Incesto

Extraña soledad 4

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los dias vivivendo con mi tia, pasaban como un niebla tibia, entre arrumacos, salidas, sus cuidados excesivos. todo se veia tan normal por fuera, ella sabia esconder las cosas tan bien que mis abuelos pensaban que su forma de actuar era solo un sintoma de soledad, pero la realidad era muy diferente aunque algo de razon tenian, habia soledad, pero las razones… creo que ni siquiera pueden sospechar el «por que» de su soledad…
 
 
el tiempo y la habilidad de ella para mentir, fueron creando una rutina «normal» que siempre era quebrada por los muchos momentos en estabamos solos, casi siempre los fines de semana. Una vez, recuerdo que mis abuelos fueron a la playa y se suponmia que iriamos con ellos, pero yo queria ir al cine a ver una pelicula, por lo que mi tia les dijo que ella me llevaria y ellos en repuesta le dijeron que tenia que hacer algunas cosas en la casa (aprovechando que estaria ahi). Ella no se hizo problema alguno, el sabado en la mañana partieron ellos en su viaje y nos quedamos solos con ella.
 
 
– quedate viendo caricaturas, ok? yo quiero hacer lo que me pidieron para que podamos salir tranquilos.
 
 
la orden era clara y como yo queria ir al cine, le hize caso. al rato de estar mirando la tele, me dieron ganas de beber algo, asi que fui a la cocina a beber agua, al llegar escuche la lavadora funcionando, fui al patio trasero a ver y ahi estaba ella, fumando y esperando que saliera ropa para poder colgarla.
 
 
– hola mi amor, te aburriste de ver tele?
 
– no, pero queria tomar un poco de agua
 
– por que no me dijiste? hay un poco de refresco, arriba en el refrigerador
 
– no sabia
 
– vamos adentro – dijo apagando el cigarro – yo tambien tengo sed, y a esta ropa aun le falta un poco para que quede lista.
 
 
entramos a la cocina, me sente en la mesa y ella sirvio los vasos. se sento a mi lado y me comenzo a mirar, no decia nada, solo me acariciaba el pelo.
 
 
– tienes que ducharte antes de salir
 
– si se
 
– nos vamos a bañar juntitos, te gusta eso bebe?
 
– si – dije con una sonrisa – y a ti te gusta?
 
– mucho mi amor, me gusta mucho lavarte tu cuerpecito – al decir esto, su mano empezo a bajar por mi pecho – que mas te gusta bebe?
 
– me gusta que me des besitos, pero cuando estamos solos, porque son diferentes los besos que cuando estan mis abuelos
 
– si? – dijo sonriendo picaronamente – quieres que te de un beso ahora?
 
– si – respondi
 
 
ella tomo mi menton con sus dedos, y sus labios rojos y gruesos fueron acariciando suavemente mi pequeña boca, ella abria un poco su boca para abrazar suavemente mi labio superior y apretarlo un poco, luego hacia lo mismo con el inferiory entremedio sentia como la punta de su lengua dejaba un ligero rastro de saliva en mis labios. estuvimos en ese momento, que se sentia como un sueño…
 
 
– te gusta que te de besitos aqui tambien? – dijo susurrando cerca de mi cara, acariciando mi pene de infante que ya estaba duro, apretando la cabecita suavemente una y otra vez, como pajeandola – te gusta que te toque y te bese ahi tambien?
 
– si – le dije con expresion languida, perdida y susurrando – y tambien me gusta cuando me das leche.
 
 
ella sonrio y se apreto los labios, sin decir nada, se saco la polera y dejo al descubierto sus tetas redondas y morenas, su aureola grande y dura, color chocolate, que se apretaba fuerte mientras su otra mano me seguia masturbando.
 
