Hola, hay mucha similitud en tu historia. Lo diferente es que mi esposa me mamaba y jugueteaba con el dedo en mi ano y eso me gustaba mucho.
Me he casado cuatro veces y a todas ellas las he sodomizado Chi genuino placer, porque se los hacía con lubricación, adecuada excitación previa hasta lograr una buena dilatación.
Eso y el hecho de que mi actual esposa dejó de interesarse en el sexo. Soy una persona muy caliente. Recordé que en la infancia y la adolescencia tuve relaciones homosexuales, decidí retornar a ellas y explorarlas como pasivo exclusivamente. Siento mucho placer en la penetracion anal. Sensaciones que solo consigues entregando tu cuerpo: el ano a la acción de otro varón que lo use.
Practico diariamente en la ducha la dilatación del ano con juguetes que van siendo cada vez más gruesos y largos. Alcanzo dilataciones que he decidido experimentar el fisting. De hecho recientemente he estado con el varón 47 que me dio un delicioso beso negro y luego lo mamé, me introdujo el puño y me masturbaba con gran deleite… lo malo es que no me penetró porque era tiempo de que volviera mi esposa. Lo más rico quedó para la próxima vez en que la verga de 22×6 me la clave hasta acabar ambos.
Todos mis contactos sexuales los hago con lencería que me transforman en una hembra que desea ser usada.
Los inicios en la infancia fueron con un cura que me sedujo hasta sodomizarme y con un primito a quien le arrebaté la virginidad de su culito…
Hasta la próxima vez que tengamos esta charla entre casados amantes del lado homosexual de la virilidad y varonía