Katherine Riveros Cogida por viejos, a la puta le gusta
Katherine Riveros es una chica de 24 años, se encontraba cursando el octavo ciclo de la carrera universitaria de trabajo social, la apasionaba su carrera ya que gracias a ella podía ayudar a las personas más desafortunadas y llevarles algo de alegría y ayuda en compañía de su novio Carlos, juntos tenían más de 3 años de relación
Katherine Riveros parecía tener una vida de lo más normal, pero su vida dio un giro drástico cuando entro en una discoteca con sus amigas a desestresarse sanamente luego de una semana pesada de exámenes y encontró a su novio junto a otra chica en el extremo más alejado de la discoteca muy acaramelados, a la pobre se le vino todo su mundo abajo, sus amigas trataron de animarla y llevarla a otro lugar pero era inútil Katherine Riveros solo quería irse a su casa, no valía la pena siquiera encararle nada a ese tipo que por tanto tiempo había amado, así que tomo el primer taxi que vio y se largó de aquel lugar sola.
Ya en medio camino la joven entre lágrimas pensó que no era conveniente regresar al departamento que compartía con su ahora exnovio por todos los recuerdos que esto traería así que lo mejor era ir a la casa de su abuela, pero en la situación en la que se encontraba primero tendría que calmarse, por lo que le dijo al taxista que la deje cerca a la dirección que le había dicho en un principio, esto con el objetivo de que sus ojos rojos desaparezcan y no le pregunten nada más fuera de lo común en casa.
Eran cerca de las 8 de la noche, Katherine Riveros decidió caminar un poco para tratar de despejar su mente, pero era inútil, a medida que caminaba su tristeza se convirtió en ira ya que ella siempre se había comportado de la mejor manera frente a algunas insinuaciones que había recibido en todo ese tiempo ya sea de chicos bien parecidos como de viejos verdes y es que no era para menos ya que sin ser una modelo, Katherine Riveros es muy popular en la comunidad masculina debido a sus encantos femeninos, posee un formidable trasero producto de sus continuas visitas al gym y un par de piernas esbeltas, sus pechos superaban el tamaño promedio y a pesar de ello no se encontraban caídas para nada sino todo lo contrario, se alzaban de una manera majestuosa, su abdomen plano las hacia resaltar aún más, su cabello largo ondulado y su rostro de test trigueña clara que denotaba toda su inocencia en el mundo del sexo era la cereza del pastel ya que esos ojitos grandes y coquetos y esa boquita poseedora de unos finos labios podían volver loco a cualquiera.
La nena sin darse cuenta empezó a pasar por unos bares de mala muerte, esto no pasó desapercibido por algunos sujetos que se encontraban bebiendo cerveza y licor barato, estos automáticamente le llenaron de chiflidos, piropos morbosos e invitaciones para que se acerque y los acompañe con un trago, Katherine Riveros no hizo caso y siguió su camino
-asu mare que rico culo tiene esa condenada, si fuera mía nunca saldríamos de la habitación –le decía uno de los borrachos a su amigo que no perdía detalle alguno de la sexy figura de la chica
-a la mierda la voy a traer acá– dijo otro viejo ebrio envalentonado por todos los vasos de cerveza que había estado bebiendo
La nena seguía su caminata sin hacer caso cuando sintió que un hombre se le acercaba de manera rápida
-hola mamacita, a dónde vas?
Katherine Riveros salió un momento de sus pensamientos, giro su cabeza para observar a un sujeto de lo más horrible, le calculaba unos 60 años este tenía toda la ropa sucia y con un fuerte olor a cigarro y cerveza
–Ho…hola me dirijo a… a la casa de una amiga –fue lo único que se le ocurrió a Katherine Riveros en ese momento
-mmm ya veo, pero la noche aun es joven porque no nos acompañas un rato a mi amigo y a mí con unos traguitos, es su cumpleaños y con tu sola presencia le alegrarías la noche, ándale no seas malita –-le decía el viejo con toda la amabilidad que podía aparentar
— Perdón, pero yo no tomo
-vamos, solo será un ratito, lo saludas por su cumpleaños y listo—ya a estas alturas el viejo hacia un esfuerzo tremendo para mirarle a los ojos y no desviarlos a ese generoso escote el cual no era muy atrevido, pero dado el buen tamaño de sus pechos, era casi imposible no desviar la mirada.
