde su posición.
Claudia al notar la inexperiencia de su amiga en estas lides debido a lo agitado de su respiración que denotaba el inmenso nerviosismo que estaba sintiendo, y al tener ella algo de experiencia en juegos lésbicos con algunas de sus salidas amigas fresas, fue levantando su cuerpo para volverse hacia donde estaba una expectante Cielo Riveros que aun pensaba que eso que estaba a punto de suceder no estaba sucediendo (me entienden no?).
Cielo Riveros cuando vio a su amiga ponerse de rodillas sobre el colchón y que esta se acercaba a ella simplemente cerro sus ojos, no quería ser partícipe de aquella aberración, ella no era lesbiana se decía, y estaba segura que Claudia tampoco, pero estaba clara que si no acataban lo que habían pedido los viejos seguramente se las iban a zurrar y que era por eso que la Clau se estaba comportando de aquella forma tan desnaturalizada.
La nerviosa nena no supo en qué momento se vio recostada con el cuerpo de Claudia muy pegada al de ella, solo se daba a mantenerse con sus ojitos cerrados, hasta que sintió la manita de su amiga acariciando su cabeza, las muy bien cuidadas uñas de la rubia y de su otra mano ya las sentía pasando delicadamente por la piel de sus caderas, la acariciaba con tal delicadeza como si ella fuese una bebita, la nena estaba que se meaba ahí mismo ya que su corazón le latió a mil cuando recordó cierto sueño que había tenido con la rubia hace algún tiempo en donde hacían cosas más atrevidas que las caricias que le estaba haciendo Claudia.
Cielo Riveros solo se mantenía quietecita pero tiritando de nerviosismo y roja como un tomate, mientras seguía sintiendo las caricias de Claudia en distintos sectores de su cuerpo, incluso ya le había tocado el culo, la colegiala en aquellos momentos se quería morir, porque justo en el momento en que la rubia le acariciaba su cabello por el sector de su oído sintió un exquisito hormigueo en el estomago que bajaba hacia la parte más sensible de su cuerpo, y para rematarla la rubia acercando sus sensuales labios a la oreja de la chamaca le consulta,
–Te gustaaaa…?
Cielo Riveros abrió sus ojos pensando en que Claudia ahora sí que estaba loca, como le preguntaba una cosa que era anti natural, una perversidad con letras mayúsculas se decía, pero más escandalizada se quedo cuando sin saber el porqué de su respuesta, pero de sus labios salió un categórico:
Cielo Riveros –Siiiiii…
Claudia se inclinó sobre el cuerpo de la nena que estaba casi recostado en el pulguiento colchón, las tetas de ambas criaturas ya se oprimían entre ellas, hasta que la rubia simplemente entre abrió sus labios e introdujo con suavidad su fresca lengua en la dulce boquita de Cielo Riveros, hasta que ambas boquitas quedaron unidas en un delicioso beso con lengua entre ellas.
La chamaca que estaba al borde de un ataque cardiaco igual correspondió aquel sensual beso, y comenzó a mover su lengua con la misma delicadeza en que lo hacia su amiga de niñez, en eso la manita de Clau fue bajando por el vientre de la nena hasta llegar a su vagina y como si eso fuese algo normal entre ellas comenzó a masturbarla muy delicadamente.
Ambas chamacas mientras se besaban y donde una de ellas masturbaba a la otra, de fondo escucharon los aplausos de los viejos que las vitorearon al verlas entregadas al sexo prohibido.
Claudia tras estar besándose con Cielo Riveros fue poco a poco abandonando los labios de su amiga para ir bajando por su cuello hasta llegar a sus tetas, la rubia antes de chupárselas, ordeno sus rubios cabellos y se ubicó en 4 patas, separando un poco sus piernas para así regalarles una postura más sugerente al par de degenerados que las estaban obligando a hacer todo aquello.
