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Cómo hacer que todo mundo se saque un ojo

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Cualquier parecido con la realidad es… absolutamente intencional y con fines educativos.

©Stregoika 2020

Las poblaciones de los países están usando su capacidad visual cada vez más. Es una medida urgente la aplicación de una estrategia que garantice mayor control sobre ellas. A continuación encontrará los pasos a seguir, para lograr en un período de pocos años que, los pobladores hagan fila voluntariamente para que uno de sus ojos sea extirpado de forma legal o que todo mundo crea legal. Entonces tendrá usted la potestad de ofrecer una solución a la incapacidad de la población tuerta y con ella, cualquier medida ulterior que desee.

 

1. Lo más importante: Manténgase a usted y su organización u organizaciones al margen del ojo público. Para el hombre y mujer de a pie y con educación promedio, usted deberá no existir. Utilice sus delegados de nivel medio, los de máximo rango pero aún no visibles, para que promuevan incentivos a los medios de comunicación y el sistema educativo para darle exagerada importancia a otros asuntos. Genere movimientos sociales. Siempre puede hacer que quienes no se apeguen a dichos movimientos y tendencias sean rechazados. Este principio de exclusión será muy útil a lo largo del proceso de conversión a tuerta de toda la población.

 

2. Asegure la lealtad de la fuerza pública y otros sectores de los que vaya a necesitar, como medios informativos o la industria de la salud. A través de más incentivos, haga que parezcan héroes a la menor oportunidad. Póngalos en un pedestal para la opinión pública. Un buen sistema es, por ejemplo, que los miembros de dichos sectores hagan videos de coreografías. Use sus influencias para que estos se vuelvan virales. Y a los funcionarios de dichos sectores, haga que lleguen importantes oportunidades de endeudamiento. Cuando llegue la hora de sacarle los ojos a la gente, ninguno dudará ni usará su propio criterio porque preferirá mantener su empleo y pagar ya sea su teléfono celular o motocicleta nuevos.

 

3. A cualquier miembro hostil o libre pensador que se rehúse, en este punto o uno futuro de la operación, siempre puede dársele trato de terrorista o incitador y hacerle mucha publicidad o, no hacerle ninguna, en absoluto. Acostumbre al público a la censura. Así, su corriente de pensamiento no existirá, ya que la gente está adiestrada desde chica a dar por único y verdadero lo que diga la TV.

 

4. Inicie una discreta campaña con una semilla. Dicha semilla deberá germinar gradualmente, para normalizar un estado en el público sin que este se entere. Mantenga para ello a los medios bombardeando a las tribus con incentivos por sus luchas individuales a través de casos indignantes, y al público en general manténgalo ocupado con fútbol, carreras de bicicletas, escándalos políticos interminables, etc. Entonces, siembre la semilla. En este caso, con temáticas en películas, series de TV e internet que generen la tendencia. Para este caso, la tendencia será la de ver con un solo ojo y vivir así. A este paso se le llama programación predictiva.

 

5. Desate el terror. De manera aparentemente no relacionada desde la perspectiva del público, deberá surgir un problema que genere alarma y miedo. Haga creer que mucha gente está enfermando de un ojo por alguna extraña razón. Recuerde que sus directrices serán seguidas por todos los organismos del mundo sin siquiera saber sus funcionarios de dónde vienen estas. Tenga en cuenta que la comunidad científica y el sector salud están a su servicio desde el punto 2. El 99% del público creerá absolutamente lo que digan los voceros de dichos sectores a través de la TV. Al 1% restante se le dará el trato del punto 3.
Importante: En ningún punto del proceso descuide la saturación en medios de espectáculos deportivos, escándalos públicos, tendencias segregacionistas y comerciales.

 

6. Envíe nuevas directivas de incentivos a los medios de comunicación y sistema educativo (usando siempre el título de sus organizaciones visibles, jamás su nombre) para que se programe en la gente la importancia de “estar unidos”. Eso reforzará el principio de exclusión descrito en el primer punto. Los pobladores deben ver, oír y leer mensajes alusivos a “estar unidos” en dos de cada tres comerciales. No repare en usar otras técnicas de control mental, en este y otros puntos de la agenda. El principio de exclusión es uno solo, pero hay muchos más: La culpa, el miedo, inundación con mensajes invasivos (que el individuo lee sin haber elegido leer), el impacto traumático (crisis económicas, hambre, violencia…), mensajes subliminales y el más clásico de todos: La repetición. Y siempre venda la idea de una salvación proveniente de usted o sus organizaciones, aunque ellos conozcan solo hasta las organizaciones intermedias. Recuerde: “Mantenerse unidos”. Con eso se salvará usted del 99% de libres pensadores, que son una amenaza para la agenda. “El que piense diferente es una amenaza” deberá repetirse como un mantra, en comerciales donde el locutor hable sin parar y las imágenes estén llenas de chispitas saltando y colores cambiantes. Así, el mensaje se instala en el subconsciente de la gente sin el estorbo de su pensamiento.