Katherine Riveros solo atino a indicarle que su amiga la estaba esperando y que no podía y acelero el paso, el vejete herido en su orgullo debido al rechazo de tan despampanante muchacha, solo atino a observar cómo ese par de imponentes nalgas se alejaban de sus manos, Katherine Riveros camino unas cuantas cuadras hasta perder de vista esos bares de mala muerte y se sentó a descansar en el pasto de un parque, la oscuridad de la noche y la poca iluminación del lugar le ayudaba a pasar desapercibida mientras se atormentaba recordando otra vez lo tonta que fue todo este tiempo, comportándose bien mientras su exnovio le metía los cuernos, estuvo en ese lugar por casi una hora hasta que dolida por la ira decidido ir a alguna discoteca cercana y enrollarse con el primer chico que vea ya que si él le era infiel , ella no se quedaría de los brazos cruzados y le haría lo mismo ya que de momento su novio no sabía que ella la había visto, saco un pequeño espejo para arreglarse un poco y decidió ir a la avenida a buscar alguna disco por ahí, desgraciadamente la ruta más corta para ir a la avenida de las grandes discotecas era regresando por donde había venido, así que para evitar el mal momento de hace unos momentos decidido rodear el lugar caminando por los terrenos baldíos, para evitar a esos borrachos nuevamente.
Por cosas del destino y para su mala suerte apenas había caminado unas cuantas cuadras y se encontró nuevamente con el viejo, esta vez se encontraba solo, se había retirado del lugar luego de lanzarle una botella a uno de los borrachos que se había burlado de el luego de su penoso intento de galantería frente a la jovencita.
-vaya nos encontramos nuevamente preciosa, ¿tu amiguita no se encontraba en casa?
La nena algo asustada solo atino a negar con su cabeza
-venga pues, ahora que ya no tienes nada que hacer, acompáñame con unas cervecitas, no te preocupes yo te pongo todo jeje
Katherine Riveros bastante incomoda por las palabras del viejo solo atino a ignorarlo y seguir su camino, mientras que el viejo comenzó a seguirla, solo la siguió unos cuantos pasos cuando preso por la calentura no aguanto más y tomo de la cintura a Verónica, la quería atraer hacia su fofo cuerpo, Katherine Riveros luchaba por zafarse del viejo pero este a pesar de su edad y de todo lo que había tomado, seguía con fuerza para luchar por su presa, poco a poco entre empujones el viejo la llevo hasta una parte poco iluminada.
–yaaaaa déjeme iiiiiiir
-CALLATE!!, hace poco me humillaste frente a los demás y ahora querías hacer lo mismo ignorándome, te voy a dar una buena culiada para que aprendas a ser más respetuosa con tus mayores, te llevare a mi cuarto y te hare gozar como una perra, ya verás cómo te va a gustar
El horrible anciano logro apegar su grasiento y maloliente cuerpo a Katherine Riveros, podía sentir ese par de majestuosas tetas presionarse contra él, luego procedió a bajar sus manos de la cintura de la jovencita hacia esas duras y bien trabajadas nalgas de la nena, las manoseaba con gran vigor por encima de su falda.