Ya estando en posición y sin esperar nada mas la rubia estudiante abrió su boquita y comenzó a chuparle las chichotas a su amiga, intercambiando delicados lengüeteos en los pezones y lamidas por todo el contorno de estas, se pasaba de una a la otra, mientras la nena ya sentía una exquisita electricidad que transmitía su amiga desde sus labios hacia sus tetas, lo que se transformo en una agitada respiración a boca abierta por parte de la chamaca que ya se estaba comenzando a calentar ante tan delicada sesión de lamidas nunca antes sentidas por ella.
Cielo Riveros sintiendo los labios de su amiga en sus pezones levanto su carita para mirarla, la vio puesta en 4 patas mientras intentaba sacarle leche con una de sus tetas puesta en su boca y succionándola.
Instintivamente nuestra colegiala quien aun se mantenía con sus muslos recogidos y abiertos de par en par con la manita de Claudia haciendo delicadas líneas en su vagina, poso ella también una de sus manitas en la cadera de su amiga para luego comenzar a correrla hacia el culo de la Clau, cosa que envalentono a la rubia para ir bajando con sus labios por el suave vientre de Cielo Riveros hasta llegar a la parte más deseada por la jauría masculina que conocían a la chamaca.
La desnuda rubia quien también se sintió atraída por aquella erótica y femenina hendidura tras mirarla detenidamente y casi comiéndosela con sus entre cerrados ojos verdes cerro sus ojos y abrió sus labios hasta juntarlos con la parte superior de la vagina de Cielo Riveros, quien esta ultima al sentir aquel casi mágico y delicioso contacto automáticamente elevo sus caderas para hacer más completa aún la unión de su vagina con la boquita de su amiga.
Claudia tras sentir y engolosinarse con los ácidos sabores de la vagina de Cielo Riveros, siempre con sus labios muy pegados a esta saco su lengüita y la introdujo todo lo que pudo en esa fresca fruta en sazón que su amiga le movía suavemente al mismo compas en que ella le lamia, hasta que en un momento se separo y giro su cara para mirar a Cielo Riveros, la chamaca quien abrió sus ojos y vio que su amiga la miraba desde su posición la escucho que esta le decía,
–Ricaaa… la tienes muy rica Cielo Riveros…, la colegiala que aun no se la creía de lo que le estaba diciendo su amiga del alma se estremeció ante una rara sensación que le produjeron en su estomago aquellas deliciosas palabras, la rubia le consulto, –Quieres que sigaaa?, Cielo Riveros tras escucharla solo se limito en asentir con su cabeza.
En eso se paro del catre un eufórico don Pedro que estaba que se las culeaba a las dos juntas por las guarradas que estaban haciendo, pero él quería mas,
–Jajajajajaja… delicioso par de putas…!!!!, pero… tu chamaca, dijo refiriéndose a Claudia, –Pregúntale a esta puta si le gusta que le comas la conchaaa… y tu zorra le dirás que te encanta… jajajajaja…!!! vamos rubia preguntaleee…!!!
La rubia que por un momento se había olvidado del par de vejetes se lo quedo mirando y lo vio con su tremenda herramienta que se le mantenía bien parada y botando hileras de mocos a causa de la tremenda calentura en que ellas mismas lo mantenían con toda aquella lujuriosa sesión de sexo lésbico que les estaban brindando, y por motivos estrictamente carnales ya que ella deseaba sentir nuevamente la verga del viejo taladrarle su estomago, dejo de salir de su boquita en forma entre cortada la peladez que quería escuchar el salido vejestorio,
— Cielo Riveros te gus… ta… que te co…ma la con… chaaaaa…puta si ?!!!
Cielo Riveros tragando saliva y mirando como los dos viejos se jalaban la verga, ya que ahora estaban parados uno a cada lado del colchón, también le contesto a su amiga como don Pedro quería escuchar,
Cielo Riveros –Si Clau… me en… canta como me comes la c… con… chaaaaa…!!!
Es claro que ambas jovencitas estaban siendo obligadas a dirigirse entre ellas con un vocabulario más bien ordinario, pero también es real que con solo pronunciar aquellas peladeces ambas se calentaron aun más de lo que ya estaban, en su fuero interno les había encantado decir aquellas guarrerías.
