Incesto

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No lo podia creer… Isabel estaba en su cama, mirando el techo, tratando de organizar sus pensamientos… perdida entre las sensaciones de su cuerpo y los reproches de su mente.

Era hija unica, de una buena familia, lo que aseguro que tuviera toda la atencion que necesitaba, aunque no precisamente de sus padres, que trabajaban todo el dia, mas bien de sus  primos, tios y en especial de sus abuelos, que casi siempre la cuidaban mientras sus padres estaban de viaje, pero sin lugar a dudas, su abuelo era su favorito. Gonzalo era un hombre robusto y alto, de menton fuerte y ojos penetrantes, nadador por excelencia, lo que le habia ayudado a forjar un cuerpo saludable y atractivo, el tiempo le fue cambiando su cabellera castaño claro a un manto de plata que le cubria la cabeza, no era pretencioso, por lo que nunca nego el paso de los años. Era un hombre de familia, pero su debilidad era su pequeña Isabel, esa hermosa infanta de cabello azabache y piel de marfil, que corria a abrazar sus rodillas (que era lo mas lejos que llegaba) cuando lo veia, con ella pasaba horas y horas, jugando, conversando, enseñandole a nadar… lo que fue forjando una relacion cercana entre los dos, en especial cuando su abuela fallecio. Isabel al igual que su abuelo, se habia convertido en una nadadora excelente, su cuerpo fue moldeado por el agua, de figura delgada y atletica, se habia convertido en una mujer que robaba mas de una mirada. Habia tenido un par de amorios de oficina

Pero nada serio, enfoco su vida al trabajo y sus logros, temprano entendio que el amor era algo que iba y venia… a veces iba a ver a su abuelo, comian algo juntos o tomaban el auto e iban a una playa cercana a nadar, claro que por trabajo no lo podia hacer a menudo. Gonzalo enfermo, nada grave, pero debido a su edad, debia mantener reposo, Isabel se ofrecio para quedarse con el y cuidarlo, no era tan complicado, ya que era verano y su trabajo no le demandaba tanto tiempo, ademas, no era una enfermedad grave, solo tenia que cerciorarse de que tomara sus medicamentos y de que no se moviera mucho, por que era orgulloso como el solo, no soportaba la idea de estar postrado. Asi que Isabel llevo sus maletas y se acomodo en la habitacion para invitados… fue como revivir su infancia… ese hombre sabia tantas cosas… era tan elocuente, cuando conversaban, ella lo miraba fijamente para no perder de vista ningun detalle de su rostro varonil, de los ojos amables y candidos con los que la miraba, de su cabello blanco y brillante como la luna que coronaba su cara, ella solo se limitaba a mirarlo, a sentir su mano grande acariciandole el cabello, firme pero suave.

Pasaron un par de dias, el verano era implacable, lea faltaban aparatos para mantener una temperatura agradable, lo que obligaba a andar con lo minimo de ropa en la casa, ella por lo general usaba calzas y una polera holgada, el pantalones cortos y poleras… a veces el la miraba…

 
 
Miraba sus formas maduras… su piel pegada a la ropa por el sudor.. el gran escote que dejaba ver sus pechos firmes cuando se agachaba a recoger algo y a veces una indiscreta visual de una parte de su pezon rosado… se sorprendia, no era correcto, pero la soledad de la viudez tenia efectos..
Cuando ya empezo a ver que su abuelo se sentia mejor, salian a caminar un poco, como el hombre recio y orgulloso que era, habia insistido en hacerlo, pero ella se lo negaba, tenia miedo de que se complicara su condicion. Una tarde, escuchando musica en la sala de estar, ella se sento en sus piernas, mientras conversaban, los brazos fuertes de ese varon robusto la rodearon de nuevo, la protegian de nuevo, ella le acariciaba la cara mientras conversaban… pero… ya no solo eran los brazos de su abuelo lo que sentia.. sus muslos tersos estaban encima de sus genitales, ella ya sabia como eran… sabia lo que sentia… algo grueso y grande, separado solo por un poco de tela de su piel, mientras conversaban, ella lo podia sentir.. con la punta de sus dedos acariciaba sus labios, las comisuras de su rostro… era un varon tosco y a la vez hermoso… el la tenia en sus brazos, igual que hace años atras, con sus ojitos grandes mirandolo, inocente, como si el fuera la unica cosa en el mundo que esa pequeña queria mirar… pero su cuerpo era otro, sus brazos delgados y suaves, los contornos de sus pechos dibujados por el calor en su polera, sus muslos blancos apretandole su miembro…
 