-ufff que rico culo tienes puta de mierda
Katherine Riveros estaba presa del miedo, un viejo maloliente le estaba manoseando en un lugar descampado y oscuro, gritar era en vano ya que las casas más cercanas estaban alejadas y también sentía vergüenza del que dirían las personas y como la juzgarían si la encontraban en esa situación, por su parte el viejo seguía en su labor de manoseo, sentir ese par de nalgotas y amasarlas a su gusto era el cielo, pero aun quería más así que intento meter una de sus callosas manos debajo de la falda para tocar directamente esas nalgotas
–ahhhhh nooooo no meta su mano ahí
Katherine Riveros forcejeaba pero era inútil comparado a la fuerza de ese sujeto , el magreo intenso a su trasero junto a esa horrible cara acercándose a su cuello para oler su fina piel con desesperación, todo eso sumado a que se encontraba en un terreno baldío con poca iluminación, le estaba haciendo sentir sensaciones que nunca antes había sentido, la estaban poniendo cachonda, no recordaba haberse sentido así antes, ya que el sometimiento y el querer hacerlo a la fuerza era algo nuevo para ella puesto que siempre la habían tratado con amabilidad incluso en las pocas sesiones de sexo donde a ella le hubiera gustado que su exnovio fuera más rudo en la cama, pero le daba pena decírselo.
La falda de Katherine Riveros ya se encontraba levantada, el horrible sujeto se las había arreglado para subírsela hasta la cintura, los leves intentos por parte de la jovencita por bajarla con sus manos eran inútil.
–te encanta que te manoseen el culo ¿verdad? Por qué mejor en vez de estarme jodiendo con bajar tu faldita usas esas manitas y me haces una buena paja, hazlo bien ya que esta verga pronto estará dentro de tu culito haciéndote gritar como la perra que eres
La jovencita sentía ese duro mástil con su pierna y la diferencia con la verga de su exnovio sin duda se hacía notar, le daba algo de curiosidad sentir bien el tamaño y grosor con sus manitos
poco a poco se empezaba a nublar por la calentura , si bien su boca aun rogaba al vejete que la soltara, sus acciones empezaban a contradecirla, tocar ese fierro caliente de carne por pura curiosidad como pensaba ella no le estaba pareciendo tan mala idea, pero volvió a la realidad de golpe cuando sintió un ruido fuerte y el viejo cayó al suelo, la nena asustada abrió los ojos y vio a otro viejo que tenía en sus manos un pedazo de tabla que había recogido del suelo.
-ven para acá mija, ese tipo ahorita va a llamar a sus amigos y te van a violar—le dijo jalándola con una mano y con la otra recogía su humilde caja de cigarros y chicles
La joven aún sorprendida se acomodó el vestido y siguió a su arrugado héroe el cual se le miraba tan horrible y asqueroso como el otro tipo que yacía en el suelo inconsciente, pero al menos este la estaba salvando
Ambos caminaron varias cuadras hasta llegar a un parque similar al que había estado descansando Katherine Riveros hace unos instantes, aunque a diferencia del otro, este era más grande y contaba con mucho menos iluminación, decidieron descansar ahí un rato y no era para menos si bien Katherine Riveros podía continuar, el viejo que la había salvado se encontraba bastante agitado y no era para menos ya que si por la edad le impedía moverse como un joven, ahora se le tenía que agregar que el viejo era medio cojo y no podía desplazarse bien ,a pesar de la oscuridad, la jovencita noto que este sujeto era poseedor de una panza prominente pero su demás contextura era delgada seguramente esto se debería al exceso de cerveza, su piel de color marrón la cual disimulaba levemente sus arrugas bien pronunciadas, su ropa estaba igual de maltrecha que el otro viejo y su olor también era bastante fuerte, una pequeña barba mal afeitada cubría el rostro de su cansado héroe que sentía que se le salía el corazón por el esfuerzo físico que había hecho, entonces saco de su caja un paquete de cigarro y empezó a prender uno para retomar fuerzas
-descuida jovencita, este monumento en la esquina del parque es un punto ciego para todo aquel que venga por esa dirección, si alguien viene podremos verlo primero y tendremos tiempo suficiente para escondernos–decía esto mientras daba la primera bocanada a su cigarro
La bella jovencita aun asustada por esta posibilidad solo atino a agradecerle y le dijo que ella podía continuar por su propia cuenta, a lo que el viejo le dijo que de momento era muy peligroso, el viejo con el que había estado era un tipo ya conocido y bastante problemático por esta zona.