 

7. Jamás se dé por vencido. Si algo nos ha enseñado el complejo R y el comportamiento psicópata de quienes lo usamos exclusivamente, es que no hay marcha atrás. No importa cuanta oposición surja, esta no existe ni existirá, y usted debe ser el primero en creerlo. Diga y haga lo que sea necesario sin importar qué. La realidad es creada por usted, y la de los demás también es creada por usted. Es el poder del Gaslighting.

 

8. Avance en la campaña de terror. Los medios bajo su control (que deben ser todos) tienen que difundir la historia de que quienes estaban extrañamente enfermos de un ojo, ahora lo están de ambos. Todo en medio siempre de escándalos políticos, inyecciones diarias de odio a tribus separadas en sus principios (blancos contra negros, hombres contra mujeres, LGBTQi X, Y y Z, derecha contra izquierda), espectáculos deportivos y el imprescindible “Estar unidos” (aunque será usted y solo usted quien les ordene dónde y cómo “estar unidos”).

 

9. Detone una bomba de terror. La noticia de una oleada de personas ciegas a causa de la rara enfermedad deberá sacudir los medios. Pero no deberá permitirle a la gente pensar o dudar. Nunca deje de echar mano de las tendencias mediáticas y las técnicas de control mental. Haga aún más sagradas las tendencias y aún más esotérica y ridícula la idea de que la gente pudiera estar siendo engañada. No debe parecer bajo ninguna circunstancia ni en medida alguna que existe desacuerdo o duda (Punto 7). Los presentadores de radio, TV, publicidad e influencers deben apegarse a la narrativa oficial, repetir los mantras y ser ejemplo de obediencia.

 

10. Cobre favores a viejos súbditos. Las personas que la gente de a pie adora como si fueran dioses, deberán hacer realidad la narrativa. Deberán parecer ciegos por la rara enfermedad. Aquí cuenta usted con políticos, deportistas, estrellas de cine y TV, youtubers e influencers, etc.

 

11. Es hora de poner a hablar lo que para el pueblo es la máxima autoridad, ya que esta idea ha sido instalada en todos por la TV y los profesores. Esta máxima autoridad es La Ciencia. Cuídese usted de que alguien del público piense científicamente y llegue a dudar. Si aparece uno, aplíquele el punto 3. Puede, si este anarquista molesta demasiado, iniciar una tendencia para hacerle creer al público que dicha persona toca niños, le pega a su mujer o patea a su perro. Recuerde que el público creerá lo que sea que los medios le digan, y sobre todo, creerá que no es una idea vendida sino pensada por ellos mismos (si se lo ordenas). Y si aún así no se calla el susodicho alborotador, siempre puede desaparecerlo y ocultar el hecho de los medios con algo “grave”, como un terremoto o una bomba donde mueran personas de alguna tribu social vulnerable.
Recuerde: La gente debe tomar a la ciencia por dios y a la palabra de los científicos como verdad absoluta, sagrada e incuestionable, no saber que lo hace y seguir viendo fútbol. Y nunca, pero ni de riesgos,
la gente debe saber nada de ciencias.
Los científicos mainstream en este punto deberán decir que la rara enfermedad en un ojo que había aparecido, se les pasó a la gente al otro ojo y quedaron ciegos. Y que, la única opción por ahora es la extirpación del ojo enfermo y así salvar el sano. Pero, no obstante, los pobladores deben creer que sus organizaciones (recuerde, las conocidas por ellos) están estudiando incansablemente para no tener qué llegar a la medida de la extirpación. Después de cada locución de científicos en medios, mande a poner la sección de videos de animalitos que hacen gracias, sacada de internet o bien, los goles de la semana.

 

12. Distraiga la atención pública por unos meses, mientras los medios repiten mantras y la gente los asimila y repite también. Una buena idea sería la tendencia #yocuidomiojo. ¡Cuidado! Nunca en plural, sino en singular. Programación predictiva ¿recuerda? No #yocuidomisojos sino #yocuidomiojo . Nadie lo cuestionará. Créalo.