 
El contorno de sus pechos dibujados en la polera… de a poco se empezo a hinchar… muy de a poco… su respiracion se acelero, era una ola de calor que lo llenaba.. mientras ella lo acariciaba y conversaba, sentia su pene moviendose, inflandose de calor, «no.. pero como?.. que rico..» pensaba isabel, era tan contradictorio… era el hombre que la protegia, que se estaba transformando en el hombre que deseaba.. su vagina se empezo a humedecer, a palpitar despacio, sabia que tenia que alejarse, pero no podia, queria sentir esa verga dura, esos brazos grandes y robustos tomandola… ese pene creciendo de deseo… por ella.. solo por ella… abrio un poco mas la boca para respirar, podia sentir como su aliento se volvia tibio, en silencio siguio recorriendo su rostro, paso por sus labios, los rasguñaba con la punta de sus dedos… el silencio de lo prohibido los envolvio a ambos, sus ojos se cruzaron, diciendose algo que nunca se habian dicho.. casi por reflejo, Gonzalo tocio, para limpiar su garganta y dijo «se acerca la hora de las pastillas, comamos algo?»… el hechizo se quebro, ambos tomaron de nuevo sus respectivos roles, el se acerco a la mesa y ella fue a la cocina a preparar algo. Comieron en silencio, algo habia cambiado, pero ninguno tenia las palabras para expresarlo, o mejor dicho, ninguno de los dos se atrevia…

Al llegar la noche, ella le dio la medicacion y lo acompaño a su dormitorio para que se acostara, ya estaba casi recuperado, pero aun asi lo ayudaba

 
 
Le ayudo a ponerse su pijama, un pantalon corto y una polera… pero observaba su cuerpo… su pecho enorme, sus muslos fuertes..ella se fue a su dormitorio, se puso una polera larga para dormir, era todo lo que necesitaba debido al calor
 
 
La noche estaba calurosa.. le costo dormir, ya habia despertado por el calor, aunque esta vez, necesitaba al menos tomar algo de agua.. fue a la cocina, el agua la desperto un poco, al volver a la habitacion, paso por su puerta.. dormia profundamente, su pecho se inflaba lentamente.. la tenue luz azul de la noche, dibujaba su figura.. se quedo mirandolo… fue examinando su cuerpo de roble envejecido.. vio lo que queria ver… su pene estaba duro… «estara soñando conmigo?» Penso pretenciosamente, lo miraba.. nunca penso que a su edad fuera tan viril.. esa era la misma verga que hace un par de horas le rozaba los muslos… volvio a ese instante, a las caricias, a mirarlo a los ojos… la oscuridad le daba un poco de libertad.. despacio se empezo a apretar los pechos, a agitarse, su cabellera de plata, su rostro placidamente dormido… su verga grande palpitando mientras soñaba… de a poco sus pezones se ponian duros… sentia el calor humedo de su vagina propagandose en su vientre… sutilmente abrio un poco las piernas, la larga polera le tapaba hasta la mitad del muslo, con la misma, acaricio los labios de su concha, mientras se apretaba un pezon… ya no aguantaba mas… de a poco la tela se humedecio con sus jugos, se pego a su vagina, ella busco su clitoris y lo apreto entre sus deditos, el roce aspero y humedo de la tela la calentaba mas.. sin darse cuenta movia sus caderas, buscando esa verga que tenia en frente… solo podia mirar eso…
 