En eso Claudia enterró su cara en la vagina de Cielo Riveros, como a su vez empezó a mover sus rodillas claramente echando su tronco y cintura en posición opuesta a como estaba la nena quien veía como su amiga acercaba sus muslos cerca de sus tetas, y mientras Claudia lamia, chupaba y succionaba la vagina de nuestra chamaquita, la condenada rubia cual abominación alzo uno de sus muslos para pasarlo por sobre el cuerpo de su amiga hasta quedar acomodada como ella había querido. El 69 ya estaba listo, con Claudia montada a la inversa sobre el cuerpo de Cielo Riveros.
La nena quien por primera vez en su vida estaba en tales condiciones con una hembra, no supo el porqué de su reacción cuando tras de mirar a solo centímetros de sus ojitos verdes la delicada vagina dorada de Claudia y de deleitarse con los dorados pelitos que ella poseía en su parte intima termino en forma casi de desesperación de agarrarse con ambas manitas a las a las caderas de su atractiva amiga para luego de haber mirado todo lo que quiso, abrir su boquita de rosa para también comenzar a comerle la zorra a su intima amiga.
Los viejos no se la querían creer, ahí estaba el par de chamacas haciendo un hermoso 69 femenino que nadie les había pedido, ambas hembritas se retorcían y se movían en forma acompasada, sintiendo que se derretían por lo muy rico que estaban sintiendo cada una con su boca puesta en la panocha de la otra.
Fue Claudia quien en un momento dado alzo su carita que estaba poseída por la lascivia para transmitirle a todo el mundo lo muy rico que estaba sintiendo,
–Ohhhh cielo…! que rica me chu…pas puta la z… zorraaaaaaaaa…!! le dijo mientras le restregaba la panocha en la boca a su amiga como una perra en leva, mientras seguía con sus guarradas, –Así… asiiiiii… pásame la lengua por la concha amigaaaaa… ahoraaaaa… comemelaaaa…!!!, le imploraba la rubia mientras le mandaba un diluvio de jugos vaginales a medida que sufría una oleada de ricos orgasmos, jugos que Cielo Riveros tan caliente como la misma Claudia se los fue tragando todos a medidas que salían expulsados de la vagina de su amiga.
Una vez que la rubia termino de correrse le mando una última serie de lamidas a la atrayente vagina de Cielo Riveros para luego pasar ambos brazos por debajo de la cintura de Cielo Riveros y dejarse caer hacia un lado hasta lograr quedar ahora ella de espaldas y con Cielo Riveros montada a la inversa sobre su cuerpo.
Este nuevo 69 fue de por si alucinante, el escultural cuerpo de la colegiala en aquella celestial posición invitaba a cualquier macho a devorarla, y así lo estaban haciendo los vejetes, quienes se la devoraban con sus libidinosas miradas y con sus vergas. Miraban esas chichotas perfectas que caían y se mecían por cada movimiento que hacia la nena, y esos preciosos hoyitos que se le formaban en la espalda en la parte misma de donde le nacían las curvas de su cintura.
Fue don Pedro quien no aguantándose las ganas que siempre la había tenido a la pendeja esa que no respetando el 69 de las chamacas se ubica detrás de Cielo Riveros y le metió la verga por la panocha sin pedirle ni siquiera el permiso a ninguna de las dos.
La nena quien en esos momentos estaba muy concentrada lamiendo la acida y salada vagina de Claudia sintió la irrupción por su panocha por lo que se volteo como pudo hasta que su mirada se encontró con la burlona mirada de don Pedro, quien estaba maravillado al tener ese tremendo culo ante él, y ensartado por el tajo delantero de la atrayente chamaca, hasta que lo oyó decir,
–No te preocupes zorraaaa… solo te culiare un ratito para que lueguito sigan en lo de ustedes, jejejeje…
Cielo Riveros no le respondió, solo respirando agitadamente al sentirse nuevamente llena de verga volteo su mirada y llevo sus rojos labios a la zorrita dorada de Claudia para seguir lamiéndosela, hasta nuevamente interrumpir esta nueva y deliciosa tarea ya que el vejete había comenzado a culearla como un energúmeno,
Cielo Riveros –Aahhh… ahhh… uhhh… siii… ahh… ahh…, gemía la puta ante las fieras apuntaladas que le pegaba don Pedro, mientras don Cipriano no paraba de jalarse la verga viendo a su hermano en acción,
–Te gusta cómo te como tu culiooooo…?!!!!, le consultaba el viejo metiéndole la verga lo más adentro que podía mientras sentía como Claudia le lamia las bolas de vez en cuando en los momentos en que se las podía alcanzar.
