Me inicié a los 14 años, mi hermana mayor me enamoró con sus juegos, fue una hermosa época hasta que ella tuvo que ir a la universidad, para calmar mis impulsos, comencé a «jugar» con mi hermanita que para ese entonces, contaba con 6 añitos, hoy en día, mantenemos nuestros contactos sexuales y lo disfrutamos mucho.
Por mi hermana mayor fue que le encontraré el gusto al sexo incestuoso, cosa que me llevó a fijar los ojos a mi hermanita menor, con ambas he disfrutado momentos indescriptibles,de hecho, cuando tenía sexo con mi esposa, notaba que mis eyaculaciones no eran tan abundante que cuando lo hacía con una de ellas, no sé, si tenga algo que ver el hacerlo con la esposa o con la hermana.
De acuerdo, comencé con mi hija adoptiva, desde que esta tenía 6, los juegos son muy importante para que se acostumbren, al final, es un placer del que no debemos renunciar pero eso si, sin lastimarlas.
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