Trataba de ahogar sus gemidos, pero se le escapaban sin querer de su boca.. no pensaba en nada, solo sentia.. despacio camino, se acerco a la cama… el estaba durmiendo encima.. se arrodillo cerca, estaba tiritando de calentura, de nervios.. de ansia… sentia su olor de hombre, de bestia mansa descansando… no se atrevia, pero queria.. sus dedos empezaron a tocar suavemente su miembro por encima del pantalon, la carne tensa, las venas que llenaban esa verga de sangre caliente… ya no podia mas… se apretaba la concha de pasion, se mordia los labios, «un poquito, solo un poquito» pensaba. Acerco su boca jadeante a esa carne erguida… lo rozo con sus labios, abrio un poco la boca para acariciarlo mejor, sin cerrarla, los jugos de su concha rosada le mojaban los muslos… sentia los bordes de la cabeza del pene en la oscuridad, sentia el palpitar de ese hombre, del que nunca de habia dado cuenta, que deseaba tanto, sin darse cuenta sus dedos ya estaban dentro de su vagina, masturbandola freneticamente, chapoteando en sus jugos, en sus pasiones mas prohibidas… no pensaba, solo sentia… le bajo un poco el pantalon, no demoro un solo segundo en meterselo a la boca, en saborear toda su forma, con su boquita empezo a pajearlo, su otra mano no paraba de masturbarse, sentia como de a poco su abuelo empezaba a mover las caderas, no tenia miedo a que despertara, queria que lo hiciera, mientras mas le comia la verga, mas dura se ponia…
 
 
Sentia las primeras gotas de semen saliendo por su pene… eran exquisitas…
Gonzalo pocas veces habia tenido esa clase de sueños… por su mente pasaban sus primeros encuentros juveniles, sus primeros deseos, las incontables veces que tuvo en sus brazos, a la mujer que amo toda su vida… desperto inquieto, excitado.. no sabia porque… miro hacia abajo, reconocio inmediatamente la cabellera negra de isabel… se sorprendio, pero no hizo nada, la lengua de su niña lamia su verga de forma tan exquisita, sentia el calor de su boca, la saliva acariciandole el miembro… tanto tiempo, tanta soledad… para que detenerla? Quien tenia el derecho de decirle algo ahora?.. acaricio la cabellera de su niña… ella se detuvo… lo miro a los ojos con vergüenza, se abalanzo sobre el, y casi llorando le dijo «te quiero tanto, te quiero tanto»… el no dijo nada… le tomo su menton suavemente y le beso la boca, ya no como su abuelo, si no como su amante, ella se dejo llevar, solose dejo llevar, las manos experimentadas de gonzalo, no se demoraron en tocarle la concha, al principio, apretaba los labios suavemente, despues sus dedos gruesos buscaban su clitoris, y los presionaba suavemente entre ellos… ella se movia como perra en celo… le tomaba su cabellera blanca, le chupaba la lengua al besarlo,estaba tiritando, nerviosa, ansiosa, solo podia gemir, y mirarlo a los ojos a la luz de la luna… con la otra mano, gonzalo le apretaba las tetas…
Cada dedo que se posaba en las tetas de isabel, cada centimetro que recorria, era una marca de fuego en su piel… se saco la polera, el la miro… hermosa… las formas de su cuerpo esculpidas por la luz luna… ella se tiro encima de nuevo encima de el, frotaba sus tetas en su pecho, su concha en sus muslos duros y trabajados, el sentia la humedad de sus piernas, su verga palpitaba mas y mas, le agarro con fuerza su culito blanco, lo apreto contra el… de a poco empezo a masturbar su ano, de a poco le acariciaba su culo, esos dedos gruesos eran sutiles.. de a poco entraba mas y mas… ella solo lo miraba, loca de calentura… le permitiria todo, todo… cuando entro su dedo, ella movia el culo… por instinto, la verga de gonzalo pasaba por su concha, justo al medio, el roze le hacia perder la razon… gonzalo tomo su miembro, y sin advertencia se lo enterro en la concha… ella abrio los ojos, abrio la boca como si quisiera gritar… esa verga robusta le atraveso la concha, se la abrio de la mas manera mas brutal que habia sentido en su vida… no dijo nada.. gonzalo la tomo, y la acomodo para que llegara mas adentro… parecia que la iba a partir… se movio de a poco, despacio.. nunca penso que su abuelo tuviera esa fuerza aun… el le daba su tiempo, dejaba que ella se moviera, que lo conociera, las manitos de isabel le apretaban el pecho… le apretaban las tetillas.. eso lo calentaba mas… y ella lo sentia.. cuando isabel tuvo un ritmo…
 