–Aahhhhhh…! siiiiiiiiiii…!!! Aahhh…!!! Aahhh…!!! m… me… encantaaaa…!!!!, respondía la chamaca con sus ojos cerrados y sintiendo cada fricción interna que el viejo le regalaba con su verga.
–Muy bien putitaaaaa…!!!, prepárate que ahí te voyyy…!!!
Don Pedro empezó a embestirla con una serie acelerados vergasos que hicieron estallar a la nena en un delirante orgasmo. –Plafff…! Plafff…!! Plafff…!!! Plafff…!!! Plafff…!!!!, retumbaban las suaves y vibrantes nalgotas por cada choque con la cintura del vejete.
Cielo Riveros –Aaaaaahhhhh…!!! siii…!!!!! don Pedroooooo… p… papii…! Ssiii…! Aahhh…!!!
–Toma zorraaaaa…!! tomaaaaaa…!!!!, bufaba el vejete bien agarrado a las caderas de Cielo Riveros y con sus ojos resquebrajados debido a la tremenda calentura en que lo tenían el par de chamacas.
Don Pedro dándose por satisfecho le retiró la verga de un solo jalón hacia atrás dejando a la pobre Cielo Riveros al borde del orgasmo, pero la nena se vio beneficiada por las tibios labios de su amiga que en cuanto vio desocupado el atrayente tajo intimo de su amiga no lo dudo para comenzar a comérsela en el acto y en forma hambrienta, lo que animo a la chamaca a sumirse ella también en la entrepierna de su amiga, entregándose ambas nuevamente a lo que estaban haciendo cuando fueron interrumpidas por el lujurioso mecánico.
Tras unos deliciosos minutos en que las calientes chamaquitas estuvieron rodando por el mugriento colchón sin dejar de comerse los coños, fue la rubia quien estando nuevamente montada sobre Cielo Riveros procedió a desmontarse y girar su cuerpo para comenzar a besarla, ambas hembritas se comían la boquita en forma natural si como lo hubiesen hecho por toda su vida.
Claudia quien estaba olvidada de todo y sin ni siquiera prestarle atención a los viejos que no paraban de masturbarse tras separarse de un sensual beso fue quien le propuso a su amiga:
— Cielo Riveros… culiemos entre no… so… tras…!?, le propuso la rubia con sus dorados cabellos enarbolados y con su respiración totalmente agitada debido a la gran excitación en la que se encontraba,
Ahora sí que Cielo Riveros estaba que se meaba en cualquier momento, como era eso que Claudia quería que ellas dos culearan, eso se suponía que era entre hombre y mujer,
–Clauuuu.. q… que es lo que me dices…? nosotras somos mujeres…
–Vamos Cielo Riveros… no seas tontaaaa…! acaso nunca has hecho la tijera con alguna amigaaaa, jijiji. Claudia en esos momentos lo único que deseaba era juntar su zorrita con la de su amiga, pensaba que sería muy rico obtener de su Cielo Riveros ese tipo de comunión.
La rubia sin esperar respuesta y con una sonrisilla de una verdadera viciosa comenzó a mover su cuerpo hasta ubicarse al frente de Cielo Riveros para luego comenzar a entrecruzar sus piernas con las de la asustada chamaca que viendo la posición que adoptaba Claudia su mente ya le graficaba la forma en que ellas iban a culear según lo solicitado por su amiga.