 
– tome lechecita mi amor, tome, venga – dijo con ternura
 
me acerque a su teta exquisita y comenze a chupar su pezon, sentia como palpitaba en mis labios, como su pecho se inflaba agitado y su boca dejaba escapar pequeños suspiros cada vez que succionaba.
 
 
me volvio a besar en la boca y me levanto de la silla, me sorprendio que lo hiciera ya que estaba todo tan rico… ella tambien se levanto, y se saco los pantalones, quedando completamente desnuda… sus muslos gordos y gruesos se abrieron un poco mientras yo miraba desconcertado y sus manos se iban hacia su vagina, frotandola fuerte mientras su cara se derretia en calentura…
 
 
– te amo mucho mi bebe – decia mirandome a los ojos mientras se pajeaba – te gusta que haga esto para ti?
 
 
en estos momentos casi no podia hablar, aun no se por que me pasaba eso, pero casi nunca hablaba y repondi su pregunta asintiendo con la cabeza.
 
 
– hermoso mio – decia pajeandose cada vez mas rapido
 
 
siguio asi un momento, abriendo sus carnes y mojandose con sus jugos que caian de a poquito por el interior de sus muslos, moviendo sus caderas como si estuviera culeando con una verga invisible… mirandome fijamente a los ojos, como queriendo violar mi alma, poseerla…
 
 
se detuvo de golpe, suspiro y me tomo en brazos, me subio a la mesa y dijo
 
 
– saquese la ropita mi amor
 
 
yo me desnudé de pie en la mesa, mientras ella observaba cada uno de mis movimientos. una vez desnudo se acerco a mi y empezo a darme besos en la verga y en las bolas y de repente dijo:
 
 
– Toquese la pichulita, toquesela mi amor, quiero verlo
 
 
De a poco empecé a masturbarme enfrente de ella, se acerco un poco a mi y me hizo separar mis rodillas, abriendolas un poco para que yo me inclinara, mientras mis manitos pequeñas se tocaban la cabecita de la verga. ella se pajeaba y se apretaba las tetas mientras miraba, yo veia como su mano se frotaba mas rapido y se hundia mas en su concha morena y mis mano pequeña se movia inexperta mojandose con los juguitos de mi verga
 
De repente se acerco a mi y me empezo a chupar, a chupar fuerte la cabeza de mi verga, yo sentia como sus labios gruesos abrazaban mi pene, moviendose hacia adelante y atras… entrando y saliendo de su boca… puse mis manos en su cabeza y podia sentir el movimiento ritmico de su masturbacion, escuchaba como sus gemidos se escapaban sin control y sin verguuenza. de repente abrio mas su boca y sin darme cuenta mi verga y mis bolitas estaban envueltas en un humeda calidez… podia sentir sus dientes rozando, la carne de boca, su lengua recorriendo mis bolitas y mi verga y como trataba de abrir el agujerito de mi pene con la punta de su lengua. con sus dos manos me tomo las nalgas y empezo a empujarme hacia adelante… una y otra vez, mas y mas rapido… senti como una de sus manos se acercaba a mi ano y suavemente lo empezaba a rozar, al mismo ritmo que  me empujaba. yo solo cerre los ojos y me deje llevar… como siempre, como su tesoro, como su principe, como su muñeco silente…
 
suavemente un calor exquisito comenzo a recorrer mi cuerpo, desde mis pies a la cabeza entre el ritmo frenetico de mi pia chupando y tocandome, perdido en un sueño acuoso, con la mirada perdida y languida, sentia como es fuerza se acumulaba en mis muslos, en mi pene y me iba retorciendo el alma haciendo tiritar mi cuerpo… pidiendo que se acabara, pero que continuara para siempre… mi carne en su boca en su carne no sentia limite… un pequeño tiriton, un suspiro calido y tembloroso mientras  sentia que un chorrito escueto salia de mi verga, dentro de su boca…
 
ella levanto su mirada, sonriendole a mis ojos cansados de placer, las comisuras de su boca estaban mojadas hasta la barbilla. me abrazo me bajo de la mesa, yo aun estaba aturdido y me dijo.
 