-lo más sensato es hacer algo de tiempo hasta que se canse de buscarte y te puedas ir sin ningún peligro de que te encuentre el o alguno de sus amigotes – volvía a decir el viejo que ya estaba por la mitad de su cigarro
–entiendo, creo que es lo mejor por ahora
-y dime muchacha como es que te viste en esa situación, ¿ese gordo te jalo a la fuerza??
A Katherine Riveros solo le quedo exagerar las cosas, por otro lado, lo que si conto es como había llegado hasta esa zona, empezó a contarle al viejo fumon como es que había encontrado a su infiel pareja y como se puso a caminar por esa zona para despejar su mente hasta que se encontró con ese indeseable gordo
-vaya sí que ha sido un día terrible para ti y todo por culpa del pendejo de tu novio, sabes la mejor cura para aliviar el dolor de esas personas ingratas es tomarse un poquito de este licor que tengo guardado acá
El viejo saco entonces del fondo de su humilde caja de cigarros una pequeña botella la cual era una especie de agua ardiente artesanal con algo de saborizante
-mira, acá tengo un vasito, con esto no solo se te pasara el frio que seguramente debes tener con la poca ropita que llevas puesta, sino que también te ayudara con los problemas del corazón ya veraz
Katherine Riveros al principio se quiso negar ya que no sabía que contenía ese licor, pero se le hizo algo ofensivo rechazarle algo al señor que la había salvado arriesgando su propia vida por ella
–está bien, tomare una copita para el frio
A medida que la hora avanzaba Katherine Riveros se dedicó a contarle al vejete toda su historia amorosa y como ese ingrato le había pagado, por cada pausa tomaba una copita ya que realmente sentía que le hacía bien desahogarse y cada copita la calmaba un poco tal y como le había dicho ese horrible fumon que poco le prestaba atención a las historias de la jovencita ya que estaba más concentrado en las largas y esbeltas piernas de la nena que sentada en ese lugar hacia que su faldita se suba un poco más mostrándolas mucho más apetitosas
El asqueroso sujeto cada vez que se servía una copita trataba de hacerlo lo mínimo posible mientras Katherine Riveros al contrario cada vez se servía un poco más producto del desahogo que estaba sintiendo en ese momento, poco a poco el asqueroso fumon se acercaba a la jovencita que no se daba cuenta de las intenciones de aquel vejestorio, ella la miraba como su salvador.
Tener a una persona escuchando sus infortunios le estaba sentando bien y no le daba importancia a los leves acercamientos del viejo, de todas maneras estaba en deuda con el por haberla salvado
-sabes muchacha, con todo lo que me estas contado solo puedo llegar a la conclusión de que tu noviecito ese es un pendejo, tener a semejante monumento de mujer y aun así buscar a otra chica es de imbéciles
–jiji basta no exagere tampoco
-para nada muñeca, ni en la televisión he visto a una mujer con unas piernas tan sexys como las tuyas y ni que decir de tus…bueno ya tú me entiendes
–mmm no, no le entiendo –decía Katherine Riveros con algo de picardía, tal vez producto del alcohol o del despecho que aun sentía, se le vino la idea de jugar un poco con aquel horrible viejo, de todas maneras, a diferencia del otro, sentía que con el si podía manejar la situación.
-bueno, con esos enormes pechos que tienes
–vaya, ¿enserio? Yo creo que son normales
El licor ya casi se estaba cavando y la conversación se volvió algo más personal, pasaron de simples historias a algo más íntimo como los gustos de la nena, sus tipos de hombres ideales, etc. la jovencita algo mareada solo le seguía la corriente y respondía todo lo que ese pervertido le preguntaba, el horrible fumon ya se encontraba justo al lado de ella, cada palabra era un acercamiento más a ese juvenil cuerpo que pedía una nueva experiencia
Ambos se encontraban pegados uno al lado del otro, la pequeña faldita se subía cada nada ya que aún seguían sentados en el pasto, el viejo no perdía detalle de esto y más que enojar a la muchacha, le provocaba algo de gracia ver como se le salían los ojos a ese horrible viejo
–ayyy ya no me mire tanto don, me pone nerviosa jiji
– es inevitable nenita tienes unas piernotas muy bonitas.