1 minuto antes don Cipriano tubo que casi ahorcarse la verga para no lanzar los lecherazos al aire cuando escucho a la putilla rubia decirle a su amiga que prácticamente se la quería culiar, mientras don Pedro observaba toda la acción al otro lado de la colchoneta pajeandose como un mal nacido.
Ambas vaginas estaba una frente a la otra con Cielo Riveros puesta de espaldas y apoyada sobre sus codos, mientras Claudia se había cruzado de lado pasando uno de sus muslos por debajo de una de las piernotas de Cielo Riveros y el otro tenerlo por sobre el estomago de la nena.
Ya todo estaba dado para la tijera femenina que iban a realizar las chamacas.
Cielo Riveros siendo asaltada por un enloquecedor estado de lujuriosa calentura y no importándole que la escuchara don Pedro y el otro viejo, con sus ojitos vidriosos le dijo a su amiga,
–Culiame… Clauuuu…,
La rubia que estaba poseída por el demonio en aquellos momentos sin pensársela mas se aferro a un muslo de Cielo Riveros e hizo avanzar su vagina hasta hacer contacto con la de la nena.
Ambas vaginas una vez que se juntaron comenzaron a moverse delicadamente y al unísono, los pelitos íntimos de cada una de las jovencitas se enredaban producto de como cada una de sus dueñas se refregaban entre ellas, hacían desquiciantes círculos para luego de volver a unirse friccionarse para ambos lados y volver a realizar aquellas enloquecedoras ondulaciones con las que se buscaban.
A los pocos minutos los movimientos de cintura que hacían las hembras se hicieron más enloquecedores, las chamacas se estaban dando con todo, y esto se manifestaba en la parte baja de ambas pelvis, ya que sus vaginas estaban rebosantes de los líquidos íntimos que cada una iba soltando por la concha, a estas alturas ambas chicas sabían lo que tenían que hacer y cómo moverse, sus panochas se besaban y chupaban apasionadamente, mientras las nenas empujaban sus cuerpos rítmicamente, en esos momentos lo único que se escuchaba en la habitación era el sonido húmedo de las vaginas que se raspaban, que también se sumaban a los gemidos de placer de ambas jovencitas que se entre mezclaban con las pesadas respiraciones de los viejos que no se perdían detalles de todo lo que ahí estaba ocurriendo.
–Esoooo… asiiii es… muéveteeeee… culiameeeee…!!! le pedía Cielo Riveros lascivamente a Claudia.
La rubia quien noto que su amiga estaba lista para el orgasmo aumento la rapidez de sus movimientos y ondulaciones de vagina, mientras la chamaca sintió una oleada de placer femenino que la hizo enarcar su espalda y empinar su vagina en busca de la de Claudia que se mantenía pegada a la de ella hasta que su desborde orgásmico fue imparable, ya que sintió que desde su panocha se expandían innumerables descargas eléctricas que se expandían a cada rincón de su cuerpo.
–Ohhhhh…! ricooooo…! Clauuuuu… mi vidaaaa…!! me corrooooooo…!!! rica… tu zorritaaaaaa…!!! Aayyyyyy…!!!! Ayyyyy…!!! Mmmm…!!! Ayyyyyyy….!!! ricoooo…!!! ricoooo…!! ricc…!! ricooo…!
La nena quien aun se orgasmeaba fue atacada por una serie de espasmos que electrificaban cada una de sus extremidades haciendo que comenzara a mover la zorra en forma desesperada, en tanto la rubia que al sentir aquellos frenéticos movimientos que hacia su caliente amiga hicieron que su acalorada concha se deshiciera en un fenomenal orgasmo que se fundió con el de Cielo Riveros, ambas vaginas daban la impresión de estarse meando por la exagerada cantidad de jugos que eyectaban fuertemente hacia afuera por cada contacto que hacían entre ellas.