 

13. Haga que los medios mantengan al público al día con cifras. Números de personas con un ojo enfermo, ciegas y en peligro. Las cifras deben ir en aumento el 99% del tiempo y en descenso el 1%. La esperanza no puede dejársele perder a la gente, ya que gracias a esta es que ella obedece. Haga que expertos hablen cada día en los medios y peguen a la gente al techo de puro miedo, pero que siempre cierren con “no hay que alarmarse”, con #yocuidomiojo y con “Hay que estar unidos”. Hay que poner los mantras permanentemente en la esquina (y cada vez más al centro) de las pantallas, en mensajes de texto, en los letreros de los buses donde dice para dónde van, en fin, a donde la gente mire.

 

14. Repita el punto 10 con gente aún más importante, presidentes incluso.

 

15. Gire la perilla para que se desate el estado de crisis. Promueva el miedo, poniendo a expertos a decir en TV (y a repetirlo hasta enloquecer a la gente) que la enfermedad es asintomática y que quienes no tienen dolor y ven bien, no solo están enfermos ya sino que son los más peligrosos. Ordene a los medios mediante una directriz confidencial, una campaña que haga creer a la gente que la enfermedad obliga al estado a tomar medidas urgentes, y sin antecedentes. Estas medidas deben ser humillantes. También, las medidas deben ser puestas y quitadas en régimen conductivista de premio-castigo. Igual que al entrenar su perro. Gracias al punto 11, la gente clamará por una solución, seguirá creyendo lo que sea que digan la TV y los políticos, y hará lo que sea. LO QUE SEA por salir del régimen.

16. Mantenga el estado de crisis pero con la gente creyendo que sus organizaciones trabajan incansablemente para salvarlos. La situación para la gente debido a las medidas excesivas y humillantes puede ser demasiada para algunos. Aquí surte efecto el punto 2. Un estado policial o estado médico tiránico se pone de a moderadas cuotas de forma que la gente no lo detecte. Esto es lo que se llama normalización, en este caso, de un estado fascista.

 

17. Repita el punto 12 aquí y cuando desee, con guerras civiles, medidas económicas aparentemente no conectadas, provoque protestas y destrozos. Es la mejor manera de hacerle creer al rebaño que está despierto y luchando. La única condición es que estos eventos no deben ser conectados por la gente con la agenda central por ningún motivo. Y si alguien los conecta, siempre puede aplicarle el punto 3.

 

18. Las cifras y la palabra de los expertos deben ser contundentes. La gente debe creer que no hay remedio. Se vende una dictomía: O todos tuertos o todos ciegos. No hay más opciones. La gente debe repetir “…lo dicen los expertos de las más altas organizaciones, dan fe de ello las estrellas de cine y los presidentes de todos los países”.

 

19. Ordene acciones jurídicas contra los opositores y odio social y rechazo por los detractores de la narrativa. Culpe de la crisis a quienes no obedezcan al estado o no crean sus mentiras. Puede anegar los medios con propaganda que aluda a que quienes tengan los dos ojos todavía, son culpables de que siga existiendo la enfermedad. Es decir, cree una nueva tribu. Siga promoviendo “Hay que estar unidos” (de la forma que usted y solo usted ordene). Pero usted sabe que lo que está haciendo es segregarlos.

 

20. Envíe directrices a las entidades de salud para que instale toldos en los parques donde la gente vaya a que los técnicos les extirpen un ojo. Siempre, el estado debe parecer benefactor. Los procedimientos deberán ser anunciados como gratuitos, pero igual los ciudadanos pagarán por ellos de alguna otra forma. Consulte sus expertos en economía.

 

21. Promueva incentivos para los nuevos tuertos. Créditos, planes para celular, entradas a cine 3D, fiestas exclusivas para tuertos. Ordene a sus súbditos dueños de cadenas de medios, que a través de memos y directivas confidenciales, las voces y rostros de los medios ensalcen a los tuertos, les den trato de héroes y gente responsable y comprometida con el bienestar común y, en contraste, a los desobedientes, se les ridiculice, criminalice, demonice y acuse. El grueso de individuos del rebaño siempre preferirá la seguridad de la manada más grande. Si la manada obediente no es la más grande, siempre puede hacer creer que sí lo es mediante campaña en medios.

 

22. Repita los puntos desde el 16 hasta que todos estén tuertos, en la cárcel, en campos de re-educación o muertos.

 

23. Ofrezca una alternativa a los tuertos, como ojos biónicos o con rayos X, gratis, al coste no declarado de ser controlado por este. Nadie lo creerá posible porque ningún experto en TV lo dijo.

 

24. Disfrute del control total de la población humana.

 

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Un ligero error del destino
Fantasía Arruinada

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