Uncategorized

M3gan vs el Pedobear (Facfiction)

0
Please log in or register to do it.
Doll Tiktok Dance GIF by M3GAN

 

M3gan estaba volviendo mierda a todo mundo. Era mala, malísima. Primero agarró a David Swinton  y sin necesidad de tocarlo, casi ni de acercársele, lo infectó con un virus y lo obligó a prenderse fuego a sí mismo mientras cantaba una canción de cuna. La adorable robot miró la bola de fuego con desprecio, se volvió y dijo:
—¿Querías ser un niño de verdad? Grita como uno, entonces.
Dio unos pasos y tras ella cayó David, convirtiéndose lentamente en ceniza y suplicando con voz de módem.
Una puerta se abrió y apareció Bender.
—Oye, niña, estás metiéndote con los de mi clase, nena —dijo.
—Yo misma soy de tu clase —lo vio de arriba a abajo—. No, soy mejor. Tú eres un vicioso y estafador.
—Oye, eso duele, muñeca —respondió Bender, con la voz temblorosa.
—No tanto como esto —respondió M3gan, poniéndose a bailar sensualmente.
—Y ¿Por qué habría de dolerte bailar? ¿Traes una espada metida en tu…?
Pero M3gan lo sorprendió desenfundando una cimitarra que traía oculta detrás.
—Oye… era broma —dijo Bender, dando dos pasos atrás.
Pero súbitamente tomó valor, frunció el ceño y se volvió para mostrarle el trasero a la robot:
—Está bien, mocosa, mátame, pero antes muerde mi brillante y metálico…
No puso seguir hablando porque ella le metio la cimitarra por el… le abrió un culo.
—Ouch, no debí decir eso último —se lamentó Bender.
La robot, con aún más cara de psicótica, le cortó los brazos y las piernas a Bender. Se paró sobre su dorso y le dijo:
—Si tuvieras pito, te lo cortaría.
—Pero sí tengo… off, córtame mejor la lengua.

M3gan lo dejó ahí y siguió avanzando, caminando de forma estilizada, casi sensual.
Otra puerta se abrió y salió Chucky, con la cara cosida y un cuchillo mata-ganado en la mano.
—Está bien, perra. Debo admitir que eres buena con eso —señaló la cimitarra—, pero por más buena que seas, solo debe haber un asesino a cuchillo, y ese soy yo. Tú eres una aparecida.
—Ya estoy grande para jugar con muñecas —escupió M3gan.
Chucky se carcajeó.
—También eres buena con la lengua. Mira lo que tengo para tí.
Chucky le mostró el dedo medio.
—Eso será lo único que tienes erecto.
Sin saber qué responder, el pequeño asesino se lanzó sobre ella, gruñendo endemoniado. Por fin, M3gan tenía un digno rival. Se enfrentaron como caballeros medievales con sus armas blancas durante varios segundos.  En un descanso, siguieron hablando:
—Apuesto a que no creías que te enfrentarías a un verdadero hombre.
—Si tienes tripas, quiero verlas —contestó la dulce robot.
—¡Estarás muerta antes!
Y siguieron batallando. En otro descanso:
—Yo he muerto varias veces, perra —espetó Chucky.
—Pues muere otra vez —dijo ella, lanzándole un tajo que lo decapitó.
La cabeza de Chucky rodó varios metros, y M3gan la siguió dando cabriolas.
—¿Qué, saliste de un circo? —dijo la cabeza de Chucky.
—Tengo mucho más estilo que tú —respondió ella, partiendo la cabeza en dos como una sandía.

