Soy Fiorella, y hace algunos años, a mis 6 años de edad, perdí mi virginidad tanto en mi vagina como en mi culo. Mi cuñadito me cogió de manera deliciosa, y después de mí, se fue a por mi hermana, una mujer tetona que sudaba debajo de sus pechos. Cuando llegaba de la escuela, corría rápidamente a su habitación, donde él me esperaba ansioso. Primero me metía sus pelotas negras en la boca cuando me portaba mal, y luego me penetraba el trasero sin piedad. Después de esas sesiones, a duras penas podía caminar. A veces, mi hermana y yo le hacíamos sexo oral juntas, mamándole sus huevos salados. Anhelo que vuelva a darme una buena cogida, ya que la última vez solo me dedicó a lamerme el culo durante cuatro horas, cuando normalmente lo hacía durante diez. Extraño su negro culo sudado en mi cara blanca, y deseo que mi hermana vuelva con él, ya que está triste y solo llora viendo fotos de su gran pene. Personalmente, echo de menos sus besos, caricias y la saliva que me escupía en la cara. Afortunadamente, guardo algunas gotas de su semen que huelo cada noche antes de dormir. Espero volver a encontrarme con él y que vuelva a romperme el trasero.
