Confesiones Incesto Tabú

Elogio a la soledad y un saludo a Maholys.

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Confesiones | Homenaje | Tabú | Sombrío
©Stregoika 2022

Despertar. Volver de un mundo mejor que este, a esta reverenda porquería. Vuelvo a conectar mi mente a mi memoria y recuerdo que vivo en este infierno, donde toca pagar por existir. ¡Uhy! Pero qué feas palabras… si la muchacha en el show matutino dijo ayer que había que sonreírle a la vida. «Pues que le sonría ella», pienso yo. ¿Cómo puede esperar alguien que otra persona sonría si no tiene razón para hacerlo? ¿Acaso, porque alguien le dijo «sonríe»? Eso es tan lamentable que me quita cualquier asomo de ganas de sonreír que haya podido tener.
Hubo un período durante el que todavía hablaba con gente. Luego me cansaría, al comprobar que los seres humanos son una especie de zombi que vive en un culto y que, algo parecido a un parásito mental, ha nublado su inteligencia. Pero, durante ese período, lo que hacía inconscientemente era, a veces, luchar contra ese culto y, otras veces, amoldarme a él para no estar solo. Por ejemplo, cuando me encontraba a alguien y me preguntaba «¿cómo estás?», yo no respondía, porque no le veía sentido a la pregunta. O a veces, contestaba algo obvio, justo para lo tonto de la pregunta. Algo como [estoy] «de pie», «despierto» o inclusive «vivo».
—¿Cómo estás?
—Estoy vivo.
Y el otro pone de cara de limón. Lo miran a uno como si tuviera dos cabezas. Ah, claro, porque uno tiene que contestar “bien”. Pero, si se supone que uno siempre está bien, dado que siempre tiene que contestar lo mismo a la pregunta de “¿Cómo estás?”, entonces ¿para qué preguntar, en primer lugar? ¿No es algo estúpido? ¿No es eso un ritual? ¿No son los comportamientos rituales parte de un culto? Y claro, cuando me sentía tan pero tan solo, prefería unirme al ritual y contestar «¡Bien!» y ahí sí nadie ponía cara de limón ni lo miraba a uno como si tuviera dos cabezas. ¡Uno era ya parte del culto! Había contestado correctamente a la pregunta ritual, así fuera con una mentira: «¡Bien!».
En este culto hay que estar, o peor aún, aparentar estar bien siempre. Y si no lo hago, me rechazan. Pero claro: ¡Es un culto! Si contesto [estoy] «mal», me regañarán por no estar «bien». Me regañan, lo cual me hace pasar de estar mal a estar peor. Tiene mucho sentido su ritual, señores.

Enciendo la televisión. Siempre, lo primero que veo es un maldito policía hablando para un micrófono. Son las noticias, y siempre empiezan relatando algún hecho violento. Y siempre, el policía de turno está usando una terminología empalagosa e hipócrita. Parte del culto es sentir miedo, y cada mañana TODO MUNDO enciende la T.V. para que los sumos sacerdotes de su culto le proporcione su ración matutina de miedo. Obvio, yo no hago parte de dicho culto, aunque el costo sea el vivir en esta soledad. Yo prendo el televisor por otra razón, solo que no tengo la culpa que quien lo apaga en la noche, es alguien que estuvo viendo algo en ese canal.

Entonces salgo a buscar donde leer. Si hace sol, bien. Si no, a chupar ruido infernal en casa o terrible frío afuera. ¿Alguna vez han salido de casa buscando paz? La pregunta pierde sentido cuando uno se da cuenta que la pregunta significa “no tener casa”.
Paso casi todo el día por fuera, extenuando el cuerpo para que descanse el alma. Y en casa hago lo opuesto. Leo libros, si encuentro donde y si el frío es soportable. Si leo en español, puedo leer mentalmente, pero si el libro está en inglés, me toca leer en voz alta, porque me distraigo con facilidad y me pierdo. Una vez alguien me oyó leyendo y me dijo «¿Por qué no se presenta a un call center?». No supe la respuesta en ese mismo momento, se la habría dicho al individuo. Tuve qué meditarlo y ahora lo sé (vean que ni yo mismo lo sabía): Yo aprendí inglés para leer libros, no para ser esclavo de alguna multinacional. ¿Ven, como se conciben las habilidades de alguien no para su libertad, leyendo e instruyéndose, sino para ser mejor esclavo? Casi todos quienes me conocieron, se hacen cruces de verme desempleado y pobre, cuando, según ellos, soy asombrosamente inteligente. Prrr. Todo termina en ganar dinero, para ellos, y ni sospechan que así piensan.
Yo trabajé muchos años pero desperté, me di cuenta del culto y me salí de él. Me di cuenta que el “trabajo” es un nombre pomposo para la esclavitud. Que lo que se hace, sin importar qué sea, trepa por una pirámide para que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. No es por el bien del planeta, ni de los seres humanos, sino por el bien de El Sistema. Ni siquiera enseñar niños, ni siquiera hacer parte de un colectivo por el medio ambiente. Todo, TODO está permeado por políticas que nutren la pirámide.
Madrugar, atravesar la ciudad, trabajar para el sistema y volver a atravesar la ciudad después de diez horas para medianamente reponer energías para repetir el proceso al día siguiente. Todo eso, a cambio solo de pertenecer al sistema, para poder endeudarse y comprar cosas, y así, seguir haciendo parte de El Sistema. Vender la vida para sobrevivir y así, seguir vendiendo la vida. ¿Crees que trabajar es algo digno? Claro, eso te hizo creer el sistema. Estás en un culto y no lo sospechas. Al que despierte, se le dará trato de loco. Yo debo parecer loco. Entre las opciones «trabajar como mula y ser pobre» y «no trabajar y ser pobre», adivinen qué elegí.

