Mientras iba respondiendo sus preguntas, mi mano inquieta empezó a subir nuevamente por sus pequeños muslos hasta llegar a su pubis, no resistía la sensación que me producía sentir su delicada piel, sus pequeños vellos y el calor que de ella emanaba, empecé a masajear suavemente, sus pequeños bellos producían corrientazos que recorrían mi cuerpo, mi mano cubrió toda su vagina, sentía sus labios vaginales y toda su humedad, una fantasía total de deseo embriagaba mi ser y mis dedos empezaron a tocar suavemente su vagina, el dedo del corazón entró en ella, en ese momento cerro sus piernas y saque mi dedo, estaba totalmente mojada ni adorada nieta.
Nieta: Abuelo porque me haces tantas cosquillas y no me cuentas lo de mi mamá, me vas hacer reír y nos escuchan.
Abuelo: Ya te lo he dicho, me gustas mucho, además me dijiste que lo podía hacer porque también te gusta, si te hago cosquillas te vas a sentir mejor y vas a querer que te haga el amor más pronto, recuerda que tenemos poco tiempo.
Nieta: Abuelo yo si quiero un poquito, pero me haces muchas cosquillas y no me cuentas todo, yo pienso que lo que tu quieres es que yo me deje hacer el amor y tu no me cuentes todo lo que pasó.
Abuelo: Deseo que hagamos el amor antes que te vayas, también quiero que sepas todo lo que paso con tu mamá, aprovechemos nuestro tiempo porque de pronto no alcanzamos hacer todo mi querida nieta, no quiero que te levantes hoy de esta cama sin que hayamos hecho todo, por cierto, me encantaría que tu le hicieras cosquillas con tus manos a mi pene.
Nieta: Es que no se abuelo, quiero decirte la verdad, tengo un poco de miedo, porque mejor no esperas hasta las otras vacaciones, soy muy niña para hacerlo, me asusta todo lo que me dices, además no se como hacerlo y si no lo se hacer como te gusta te vas a enojar conmigo abuelo.
Abuelo: Cómo se te ocurre que me voy a enojar contigo y es normal que tengas temor, es tu primera vez, pero como te dije antes, después de que pase la primera vez te vas a sentir tranquila y me vas a pedir que lo volvamos hacer, asi paso con tu mamá, tuvo un poco de temor al comienzo, pero después cada vez que lo hacíamos lo disfrutaba mucho, no te preocupes que yo te voy a enseñar como hacerlo, asi como le enseñe a tu mamá y no quiero esperar hasta las otras vacaciones porque depronto lo haces con otro y yo quiero ser el primero en hacerte el amor, quiero robarte tu virginidad mi adorada nieta.
Nieta: Como dices eso abuelo, ¿con quien más lo haría?,.. está bien, me convenciste, pero tienes que decirme primero cómo fue que hizo el amor con mi mamá la primera vez, me cuentas todito, quiero saberlo y voy a complacerte con hacerle cosquillas a tu pene con mis manos, porque dices que quiere robarme mi virginidad?
Abuelo: Es una forma de decir cuando es tu primera vez, aunque la vez pasada dejaste que mi pene entrara un poquito un tu vagina, pero para robarme tu virginidad mi pene debe entrar todo en tu vagina y dejarte toda su leche dentro, por eso es diferente.
Nieta: Entonces me vas hacer lo mismo que hiciste con mi mamá abuelo.
Estaba un poco cansado de hablar con mi nieta, aunque mi deseo por ella era más fuerte, estaba esperando la respuesta que me acababa de dar, por fin mi adorada nieta sería mía.
Me quite el pantalón y mis bóxer quedando desnudo, luego me senté sobre la cama, se quedó mirando mi pene por un momento y luego sus manos se apoderaron de él, lo apretaba fuerte con sus dos manos y lo soltaba, así lo hizo por unos segundos, mi estimulación aumentaba igual que mi deseo por poseerla.
Le quite su vestido y quedó completamente desnuda, se inquietó un poco porque pensaba que podían verlos, pero en ese momento yo no pensaba en esas cosas, igual estaba seguro que ellas no subirán a nuestro cuarto.
Estaba sentada en la cama junto a mí, empecé a acariciar su cabello con mis manos y luego sus pequeños senos, mis manos los acariciaban suavemente, lo hacía con la llema de mis dedos, una maravilla sentir cada parte de su cuerpo, en ese momento la abrace contra mi cuerpo, no soportaba la idea de no poder empezar hacer el amor con ella, me estaba enloqueciendo y además, corría el riesgo de que por error ellas subieran a nuestra habitación.
