Después de vivir los acontecimientos con mi primo, mis ideas cambiaron. Cada vez que había la oportunidad a estar a solas con mi primo, él aprovechaba para hacerme sus cosas, cómo meterme la verga en mi boca, o manosearme todo mi cuerpo. En total, todo eso era normal para mí.
Desde entonces me vida cambió y mi inocencia se termino, en aquel año, a mis 10 años empezó una vida nueva para mí, donde ahí pude darme cuenta de los oscuros y secreto de mi familia y lo prevertido que son.
mi edad de mujer adulta empezaba desde entonces, a mis 10 años.
[Mi tío, el inició de mi vida sexual]
En una noche de un sábado, nos reunimos casi toda la familia, ese día llevaba puesto mi ropa favorita: una licra negra(esta licra se metía demasiado entre mis nalgas, y por mi zona vaginal, que se marcaba escandalosamente la V), y una blusa Blanca, de tallada 34 usaba así por que mis pechos estaba muy marcado y si me ponía una blusa pequeña se me veía y se notaba todo mis pechotes.
Jugaba con mis primas a las congeladas, yo estaba muy sudada, sentía como mis partes íntimas se deslizaba con facilidad, de lo mojada que estaba en esa zona. Estaba muy agitada, cuando de pronto mi tío(medio borracho) Me llamaba, lo miré y me dirijí hacía a él, con su brazo lleno de vellos, me abrazó, me dio unos monedas, y al oído me dijo que le vaya a comprar unos cigarrillos. Cuando regresé él estaba sólo en una esquina de la casa sentado, mientras lo demás bailaban y tomaban. Yo me acerqué a darle los cigarrillos, cuando me disponía a dejarlo, él me detuvo agarrandome de mi cintura, lo siguiente que recuerdo que me dijo que yo estaba muy Bonita, mientras me decía eso, sentía como sus manos se deslizaban lentamente en mi espalda que bajan poco a poco sobre mis nalgas, rápidamente sentí sus manos calientes en mi culo, nuevamente esa corriente excitación en mi cuerpo lo sentía.
A haber sentido todas esas sensaciones de tanto de mi primo y de mi tío algo dentro de mi desperto. Me volví adicta a esa sensación que en mi cuerpo lo hacía estremecer, y en especialmente en mi vaginita. Es en este punto que mi vida sexual se despertó.
A mis 10años de edad ya era una niña caliente que buscaba algo que sirviera para refregarlo en mi vagina y que más aquello que sobresalía de los pantalones de los hombres de mi familia a cuál yo me sentaba en sus piernas para solamente experimentar esa vergas dura en mi vaginita.
Instantáneamente me volví una niña muy traviesa, inperactiva, me gustaba ir de allá para acá aunque usará vestido. Esta cosa lo hacía tanto en la escuela y en mi casa: me gustaba sentarme con las piernas abiertas, levantar mi vestido y ver cómo los hombres de la familia me veían, pero de vez en cuando al hacer eso a mi me retaban, las mujeres(mis primas mayores, mis tías etc).
No les voy a mentir que a esa edad ya era una niña caliente(creo que haber sentidos esas nuevas cosas en mí cuerpo, sencillamente queria experimentar aun más) cuando veáis la oportunidad de satisfacer mis necesidades yo me refregarme en cosas duras como los caños de las sillas en mis nalgas, las puertas, las almohadas y una muñeca de trapo grande que fingia estar cogiendo con ella. Todo me encendia.
Pero lo que más hacia era sentarme en las piernas de algunos hombres de la familia. Mis tíos y mi primo, y posteriormente mi padrastro, esto lo hacía con la excusa que jugaba con el celular, yo sentaba en las piernas de ellos, y podía sentir sus bultos en mis nalgitas.
Pero el que últimamente el que me gustaba estar sentada, era el de mi tío mas joven, un chico alto de 32 años de edad, que le gustaba cuidarse mucho, y usar pantalones sueltos de jogging que le marcaba todo su miembro, y que me dejaba sentir en mis nalgas, eso para mí era una explosión de excitación. Y yo contenta de poner ahí mi culito grande, y sintiéndome felizmente el bulto que se volvía rígido una vez que mis nalgitas se acomodaban ahí, ya que los calzones que yo usaba era de una tela muy blanda que se me metían mucho entre ellas y entonces hacían función de tanga, y se podía sentir mucho mejor lo que había allá abajo que me sacaba suspiro.
Mi tío era complaciente conmigo, le gustaba que yo me moviera de adelante hacia atrás, que hiciera círculos con mis caderas y diera pequeños saltitos, todo con un límite de velocidad, y todo eso lo hacíamos como un sencillo «juego» que él y yo lo disfrutamos. Pero a mí me gustaba más el roce de esa verga duro en mi vaginita que me hacía sentir esa famosa corriente dentro de mí. A mi tío no le parecía preocuparle, solo me acomodaba cuando me iba mucho de la posición, me apretaba a él en un abrazo y lograba sentir nuevamente esa verga dura en mi culo. Pero a la vista de las demás personas esto era un juego.
Pero, nuevamente como de costumbre, un
Sábado en la noche fui a más, en una reunión de la familia por unos rato estuve en las piernas de mi otro tío y me sentía extraña, era como si quisiera sacarme un calor de adentro mío, quizás fue porque un rato atrás ví a escondidas como mis primos veían grupalmente un video porno en unas de la habituaciónes y se masturbaban.
Pero ninguno de mis tíos me dejaba por mucho tiempo en sus piernas, sabiendo que podría meterme en líos. Hasta que llegó mi tío favorito con una sonrisa y pantalones cortos sueltos, mi mirada se mantuvo en aquel lugar donde estaba su verga, sabiendo que queria montarme ahí rápido.