Mi sistema nervioso conduce una cantidad de energía… la normal multiplicada quizá por miles. Por eso veo cosas que otros no ven y siento cosas que otros no sienten. Por eso el ruido me atormenta. Por eso prefiero la soledad, aunque sea tan amarga a veces. Es tan digna… sobre todo si la comparas con la manada, con el culto. Y, también por eso, no sé si decir ‘padezco’ o ‘gozo’ de una pasión irreprimible por las morras (entiéndase, sapas de entre 12 y 16 años). Su belleza me resulta abrumadora y la atracción que siento es apenas controlable. Paradójica y cruelmente, no debe existir una morra que aparte de ser una morra linda, esté por fuera del culto. De hecho, los jóvenes son los que más jodidos están. Sus mentes están cautivas no solo por la T.V. y la radio, como las de los adultos de ahora; sino que está presa por las redes sociales de internet.

Quiero confesar que los relatos de Maholys me tienen obsesionado. La compleja combinación ‘Incesto consentido padre-hija menor de edad’ es una vaina que me desencaja de deseo. Siento envidia por su padre. Y, a causa de la vividez y sinceridad de los relatos de ella, me he sentido tan solo que vine a desahogarme escribiendo todo este… bodrio. Lean también mi nota autobiográfica, me vale verga.

¡Pero qué contrastes hay en la vida! Hay personas tan reprimidas y castas, aún cuando irónicamente puedan, con justicia, calificarse de pervertidas (yo); y gente con vidas tan desenfrenadas y locas…  Maholys se presenta ante mi imaginación como la encarnación de todo lo que más deseo y que amaría. Sus relatos son como una bola de cristal donde veo todo lo que siempre quise y nunca tuve/hice/fui.

No tengo nada más que decir, un saludo para ella.

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Le ha gustado a:

  1. Wow, esperaba otra cosa, ahora pienso que sí me conocieras me odiarias, por lo menos 30% de lo que odias soy así, aunque no soy tan vacía
    Aunque a veces es muy difícil trato de ser positiva, pero creo que no es necesario ser iguales para poder llevarnos bien, seguramente seríamos buenos complementos
    creo que me parezco un poco a tí en que prefiero quedarme sola en mi cuarto a leer un libro que a salir con personas que no suman nada a mi vida
    Yo también soy fanática de leer libros, talvez por eso disfruto escribir tanto. Recomiéndame uno
    Por cierto, me recuerdas a Humbert Humbert, creo que así se llamaba el personaje, seguramente sabrás de quién hablo, me recomendaron ese libro diciendo que me identificaria con la niña pero no, en cambio tu sí me recuerda al protagonista, porque eres inteligente y tú visión de la vida.
    Bueno, perdón por extenderme, estoy aburrida en casa de mi tía y no tengo con quien hablar. Te pasaría mis redes para que podamos conversar pero veo que las odias, o probablemente odiarias mi contenido, pensarías que soy la típica chica superficial, eso aparento pero te aseguro que no soy así.
    Me sigo extendiendo, perdón
    recomiendame algún libro, o quizás algo de lo que has escrito que pienses que me guste, aunque suene loco no me gustan los relatos eróticos, pero por tu forma de escribir creo que me darás más contenido que solo una descripción porno. Bueno chao, gracias por todo lo que has escrito sobre mi

    • Te respondo pero te juro que no voy a molestarte.
      Léete Princesa Daisy, de Judith Krantz.
      Y escritos míos, pero claro que escribo cosas no eróticas. Busca «stregoik@ lektu» en google. Elige lo que quieras para descargar y leer y si algún día quieres comentarme algo, me alegrarás el día.
      Bye.

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