–Ohhhh…! yo tambiennn… me voyyyy…!! me voyyyyyy…!!! Cielo Riveros que ricoooo te muevesssss…!!! así…!!! así…!!! así…!! mi amorrrrrr…!!! Ahhhh…!!! Ahhhhhyyyyy…!!! ricaaaa…!!! ricaaaaa…!!! Mmmmmmm…!!! ricaaaa…!!! r… re… re…friégame tu conchaaaaaa…!!!! que me corrooooooo mamiiiiii…!!!
Fueron 90 segundos de gritos contorsiones y guarradas que se estuvieron diciendo las pervertidas chamacas hasta que una vez que se les relajaron los músculos de sus cuerpos y de la zorra de cada una, quedaron tendidas ambas en posición opuesta y con sus hermosas piernas abiertas respirando agitadamente con los ojos cerrados, Cielo Riveros con sus dos brazos abiertos como si de una batalla viniera, y Claudia con sus dos manitas puestas en la cara.
–Vámosle los dos a la Cielo Riveros mi buen, pero de a uno, le dijo don Pedro a su hermano. –Dásela tu primero te veo algo urgido… jajajjaja…!!!, le otorgó el viejo a su hermano el beneficio ya que lo veía a él más desesperado por descargar su simiente,
–Gracias pendejoooo…!!! ahí le voy a esta chamaca desgraciadaaa… jajajaja…!!!
Don Cipriano con su verga rebosante de semen caliente, vio a la atractiva chamaca tendida en aquel colchón con sus bellas piernas totalmente abiertas, la nena aun no se recuperaba completamente del delirante orgasmo sufrido al haber estado haciéndolo con Claudia, como tampoco se daba cuenta de que el hermano de don Pedro la miraba con la misma cara que un desequilibrado caníbal mira un cuerpo humano antes de comérselo, y era eso lo que el viejo deseaba en ese momento, comerse literalmente a esa joven ninfa que se exhibía inconscientemente en todo su esplendor juvenil.
Ya no aguantándose mas el ansioso mecánico se echó sobre aquel soberbio cuerpo ofrecido para él y sin darle tiempo a nada se la ensarto de un solo envión, lo que hiso que la semi inconsciente chica cayera en cuenta que de nuevo se la habían metido. Por su parte Cielo Riveros ante la feroz ensartada que recibió y si como ella estuviera solo hecha para darle placer a quien quisiera se limito solo a aferrase a las anchas espaldas del mecánico y a recoger nuevamente sus muslos para que las aserruchadas le fueran mas fáciles y profundas para el vejete.
Claudia quien estaba recostada justo al frente donde de nuevo se la estaban metiendo a su amiga solo se dio a encogerse sobre el colchón y mirar la violación en posición fetal como también sintiendo nuevas sensaciones en su vagina al sentirse participe de todo aquel bacanal de sexo desenfrenado en el que había participado junto con su mejor amiga.
Don Cipriano estaba en la gloria, empujaba, metía, ensartaba y agasajaba el imponente cuerpo de la colegiala quien bien aferrada al pecho del hombre también aportaba meneando su cintura para adelante y atrás por cada estocada que recibía, pero fue tanto el sube y baja de su vagina y las apuntaladas del hombre que ya no pudieron resistirse más y ambos se corrieron en una intensa explosión de placer, en la cual Cielo Riveros para sentir más rico todavía incremento el ritmo de sus movimientos hasta que ya estando superada por tanta calentura que estaba sintiendo en su mente lanzo un lujurioso grito de gloria y gozo al mismo tiempo, atenazándose con desesperación al grotesco y peludo cuerpo de don Cipriano, que este por su parte justo en el momento en que la hembrita bramaba de placer le inyecto con fuerzas al interior de su vagina una gran cantidad de leche caliente y media amarillenta, inundándola de tal manera que una vez que estuvo llena, esta le escurría por los lados de su verga la cual todavía no se reducía de tamaño, fueron varios los espasmos que lanzaron borbotones de vigoroso semen espeso, llenándola por completo hasta lo más recóndito de su matriz.