Recuerdo que mi tío decidio ir al sillón, que separaba la sala del comedor por una habitación, estaba enojado con mis abuelos. Desde la mesa no se podía ver los sillones y milagrosamente todas las personas estaban al otro de la sala, en ese sector donde no se podía ver.
Así que ahí fui con todo el coraje mientras iba a abrazarle con dulzura viendo que su rostro se transformaba en una sonrisa.
Me senté en sus piernas frente a el y mi vestido de flores se alzó un poco, pero solo comencé a preguntarle cómo fue su día, y cosas que el me respondía cuando hablaba con una niña pequeña. Pero no era tan pequeña mis intenciones con él, yo solo pensaba en sentir su verga sobre mi vaginita. Y lo comencé a sentir, aunque estaba sentada más atrás podía sentir aquel bulto sin despertar y comencé a inquietarme.
— Tío, me préstame tu celular, quiero jugar-, me gire hacia él, este movimiento hizo que mi vestido quedé arriba y mi nalgitas desnudas tocaron el pantalón, sintiéndome temblar, si no fuera por esas telas estaría arriba de eso que tanto quería que me diera placer. Pero iba a ser paciente, tome el celular y me acomode sin vergüenza en ese lugar sintiendo como mis nalgitas atrapaban todo ese rico bulto.
En la sala había música, personas charlando y bebiendo, así que aproveche a hacer lo mismo que solía hacer pero un poco más notorio.
Comencé a moverme hacia adelante y atrás, dando algunos saltitos, y círculos, todos juntos sintiendo como la verga de mi tío se iba agrandando de a poco, comencé suspirar, la verga de mi tío estaba comenzandome a hacer presión contra mis nalgitas, al sentir eso sencillamente no deje de jugar y moverme, y más cuando mi tío me dejaba ser como siempre.
Pero está vez algo distinto sucedio, las manos de mi tío se metieron por bajo mi falda, el comenzo a sobarme mis nalgitas y apretarlas a tal ritmo que empezó a moverme hacia abajo sintiendo toda esa verga, después tiro de mi calzon sintiendo como se adentraban más a mi culito haciéndome escapar un pequeño quejido.
— Eres bien traviesa tatys, si no fuera por el lugar haría más— dijo mi tío a mi oido, yo solo reí y me empecé a moverme aún más, acompañada con sus manos en mis nalgas, instantáneamente miré por todos lados para ver si alguien nos veía, pero toda mi familia estaba muy entretenidos bailado y tomando.
Emocionada y llena de sentimientos, mi tío me ordenó que me ponga de pies un ratito, yo quede parada pero dándole la espalda. -mira que nadie nos vea-. Me dijo al oído, yo le hice casó, observé por todos lados para que nadie no esté observando, sin mirarlo a mi tío, pude escuchar como él movía algunas almohadas para despejar el lugar, entonces nuevamente me sentó en sus piernas pero esta vez sentí algo que siempre quería palpar, sentí algo caliente y mojado en mi entrepierna, duro y que intentaba levantarse.
Mi tío acercándose a mi oído me mencionó — Muevete más tatys, Muevete como hace rato. Muéstrame cuando deseabas esto-.
Era la primera vez que hacía eso, que no era algún objeto o mi muñeca, o solo el bulto en el pantalón. Y era la primera vez, que mi tío me hablaba de esa manera, algo que me sorprendió pero para bien mío.
En ese mismo rato tenía esa verga rígida entre mis piernas, así comencé a hacerlo, a moverme de arriba hacia adelante sintiendo como mi calzón que se mojaba mucho mientras iba de adelante hacia atrás, mi tío metiendo sus manos por de bajo de mi falda nuevamente, esta vez agarro mi cintura, y al mismo ritmo nos comenzamos a mover a intercambiaba los movimientos con saltitos sintiendo como su cabeza de la verga chocaba con la entrada de mi vagina mojada haciéndome temblar.
Detrás de mi, mi tío suspiraba y movía también su entrepierna al punto de que nuestros movimientos podían llamar la atención. Pero mi tío solo siguió moviéndose cada vez más rápido mientras yo me movía muy, muy rápido, era un vaivén y ahora sin cuidado, haciéndome sentir perdida. En ese precisó rato cerré los ojos, la corriente que tanto estaba buscando lo volví a sentir, era algo que corría en todo mi cuerpo, y llegaba hasta mi vagina, pude sentir como me empezaba a salir mis jugos vaginales. Mi calzón ya no era un obstáculo para la verga mi tío, por que el movimiento que hacía, hizo que mi calzón se abriera de lado, esto pude palpar la verga en casi toda su dimensión.
Rápidamente vi que mi tío agarró un trapo que lo llevó a mi entrepierna y con un suspiro largo de mi tío mientras me apretaba muy fuerte y me tiraba hacia atrás exhausta por los cosquilleos que sentía en mi estómago.
— dios tatys, por un momento me olvidé dónde estabamos— susurra a mi oido respirando pesadamente— que traviesa eres. Serás deliciosa cuando seas grande. Ahora ve a limpiarte y refrescarte. Antes de que alguien venga-.
Sentí como en mí entrepierna estaba muy mojada, comencé a caminar pero noté antes una mano agarrando una de mis nalga que le apretaba muy fuerte. Al ver hacia atrás, mi tío me miraba con una sonrisa como si le hubiese echo un gran trabajo. Me sentí mejor que antes al ver que me había deshecho de mi calentura pero también el de mi tío.
Seguiré contando mi experiencia de mi inicio sexual.