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Mar es follada en el probador de la tienda de ropa por el dependiente

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Resumen:

Mar va a elegir un nuevo vestido para la fiesta de fin de año a la cuál irá su esposo Maro, y terminará follada en el probador de la tienda por el dependiente y la dependiente.

Inicio:

Todo inició un viernes por la tarde noche, cuando Mar le dijo a Maro que necesitaba de un vestido nuevo para ir a la fiesta de fin de año que organizarán en el trabajo de Maro. Así que decidieron ir a la tienda Julio en el centro.

 

Mar es esbelta, de estatura mediana, con pechos regulares, buenas piernas, y un trasero sino grande pero bien definido  a sus 32 años aún es muy coqueta.

 

Llegando a la tienda, los atiende un dependiente varonil y apuesto. Suele ser una señorita pero esta vez, no fue así, aunque también estaba la señorita.

 

Mar se pasea entre los estantes buscando el vestido ideal, recolectando varios que le han gustado para poder probarlos.

 

Maro nota que desde que su esposa entró no ha dejado de coquetear a ambos dependientes. No le molesta ya que le complace que Mar pueda ser libre y feliz en todo los aspectos, eso incluye, de vez en cuando ser cogida por otro u otra.

 

Era bastante obvio que ambos dependientes estaban comiendo a Mar con los ojos.

 

Ya con varios vestidos en mano, Mar se dirige a uno de los probadores del fondo.

 

Ya en el probador, Maro ve desde lejos como se quita el vestido quedándose únicamente con su brasier, liguero y medias negras ya que no cerró del todo la cortina del probador a propósito.

 

Es cuando Mar llama al dependiente: “Disculpe, ¿Me podría ayudar?”

 

El dependiente, obediente, se acerca.

 

Mar: “Pase por favor”

 

El dependiente entra en el probador y cierra la cortina, pero Mar la vuelve a abrir un poco, no quiere que Maro se pierda lo que seguirá.

 

Mar se prueba un vestido negro corto y dice al depediente: ¿Puede subirme el cierre?

 

Este obedece, al tiempo que Mar con su mano izquierda le toca el bulto ya algo firme por ver el trasero de Mar.

 

El dependiente no se mueve y sigue subiendo despacio el cierre, mientras se le pone aún más tieso.

 

Mar sigue sobandole la verga hasta que termina de cerrar el cierre, entonces se voltea, se pone de rodilla y con esmero saca la verga ya erecta del dependiente para colocarla en la boca.

 

El dependiente suelta un pequeño jadeo, mientras Mar se la mete completa en la boca. Este jadeo no pasa desapercibido ni por Maro ni la dependiente.

 

La dependiente, se aleja y discretamente cierra la puerta de la tienda y voltea el letrero del lado de “cerrado”.

 

Cuando regresa, Mar ha abierto completamente la cortina, y se la puede ver aún de rodilla mamando la polla del dependiente, ahora con su pantalón a mitad de pierna.

 

Maro observa desde el lado izquierdo, mientras la dependiente lo ve todo desde el derecho.

 

Ante la escena, la dependiente empieza a tocarse, mientras Maro se saca la verga para sacudirsela.

 

Mar, puede ver a la dependiente tocandose y se imagina claramente la verga de su esposo parada, mientras el dependiente sigue disfrutando de la boca de Mar tiene los ojos cerrados.

 

Mar no quiere que el dependiente se venga su boca (esta vez), por lo que saca su verga de la boca, se para, se voltea y le dice: “Baja el cierre del vestido, levantalo y bajame las pantaletas”.

 

Este se ejecuta, y exhibe el hermoso trasero de Mar quien justo antes de bajarse el escote del vestido para exponer sus senos, se apoya contra el espejo.

 

El dependiente no necesita más explicación, se acomoda e introduce su verga en el coño velludo y húmedo de Mar.

 

Con el culo parado Mar siente la verga gruesa del dependiente en ella y la hace gemir de placer, tanto que el vaho de su aliento empaña el espejo dónde apoya.

 

Mientras tanto Maro, al par de de ver su mujer siendo cogida con ganas, también veía a la dependiente acomoda masturbarse con ganas viendo la pareja.

Mar, entre las embestidas del dependiente, viendo su esposo jalarse desde el espejo y la dependienta a punto de venirse tocandose, llama a la dependiente: “Ven aquí hermosa”

 

La dependiente, también obediente se acerca, mientras su compañero ajeno a lo que sucede siente el coño húmedo y apretado de Mar.

 

Mar: “¿Quieres comerme?”

 

La dependiente, de unos 23 años, tez blanca, delgada, bonita, no puede hablar por la emoción, solo asiente con la cabeza.

