Contraía su vaginita, sentía cuando lo hacía, con mis manos la tome de sus caderitas y empecé a besar su vaginita, sintiendo sus pequeños vellos, bese sus labios vaginales saboreando plácidamente mientras penetraba mi lengua en ella, coloco sus manos en mi cabeza como siempre lo hacía, pienso que el deseo que despertaba en ella era muy fuerte y no se podía contener, movía su vaginita hacía mi boca presionando para sentir mis caricias, su aroma me embriagaba, sentir toda su vaginita mojada en mi rostro me encantaba, una nueva experiencia para los dos.
Con mis manos subí un poco sus piernas y las abrí para poder penetrar un poco más profundo mi lengua en su vaginita, ella no aguanto y cerró sus piernas, quedando mi cabeza en medio de ellas, había logrado despertar todo el deseo de mi niña hermosa.
Por debajo de las cobijas subí hasta estar frente a su rostro de medio lado, lo tomé con mis manos y le di un largo beso, mordía sus labios suavemente mientras mi lengua entraba en su boca y se confundía con la de ella, mordía su lengüita, la sensación recorría todo mi cuerpo despertando deseo en mí.
Mi esposa seguía durmiendo por fortuna de los dos, sólo escuchaba su respiración un poco agitada, sentí cuando mi niña tocaba mi pene, por primera vez lo hacía por voluntad propia, tenía deseo por mí, ya no podía ocultar el deseo que la embargaba y me lo demostraba tocando mi pene como a ella le gustaba, lo apretaba fuerte con sus manos y acariciaba su cabeza que estaba mojada, una locura total vivíamos los dos en ese momento.
Despertó tanto deseo en mí, que deseaba que ella me acariciara mi pene con su boca, deseaba sentirlo en su pequeña boca, no podía evitarlo.
Mi niña hermosa es tanto el deseo que has despertado en mí, que quiero que por primera vez pruebes mi pene con tu boca y lo saborees un poco, sé que te gustará porque está duro y grande, recuerdas que me dijiste que te gustaría acariciarlo como yo lo hago con tu vaginita.
Papi, no sé cómo hacer lo que me pides, no quiero morderte muy duro, ¿llenarás mi boca con tu semen?
No te preocupes mi hermosa niña, solo tienes que bajar como yo lo hice y tomarlo en tus manos, luego llevarlo a tu boca y haces como si te comieras un cono de helado y si quieres morderlo debes hacerlo pasito para que no me lastimes y no te preocupes que no voy a dejar que salga el semen en tu boca, lo dejaré en tu vaginita, pero quiero saber, ¿si te gustaría probarlo para que lo saborees?
Papi, no sé la verdad, siento tantas cosas ahora, pero también miedo porque mi mamá despierte y nos ve a los dos haciendo el amor, la verdad eso me aterra mucho.
No te preocupes mi niña hermosa, estes tranquila porque ella no despertara, está tomada y mejor después pruebas mi semen sé que te encantará tanto como mi pene.
Subió sobre mi cuerpo y empezó a bajar suavemente rozando mi pene con sus piernas y su estomaguito, mi niña hermosa estaba decidida a complacerme esa noche, probando por primera vez mi pene con su boca.
Tomo mi pene con sus manos y sentí cuando su boca hacía contacto por primera vez con mi pene, besaba con deseo la cabeza de mi pene sin dejar de apretarlo con sus manos, deseaba que mi semen saliera y llenará su boquita, la sensación de sentir como mi niña hermosa lo saboreaba despertaba una sensación única y extraordinaria, lo hacía como comiendo un cono helado, como le dije que lo hiciera, no quería que ella sacara de su boca mi pene, presionaba para meterlo más y rozaba con sus dientes, eran suave sus caricias con su boca, me tenía a punto de estallar, pero la sensación que sentía hacía querer disfrutar más.
No podía controlarme, imposible hacerlo, el ser que robaba mi inspiración y dueña de mis deseos, quien me había regalado la inocencia de su cuerpo, quien me regalo su virginidad, ahora me complacía devorando mi pene con unos deseos inimaginables, lo que ella hacía era complacerme por todo el deseo que despertaba en ella.
Debía tener cuidado para no lastimarla, mi pene era un poco grande y grueso, sentía como ella quería sentirlo más en su boca, ardía en llamas su cuerpo por el deseo y me lo demostraba en la forma en que se devoraba mi pene.
Sentir como mi pene entraba en su pequeña boca sostenido por sus manos y apretado por sus labios me llevaba a experimentar una nueva sensación, mi niña hermosa me hacía vivir momentos inolvidables.
La tomé de sus brazos para que subiera, deseaba estar a su lado sintiendo su tibio y pequeño cuerpo, la despoje de su camisón y luego la abrace cubriendo su pequeño cuerpo con mis dos brazos, sentir todo su cuerpo desnudo era lo que deseaba en ese momento, estaban nuestros cuerpos llenos de sudor en ese momento y ardiendo de placer, preparados para fundirse en un momento interminable de placer.
Papi, no me dejaste probar tu semen, porque, dime, yo quería complacerte.
Qué más quisiera mi niña hermosa venirme en tu boca ahora mismo, pero lo que más deseo ahora es poder penetrarte y dejar todo mi semen en tu vaginita.