– bebe, pasame tu manito por favor –
 
yo obedeci, ella me tomo la mano, abrio su piernas y se inclino un poco y suavemente se empezo a frotar el clitoris con mi pequeña mano… ella jadeaba como perra en celo mientras mis dedos se mojaban de su concha… y sus ojos, sus ojos no dejaban de estar clavados fijamente en los mios, entre los jadeos incesantes de hembra hambrienta, entre los movimientos de sus tetas morenas y su pezon hinchado y gordo.
 
– cierre la manito mi amor, cierrela.
 
yo la cerre, ella abrio su piernas un poco y mas y se inclino mas hacia abajo y de a poco se empezo a meter mi manito dentro de su concha, no entro mucho, pero ella trataba de meterlo un poco mas adentro, lo sacaba y lo trataba de meter. yo miraba atonito mientras su mirada se perdia entre su esfuerzo de que mi mano llegara mas al fondo… sus jadeos retumbaban en la cocina… yo sentia esos jugos calientes bajando por mi muñeca, mi antebrazo, mientras ella seguia moviendo mi mano tirando mi mano y sus caderas se movian hacia adelante y sus tetas temblaban en cada empujon que daba con sus caderas.
 
– mi bebe te amo mi bebe, eres mio, mio… aaaahh… mio
 
repetia esa palabras entre quejidos ardientes, como una oracion, como un hechizo de sexo perverso y candente.
 
mas, mas, mas rapido, mas fuerte…
 
– abre la manito bebe
 
cuando abri la mano y estire mis dedos dentro de su concha, ella abrio la boca y sus ojos, como si eso la hiciera explotar de placer y siguio moviendose, mas rapido que antes, ya no tenia ritmo, era solamente locura hecha carne
 
– m-m-m-i amor, abre y ci-ci-erra la manito… aaahh… rapido bebe, rapido.
 
yo comenze a estirar y contraer mis dedos, sentia su carne caliente y mojada en la punta de mis dedos, sentia como se movia su concha por dentro… casi espasmos… abrir y cerrar, entrar y salir, con furia, con fuerza… con un amor enfermizo que no se detenia…
 
con su mano que estaba suelta, me tomo la cabeza, como si se estuviera sujetando de mi y sus movimientos se volvieron mas bruscos y toscos. sus jadeos dulces se volvieron un poco mas graves, sus tetas bailaban al ritmo de su culo moreno frenetico y sentia como la carne de su concha apretaba mi mano infante y su cuerpo se tensaba a cada movimiento…
 
– a-a-a-a aaaaahhhh
 
su cuerpo se desvanecio entre espasmos y un gemido que retumbo en las murallas, mientras un chorro de liquido salio de golpe de su vagina, mojandome hasta el antebrazo y un par de gotas cayeron en mi cara…
 
saco mi mano de su concha, se arrodillo en el piso humedo y me abrazo, acariciando su mejilla con la mia, y recorriendo mi espalda con sus manos. sentia su respiracion pesada y cansada en su abrazo tierno, casi diciendome «no te vayas»… yo aun estaba aturdido y le pregunte.
 
– tia? te hiciste pipi?
 
ella solto una risa, me miro a los ojos y dijo.
 
– no mi amor, a las niñas les pasa lo mismo que a ti, cuando te di besitos en tu cosita, es lo mismo, pero como soy mas grande, sale mas juguito
 
yo solo la miraba… me encantaba cuando me hablaba asi…
 
– nos vamos a tener que bañar antes de almorzar, tenemos que ir al cine, te acuerdas?
 
– si, quiero ver esa pelicula
 
– si se mi amor, siempre te voy a ser feliz mi cielo
 
se levanto, tomo su polera y comenzo a secar el piso, nos fuimos desnudos a la ducha, despues almorzamos y salimos al cine… nadie nunca sospecho nada…
 
Mi primera vez haciendo el amor con mi hija "II". (3)
Extraña soledad 3

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