Mientras todo esto estaba ocurriendo, la delirante escena sexual estaba siendo contemplada por una asustada y caliente Claudia que a pesar de todo lo vivido aun no se convencía que la mujer que en esos momentos estaba culiando con un viejo de lo mas ordinario, era su amiga Cielo Riveros, la nena mas tímida de toda la clase, la misma que se sacaba las mejores notas en el colegio y que era la más bien portada de todo su curso, por más que se repetía todo aquello aun no lo creía y que para rematarla solo hace unos pocos minutos se habían mandado una colosal sesión de sexo entre ellas a solicitud de aquellos tipejos que trabajaban de mecánicos.
Por su parte don Pedro quien había mirado orgulloso como su hermano se cogía a su mujer a penas este se echó como un animal muerto al lado de ella, no lo dudó para acomodarse en la misma posición en que se lo habían hecho reciencito a la casi desmayada chamaca, el degenerado viejo sintió que la sangre le hervía de deseo y que nuevas fuerzas le renacían en su mugriento cuerpo al ver en las lamentables condiciones en que estaba la colegiala y notando lo indefensa que se encontraba al aun mantenerse tal como la había dejado su hermano aprovecho esta instancia ya que en esos momentos tenía una erección tremenda, su verga que estaba totalmente encorvada casi le exigía a su dueño colarse y entrar en esa vagina recién rellenada con semen caliente.
El lujurioso y fiero mecánico de la feria ya estando casi montado sobre el escultural cuerpo de la colegiala contempló por última vez a su presa antes de volvérsela a culear, vio la perfecta curva de la cintura con su piel blanca y tersa, para seguir más abajo y otra vez toparse con ese alucinante triangulo apenas visible de bellitos negros, –Es hermosa esta desgraciada, ahorita mismo vas a saber lo que es una buena verga, jejejeje pensaba y reía para sus adentros el abominable vejete.
Don Pedro ya no esperando nada mas tomo su descomunal miembro de características muy parecidas a las de su hermano y lo paso por el estrecho y resbaloso canal vaginal que se abría entre medio de los dos muslos abiertos de la jovencita. Había dejado que su salido hermano disfrutase con la bella putita que el se había encontrado, pero él estaba dispuesto a pagarse con creces del tremendo placer que le acababa de otorgar al muy infeliz y egoísta, se decía, pero eso sería más adelante, por ahora se había conformado con cogerse a la rubia como también ahora se proponía hacérselo nuevamente a Cielo Riveros, así que ya sin pensar más en el asunto puso su aceitoso glande entre los pliegues de la vagina que estaban bien humedecidos por los residuos de su hermano, para luego de juntar sus pellejos del pecho con las turgentes tetas de la mamasota esa instintivamente empujo la verga para adentro.
El grueso y potente miembro de don Pedro se abrió camino con poderío por aquel conducto vaginal que estaba anegado en semen amarillento, la nena que gimió notando como otra verga nuevamente la iba penetrando lentamente, pero sin parar asumió su papel tal como lo había venido haciendo desde que la habían metido al interior de aquella cochambrosa y mugrienta casucha de campo.
Mientras a Cielo Riveros ya la iban culeando con más fuerzas, y la verga ya taladraba enfurecida la matriz de la chamaca, don Pedro continuaba embistiendo implacablemente con su verga endurecida por entre medio de las paredes interiores de la chica, a la vez que le atacaba con su boca desde el hombro desnudo, pasando por el cuello hasta llegar a sus labios semi abiertos, lamiéndolo todo, con lo cual nuevamente se anotaba que la jovencita a parte de abrirse de patas tal como lo había hecho con su hermano, ella ahora había salido de su estado y nuevamente estaba llena de escalofríos que la exasperaban y la calentaban hasta la locura, hasta dejar salir de sus labios lo que su propia calentura le demandaban,
Cielo Riveros –Aaaaaaahhhhh…! Aaaaaaahhhh…!! gemía la colegiala en cada nuevo espolonazo que le mandaba don Pedro con su vergota que estaba en llamas debido a toda la excitación acumulada en las horas de desenfreno que llevaban con ambas colegialas.