 

Mar: “Quitate la ropa y arrodíllate enfrente de mi”

 

La dependiente se ejecuta.

 

El dependiente sigue a lo suyo, pero Mar le dice: “Para un segundo, saca tu verga de mi coño y mira.. y tú también querido (hablándole a su esposo)”.

 

Entonces Mar se pone un poco más derecha aunque aún apoyada contra el espejo, para exponer su coño recién “trabajado” frente a la caja de la dependiente.

 

Mar le dice: “Cómetelo”

 

La dependiente coloca sus manos sobre las nalgas de Mar y hunde su lengua en la entrada llena de fluido de Mar.

 

Maro y el dependiente disfrutan del espéculo de cerca con sus vergas paradas.

 

Mar a la dependiente: “Ahora chupale la verga a tu compañero, mientras lo hago a mi esposo, y cuando te diga se la chupas a mi marido”

 

El dependiente, al escuchar las órdenes de Mar, acerca su verga a la boca de su compañera para que esta se la mame y Maro la pone frente a la boca de su esposa.

 

Ambas mujeres usan sus bocas con esmero, mientras los dos hombres miran a las hembras haciendo lo suyo.

 

Mar, en buena jefa de orquesta, se para y le dice a la dependiente “Ahora mama a mi esposo” mientras toma la verga del dependiente en su mano para masturbarlo y mantenerlo firme.

 

Maro disfruta de la boca de la dependiente, mientras ve como su esposa jala el dependiente a un banquito cerca y ella se apoya con los codos encima ofreciendo de nuevo su trasero al dependiente alcanzando escuchar “Humedece el culo y metemela”.

 

El dependiente le escupe saliva en el ano y la prepara antes de meterle la verga.

 

Maro ve como le entran por el ano a su mujer apoyada en la banca, cuando Mar le dice a la dependiente: “Vente por aquí, mi zorrita hermosa, apoyate como yo enfrente”.

 

La dependiente quita el miembro de de Maro de su boca y obediente se coloca parada, con los codos apoyados en la banca justo enfrente de Mar, igual con el culo parado.

 

Mar: “Maro, amo mío, sodomiza a la zorrita, por favor”

 

Maro se acerca, y al igual que le hizo el dependiente a su esposa, le escupe en el ano y le introduce su miembro por el ano.

 

Allí están las dos hembras frente a frente, Mar besa la dependiente, mientra ella tiene la verga del dependiente bombeando en culo y su esposo la suya en la dependiente.

 

Los cuatro están allí disfrutando un rato, hasta que Mar siente que la verga del dependiente se vacía en su ano.

 

Mar jadea, y tiene un pequeño orgasmo, pero aún no está totalmente satisfecha, por lo que dice:

 

Al dependiente: “Ya te descargaste, siéntate allí y sigue mirando“

 

A su esposo: “Ya suficiente de la zorrita, ven y follame como se debe”

 

Maro se retira del ano de la dependiente mientra Mar se recuesta boca abajo sobre la banca y le dice a la dependiente “Coloca tu rajita sobre mi boca”.

 

La dependiente abre sus piernas y coloca su rajita justo a la altura de la boca de Mar quien empieza a lamerla, mientras Maro se pasa del otro lado, le junta las piernas y se las levanta para poder entrar en su vagina, mientras observa como se le escurre semen del culo.

 

La verga de Maro entra en la vagina húmeda  de Mar haciéndola gemir aún cuando tiene la lengua metida en la raja de la dependiente.

 

No pasa ni 30 segundos que la dependiente se corre en un orgasmo intenso que le hacen temblar las piernas.

 

La dependiente se va sentar aún temblorosa al lado de su compañero, mientras Maro saca su verga del coño de Mar y se la mete en su ano, aún rebosando del semen del dependiente, por lo que le entra facíl.

 

Mar siente como al meterla la verga Maro, el semen del dependiente sale de su ano provocandole un super orgasmo que le hace poner los ojos en blanco…

 

Al par Maro, al ver su mujer gozar,  no puede más y se vacía también en su ano.

 

Maro se queda unos segundos más en culo de Mar con espasmos que terminan de vaciar su verga mientra Mar recupera el aliento.

Aún con las piernas en los hombros de Maro, este ve como se le escurre todo este esperama del lado para caer sobre la banca. Maro le dice a la dependiente “Traeme un papel”.

 

Esta se ejecuta y de lo entrega a Maro, quien empieza a limpiar un poco el “desastre” para que Mar pueda subir su pantaleta y vestirse.

 

Ya todos vestidos y satisfechos, Mar: “Muchas gracias, me llevo el vestido”

 

Pagan y se retiran escuchando las palabras al unísono de ambos dependientes: “Les esperamos pronto para otra visita”.

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