Nieta: Abuelo me asustas cuando me abrazas así, no se porque, pero siento un poco de miedo, no te pongas bravo por eso por favor.
Abuelo: Ya te dije, estes tranquila no me voy a enojar nunca contigo, por el contrario debo agradecerte por ser tan linda y querer hacer el amor conmigo, es el mejor regalo que me puedes dar.
Abuelo: Cuando hicimos el amor por primera vez con tu mamá, nos quedamos solos todo el día, porque tu abuela se fue con tu tía, ese día jugamos en el parque y por la noche nos pusimos a ver una película los dos, ella estaba un poco nerviosa, pero quiso quedarse en la cama a dormir conmigo esa noche mientras veíamos la película.
Nieta: Abuelo y mi mamá estaba así como estoy yo ahora, ¿desnuda?
Abuelo: No, ella se acostó con su pijama, pero después yo me quite mi pantalón de la piyama porque mi pene se puso grande, yo le pregunte primero a ella y como me dijo que sí, entonces me lo quite y nos quedamos así otro rato, después yo empecé a acariciarla así como lo hago ahora contigo, después la desnude y yo hice lo mismo, quedamos desnudos en la cama los dos como estamos ahora.
Nieta: Abuelo y ¿mi mamá también te tocaba el pene con sus manos como yo lo hago?
Abuelo: Si, pero muy poquito,era muy tímida, pero yo sí le acariciaba todo su cuerpo, estábamos acostados en la cama desnudos, entonces podíamos sentir nuestros cuerpos.
Estábamos en nuestro relato cuando escuchamos la voz de mi esposa que decía que iban a salir un momento y que pronto regresaría y le preguntaron a mi nieta si ella quería acompañarlas, pensé en ese momento que todo terminaba, ella se levantó, fue hasta la puerta y respondió:
Nieta: Abuela yo estoy con mi abuelo acompañándolo y viendo una película mejor voy después.
Fue la respuesta de nieta, una alegría total para mí, definitivamente estaba decidida a vivir esta experiencia con su abuelo, mi esposa respondió que bueno y luego escuchamos el golpe en la puerta que nos indicaba que ellas habían salido.
Me levanté y aproveché para abrazarla nuevamente, sentir su pequeño cuerpo desnudo entre mis brazos encendió aún más mi placer por tenerla, no podía creer tanta fortuna en ese momento.
La recoste sobre la cama y me quede apreciando su hermoso cuerpo, sus pequeños senos adornaban su cuerpo, igual que el asomo de sus vellos que cubrían su pubis, mi pene estaba totalmente erecto y su mirada iba directo a el, me incline sobre su cuerpo, mis rodillas quedaron en medio de sus piernas y mis manos las coloque a lado para no caer sobre ella, mientras seguía observándola, recosté mi cuerpo suavemente sobre el suyo, quería que ella sintiera placer en ese momento y se dejará llevar por el deseo que me consumía.
Nieta: Abuelo me ahogas, tu pesas mucho y casi no respiro, quiero que me sigas contando.
Abuelo: Mi nieta adorada, te deseo mucho y no puedo contenerme, quiero devorarte toda en este momento y entrar en tu cuerpo, es más grande el deseo por ti que por tu mamá mi adorada nieta, te deseo más a tí que a tu mamá esa vez, ya no te voy a contar lo que pasó después de que quedamos desnudos en la cama con tu mamá, a cambió, voy hacerte todo lo que hicimos esa noche los dos con tu mamá.
Nieta: Abuelo me asusta con tus palabras, pero me gusta lo que me haces sentir y si quiero que me hagas todo eso que hiciste con mi mamá, no sabía que me deseabas más a mí que a ella, quiero saber porque.
Abuelo: Te deseo más a tí porque tú eres atrevida, tu cuerpo es más lindo, hiciste más cosas la primera vez que tu mamá, tocaste mi pene, le diste una mamadita muy rica la vez pasada, probaste un poquito mi leche y me dejaste meterte un poco la cabeza de mi pene en tu vagina, ella no hizo eso, por eso te deseo más mi adorada nieta, ahora te convertirás en toda una mujercita cuando hagamos el amor.
Sigue «final»