Te amo mi niña hermosa, me has llevado a la felicidad total, enseñándome todo ese placer que se escondía dentro de ti, me demuestras cada vez que me deseas y me amas, quiero que sepas que nunca dejaré de amarte.
Sentí como me apretaba con sus brazos al escuchar mis palabras y mi pene hacía más contacto con su pequeña vaginita.
Mi niña hermosa deseo que mi pene penetre otra vez tu pequeña vagina y te demuestre lo feliz que lo haces, no quiero perder esta hermosa oportunidad de entrar en tu vagina con mi pene.
Papi, si quiero, pero tengo miedo de que mamá se dé cuenta, está a nuestro lado y por el ruido puede despertar y si me duele mucho puedo gritar y nos escucha.
No te preocupes mi niña hermosa, como tu vagina está preparada el dolor será poco y estes tranquila tú mami no se dará cuenta porque está bien dormida.
Me coloque encima de ella, sosteniéndome con mis rodillas y mis brazos para no descargar todo mi cuerpo en ella, separe sus piernas y me incliné para besar su boca y sus pequeños y dulces senos, era la locura total, había soportado mucho, sentía que explotaba y deseaba hacerlo dentro de su vaginita.
Sentí sus manos sobre mi pene, lo tenía en sus manos, estaba super excitada, deseaba que la penetrara ya.
Puse mi mano sobre mi pene y lo lleve a su vaginita, deje caer un poco mi cuerpo sobre el suyo y empecé a entrar mi pene, una fantasía entrar por segunda vez en su vaginita, lo hacía suave, rodee su cuerpo con mis brazos, pero me sostenía un poco con mis rodillas y mis brazos, me abrazaba y sus dedos apretaban mi espalda, sentía la suavidad de su vaginita, la sentía llena de juguitos y entraba suave mi pene, sus labios vaginales apretaban mi pene despertando placer en mí, sudaban nuestros cuerpos y sentía como su vaginita apretaba mi pene cuando la penetraba, esta vez podía hacerlo más fuerte sin escuchar que se quejara de dolor, solo escuchaba sus pequeños quejidos y su respiración fuerte.
Mi pene entro una y otra vez, pero no hasta el fondo de su vaginita por temor hacerle daño a mi niña hermosa, lo vivido hasta ese momento lo era todo, felicidad total para mí y para ella, deje caer mi cuerpo sobre ella, solo me apoyaba en mis rodillas y besando locamente su boca la penetre hasta sentir que tocaba sus entrañas y explote, solo escuche:
Papi, me dolió mucho.
Pero ella me abrazaba fuerte que alcanzaba a sentir que me enterraba sus uñas, no quería que parara y así lo entendí, mi pene entro en su vaginita una y otra vez deslizándose suavemente porque tenía mi semen y sus jugos, solo que esta vez lo metía hasta el fondo, porque deseaba que lo sintiera más, que disfrutara como mujer, no pensé en si le hacía daño o no en ese momento, por el loco placer que sentía.
Mi semen había quedado dentro de su vaginita otra vez y en la misma cama , con mi esposa al lado.
No deje de abrazarla fuerte contra mi cuerpo mientras la consentía, no quería separarme de ella, deseaba hacerlo nuevamente, duramos unos minutos así, lleve mi mano hasta su vaginita y sentía que mi semen y sus juguitos empezaban a salir.
Quiero que sepas que me haces el hombre más feliz sobre la tierra y que eres la perfecta amante, como saboreaste mi pene con tu boca me enloqueció como nunca mi niña hermosa, quisiera que esta noche no terminara para seguir amándote hasta que no podamos por el cansancio.
Papi, tu también me haces sentir cosas muy bonitas y hoy me gusto sentir tu pene en mi boca, me gustó besarlo y quiero volver hacerlo otra vez pero probando tu semen y yo también te amo papi y no sabes cuánto.
Hablamos en voz baja los dos, para no despertar a la mami, una mágica noche de caricias entre los dos y una demostración del amor que sentíamos.
Mi niña hermosa levántate con cuidado y ve al baño para que te limpies, lleva tu ropa para que te vistas y regreses a mi lado otra vez o ¿quieres que tu papi te acompañe?
Me da miedo que mami se despierte y nos vea en el baño a los dos.
Pero dime, ¿quieres que te acompañe al baño y te limpie como lo hago siempre mi niña hermosa?
Papi mejor la próxima vez, voy sola y no me demoro para que duermas a mi lado y ¿tú no vas a ir al baño a limpiarte papi?
No mi niña hermosa, quiero dormir así toda la noche con el aroma de tu cuerpo en el mío y que mi pene huela a tu rica vaginita.
En serio papi, ¿no te da miedo que mi mami se dé cuenta?
No mi niña hermosa hoy quiero dormir así, ve tu y te limpias y regresas a mi lado, lástima que no pudieras dormir desnuda el resto de la noche a mi lado mi niña hermosa.
Regreso y se acostó a mi lado, la abrace fuerte contra mí para dormir así toda la noche, olvidé por completo a mi esposa y solo me dediqué a mi hermosa niña para disfrutar de su compañía hasta entrada la madrugada, antes que despertará mi esposa.
Fue una linda noche que jamás he olvidado y su recuerdo perdura aún en mí.