El la dejo que lo llevara… la niña estaba como loca… de repente… tomo su cuerpo con fuerza, doblo ambas rodillas, y empezo a cogersela, ella estaba prisionera en sus brazos, gimiendo, chillando practicamente. El solo se la seguia cogiendo, podia ver su concha hincharse en cada embiste que le daba, las manos de su nieta se sostenian en sus rodillas, sus deditos tiritaban.. la sintio llegar..  tensando todo su cuerpo y estallando en en dulce «aaaahhh!»… bajo las rodillas, dejo su cuerpo descansar sobre el suyo. Le acariciaba la carita, el pelo, sentia sus tetas hinchadas de calentura al respirar… eso lo calentaba mas.. era como si su nieta lo hubiese despertado de un letargo tan prolongado.. «quiero ser siempre tuya» le dijo.. eso lo hizo hervir aun mas.. «pequeña, no sabes lo que dices», «te quiero, te deseo, nadie tiene que saber, voy a hacer lo que tu quieras» le dijo al oido.. gonzalo no aguanto mas.. la beso.. le apreto las tetas, la concha, ella se calento de inmediato… se apretujaban sus cuerpos sin control.. el la dio vuelta en la cama, ella no dijo nada… le abrio el culo con sus manos, metio uno de sus dedos lo mas adentro que pudo y le empezo a masturbar el culo con toda su fuerza… el roze la quemaba… solo levantaba las caderas para sentir mas y mas, ese animal bruto, fuerte la estaba haciendo suya… y era lo mas hermoso que habia sentido en su vida… gonzalo acerco sus caderas al culo de isabel…
 
Con ambas manos tomo su trasero, le acaricio el ano con la punta de su verga, y la empezo a meter lentamente… isabel se quedo quieta… tiritando… casi no podia respirar… ya no sabia si era dolor o placer… solo sabia que el era suyo… cuando llego hasta el fondo, gonzalo empezo a cogerse ese culito blanco y firme, con toda la fuerza que tenia, cada embiste era brutal, la poca lubricacion, lo apretado que estaba… los quemaba a ambos… no paraban… ella se quejaba con dolor y placer..  el estaba despierto, como en su juventud, mientras mas se quejaba mas se calentaba… «culeame, culeame asi… aaahhh… no pares, no pares» chillaba isabel… el no la escuchaba… su cuerpo solo se movia… la sostenia de los muslos, la levantaba de a poco cada vez que empujaba… ya iba a llegar… lo sentia.. ella se agarraba de la cama, como podia… su culo ardiente envolvia la verga de gonzalo… ya viene… «culeame fuerte» repetia isabel sin parar… un pequeño gemido… un segundo de muerte y resurreccion… empezo a tiritar, sus bolas se tensaban, su verga escupia leche caliente como nunca lo habia hecho en su vida… parecia que se iba a desmayar… ella grito de placer… se quedaron asi.. lentamente, gonzalo saco su verga que goteaba semen y se estiro a su lado.. ella se sento, con una sonrisa exhausta a su lado, le acaricio su rostro, su pecho, su pene… se acosto a su lado.. en silencio.. toda la vida estuvieron juntos.. nadie tiene el derecho a decir nada…
Animus
Patricia

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