Ahora ya sin ningún tipo de consideraciones le plantaba estocadas con movimientos de adentramiento salvajes sin cesar de mover su cadera y apéndice de atrás para adelante ensartándola bestialmente, sintiendo y absorbiendo el impacto la resbalosa vagina de la casi muerta Cielo Riveros que aun se daba fuerzas para responderle a cualquiera de los dos vejetes.
Mientras esto le sucedía Claudia quien veía esta nueva violación, o lo que fuera, con sus ojos abiertos como platos ya que había jurado de guata que esta vez Cielo Riveros no reaccionaria, pero ahí estaba nuevamente su amiga cogiendo y quejándose de calentura como la peor de las putas.
Más de 20 minutos estuvo don Pedro bombeando como loco el flagelado cuerpazo de la colegiala.
En tanto la nena en aquellas acaloradas horas había bajado de peso por lo menos 1 kilo y medio por todo lo que estaba traspirando, con su esbelto cuerpo sudando y brillando alucinantemente se daba a sentir y gozar al máximo con los vigorosos movimientos en que el mecánico la tomaba como su mujer, por cada momento que pasaba las embestidas que le asestaban iban ganando intensidad, el cuerpo de la chica se movía rítmicamente de atrás y hacia adelante en el inmundo jergón debido a los firmes apuntalamientos en que la sometían.
Don Pedro quien estaba preso por la lujuria y lleno de excitación comenzó a darle unos fuertes y aceleradas estocadas, a la vez que todos los poros de los pellejos de su cuerpo junto a sus músculos se vieron envueltos en unos impresionantes espasmos de placer al mismo tiempo que le soltaba chorros de semen dentro del estomago de la chamaca que al notar lo que sucedía también jadeaba sin parar, llegando con gritos de toda índole a otro orgasmo junto a su macho.
Ahora sí que la chamaca se podría decir que le habían literalmente moqueado todo su estomago, el semen por dentro de su cuerpo lo cubría todo, como también se escurría por entre medio de sus órganos internos.
El ya más calmado vejete una vez que espero unos segundos, se relajo y sin decir palabra se levanto dejando a la chamaca en el suelo, a Cielo Riveros le extraño la rapidez en que el vejete se retiraba, pero más extrañada se quedo al ver que su amiga estaba galopando como desaforada a don Cipriano.
Claudia estaba agachada y puesta en cuclillas con sus dos manitas puestas en el peludo pecho de don Cipriano quien estaba estirado como muerto y botando babas sin darse cuenta, la cabalgada que le estaba dando la rubita era de campeonato, ya que ambos no se habían aguantado las ganas al estar viendo como los otros dos culeaban tan rico y ellos mirando.
El siniestro de don Pedro quien veía el delineado cuerpo de aquella jovencita rubia y con aspecto de nórdica, que saltaba y exprimía la verga de su hermano, aprovecho aquel momento para ir hasta donde estaban sus pantalones y sacar del bolsillo de este su teléfono celular, luego como todo un delincuente y sin interrumpir a la pareja tomo unas cuantas fotos, para después también hacer un video de 20 segundos de la colosal cacha que se estaban pegando, esto no fue advertido por don Cipriano, don Pedro ya dándose por satisfecho con su treta rio diabólicamente a la vez que guardaba su celular con la grabación y las fotografías en la memoria de este.
–Que mierda te pasaaaa pendejoooo…!!! bufo don Cipriano cuando volviendo en si vio como su hermano había tomado a la rubia y la había arrastrado hacia un lado de Cielo Riveros quien recién se recuperaba de su ultimo orgasmo.
–Jajajajaja tranquilo wey… esta rubia tiene una misión, jajajaja.
Luego que don Pedro la dejo tendida de espaldas a una extrañada Claudia que nuevamente estaba caliente debido a la cogida que se había estado pegando con don Cipriano escucho como este detestable viejo sin dientes ahora se dirigía a Cielo Riveros.
–Tu pendeja muévete despacio y ponle la concha en la boca a esta putaaaa…!!! jajajaja…!!! vamos rapidoooo…!!! antes que se te salgan los mocos de la zorraaaa…!!!, jajajajja…!!!!!