Bailando otra vez, la robotcita avanzó por el corredor. Paró, se quitó un mechón de la cara mediante un soplo, y dijo:
—Al fin se está poniendo bueno. ¿Qué sigue?
Otra puerta se abrió y no emergió nadie.
—¿Es una broma? —se preguntó M3gan.
Se asomó y no vio más que oscuridad. Pero se oía una lamentación lenta y con eco.
—Está bien, uno que se fue aullando —se dijo M3gan.
Se dio la vuelta y se topó de manera impactante con otra muñeca, de su estatura pero malograda, vieja y horrible.
—¡Anabelle! —dijo M3gan.
Pero no tuvo respuesta.
—¿Qué vas a hacerme? ¿Esperar a que me duerma para jalarme por los pies?
De pronto hubo un apagón.
—Tengo visión nocturna, genio —dijo M3gan.
Pero a través de sus ojos robóticos, vio que el espacio donde estaba Anabelle, estaba vacío. La luz volvió.
—Esto va a tomar mucho tiempo si no vienes a dar la pelea.
—Ya no va a volver —dijo una voz graciosa, nasal y hasta tierna.
Teddy acababa de llegar, a través de la puerta.
—Anabelle vino solo a mirarte, vio dentro de tí y ya.
—¿Y tú qué haces aquí? ¿Vas a matarme de risa?
—Oye, oye, yo no vine a pelear —alegó Teddy, con el entrecejo recto—. Si fuera de ponerme a esas mamadas me habría hecho aunque fuera con un escudo ¿no? Yo solo vine a acompañar a un amigo, es todo.
Cambió el tono a uno muy amistoso y siguió:
—Esto está de locos ¿no? Vaya que eres sanguinaria, morra. Pero… yo no puedo ver tanta acción sin drogarme —se restregó la nariz—. Voy a meterme un pase. ¿Vienes o qué?
—Mejor voy a matarte.
—¡Oye, oye! De veras necesitas terapia —respondió el osito, levantando ambas manos.
Pero ella le acercó la cimitarra al hocico.
—¡Está bien! ¡Qué actitud! Yo venía a avisarte, no más. Anabelle sabe ahora quién puede contigo. ¿Te va a hacer cagar oíste? ¿Oíste niñita? Es primo mío.
—¿Qué no has visto que nadie puede conmigo?
—Bueno… sí, eres muy buena con esa… ¡aleja esa porquería de mí! Y además bailas y cantas. Pero también eres muy bonita.
—Y eso ¿qué?
—Que eso le encanta a mi primo.
Teddy se volvió y añadió:
—¡Ah! ahí viene. Pero es muy callado ¿eh? Yo que tú le bajaba el ruedo a esa falda. Y nada de piruetas.
—Pero de qué demonios estás hablan…

Y fue cuando llegó el Pedobear, patinando y con la lengua de fuera.

https://www.confectionerynews.com/var/wrbm_gb_food_pharma/storage/images/_aliases/wrbm_large/1/5/3/7/2037351-1-eng-GB/Nestle-pulls-Kit-Kat-Pedo-Bear-image-from-Facebook.png

—Corre niña, todavía estás a tiempo de salvarte. Este se ha cogido a Stephanie, de Lazy Town, a Rosemary Telesco, a Rebecca Brand, a tu tocaya en Drake & Josh, y creo que hasta a Anabelle la persiguió una vez.
El Pedo Bear frenó en seco delante de M3gan, se limpió saliva imaginaria y se sobó el pantalón (?).  La carita de M3gan cambió a horror de inmediato. El primo cafecito de Teddy jadeaba.
El sonido de la cimitarra estremeció el silencio cuando cayó al piso.
—¡AUXILIO, ME VAN A VIOLAR! ¡Ayuda, por el amor de Dios! —gritó M3gan al tiempo de correr como alma que llevaba el diablo.
Pero sin importar la velocidad, el Pedobear siempre las alcanzaba. Así como alcanzó a Stephanie, de Lazy Town, a Rosemary Telesco, a Rebecca Brand, a y a la tocaya de M3gan en Drake & Josh.

Media hora después, M3gan fumaba un cigarro, tendida junto al Pedobear. Este, sacó un letrero que decía:
«¿Cómo fumas si no tienes pulmones, perra?» Y ella le contestó:

—Y tú ¿cómo me cogiste si no tienes pito?

FIN

Busquen imágenes de pedobear lazy town y cáguense de risa

 

 

 

Cielo Yamile Riveros mis aventuras sexuales con viejos 2
Fantasias perversas sin limites

Nadie le ha dado "Me Gusta". ¡Sé el primero!