–jiji sigue siendo un exagera….
Katherine Riveros no pudo terminar su frase ya que apenas levanto su rostro se encontró con el arrugado rostro del viejo que sin decir nada le planto sus rajados y secos labios a los de la nena
Katherine Riveros sorprendido solo atino a cerrar sus labios y alejar su lindo rostro, pero el viejo la tomo con ambas manos para que no pueda zafarse, pronto sintió como una lengua invasora trataba de adentrarse dentro de su boquita, ella ofreció algo de resistencia pero era inútil, el aunque no lo pareciese era más fuerte, así que no le quedo más que dejarse besar un poco por aquel horrible anciano, además sentía que esta podría ser una buena manera de vengarse de su exnovio
Producto del despecho y dolor que aun sentía eso sumado al alcohol es que cedió sus labios a aquel horrible anciano que tan bien se había portado con ella hasta ese momento, incluso la había salvado y había escuchado todo su drama
Katherine Riveros sintió esa babosa lengua por toda su boca, sus finos labios que había sido cubiertos por una pequeña capa de pintalabios color carmesí ahora se traspasaban a la maloliente boca del excitado sujeto que sentía como poco a poco la nena movía sus labios y su lengua al ritmo de el
Había pasado casi medio minuto donde el viejo le lleno de sus babas toda su boca, para Katherine Riveros sentir otros labios aparte de la de su exnovio la estaba encendiendo, por su parte el viejo al no sentir rechazo por parte de la nena se aventuró con una de sus arrugadas y callosas manos a palpar la pierna de la jovencita, comenzó dando suaves caricias a la pantorrilla para luego poco a poco subir hasta sus muslos, para el suertudo anciano le hubiera sido muy fácil llegar hasta el sexo de la nena ya que al seguir aun sentados en el pasto le permitía llegar hasta esa delicada zona, pero a pesar de su tremenda calentura sabía que si se apresuraba podría asustar a la nena y todo se perdería por lo que decidido mantener por un rato más su mano acariciando sus muslos para ver cuál sería su reacción y si debería continuar o de momento calmarse para no asustar a su ángel.
Luego de unos cuantos segundo Katherine Riveros retomo algo de su cordura y alejo de ella a aquel calenturiento vejete
–ay don que pena, no sé qué me paso
-no pasa nada preciosa, solo te pruebo el punto de que tu novio es un pendejo por dejar a tan hermosa mujer de lado
–le agradezco el cumplido señor pero…
-Manuel, me llamo Manuel nenita
–ok disculpe señor Manuel, pero como que me da pena todo esto, creo que lo mejor será que me vaya a mi casa
– ¿piensas irte y arriesgarte con ese gordo delincuente buscándote??
Katherine Riveros se quedó callada, estaba muerta de vergüenza por el baboso beso que se había dado con el horrible viejo, pero también le daba miedo que el otro sujeto le haga daño
-tranquila bebita, ven siéntate otra vez a mi lado no vaya a ser que te vea ese miserable
Katherine Riveros no hizo caso y fue el viejo el que se puso a su lado nuevamente
-tranquila piernona, estemos un ratito más acá hasta que nos aseguremos de que ese tipo no te siga buscando, mientras eso pasa podríamos continuar un poquito más con mi recompensa
–re…recompensa??
-pues claro nenita, arriesgue mi vida para salvarte de las garras de ese delincuente, tienes que tener en cuenta que por salvarte ahora ya no podre vender mis chucherías y cigarros por esa zona
La ingenua jovencita sintió algo de lastima por el viejo fumon que se valía de cualquier cosa para conseguir lo que quisiera y lo que quería en ese momento era poseer ese curvilíneo cuerpo