Incesto

EDUCACION SEXUAL EN CASA

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Hola lectores y fans del incesto puro y sin tabú, en este relato me llamaré Carlos, tengo 45 años, me dedico a la asesoría inmobiliaria, estoy casado con una hermosa mujer de 37años, su Nombre es Patricia, de profesión médico, de tez blanca, ojos azules y cabello negro rizado, fanatica al gimnasio por ende tiene un cuerpo tonificado y sensual, de senos medianos y bien ergidos, ella se preocupa por tener unas nalgas bien formadas y protuberantes, ella como toda mujer con una sana,  con una fantasía y excelente vida  sexual se depila su vagina y que exquisito aroma despide cuando le práctico sexo oral, tambien tengo dos niñas una se llama Diana de de 8 años también de tez blanca, de ojos café color miel, cabello medio rubio, de un rostro angelical, sus pompis heredadas de su madre,  ella pronto será una  mujercita preciosa, es muy reservada y quizás me lo heredó a mi,  mi otra hija se llama Carolina, ella tiene 12 años, para su corta edad es muy desarrollada sus senos ya tienen la forma de una naranja su piel es también clara y sus ojos son los de su madre, su cabello es rubio, tiene unas hermosas nalgas bien pronunciadas y algo peculiar es bien preguntona y curiosa, al grado que que me pone en vergüenza en frente a mis amigos haciendo preguntas indiscretas cómo ¿Papi nescecito toallas sanitarias, me las puedes comprar? O, ”la otra noche no pude dormir por qué mami y tu estaban haciendo mucha bulla» y bueno, mis amigos se ríen, y comentan lo mucho que ha crecido mi nena, cierto día Patricia y yo en un frenesí y alocado momento sexual olvide cerrar la puerta de la habitación dejándola medio abierta, y se porque ví a Carolina que observaba detenidamente el espectáculo que hacíamos,en mi caso por un momento pensé en detenerme y llamarle la atención pero me contuve y continúe haciéndole el amor a .i querida Patricia, al terminar ví que Carolina ya no estaba y le comenté a mi esposa que nuestra hija mayor nos estuvo observando, ella alarmada me preguntó que porque deje que pasará eso y le dije que no quise estropear el momento agradable que pasamos y le prometí que hablaría con ella después; al llegar la noche sentados todos en la mesa mi esposa sirvió la cena y observé a Carolina que me observaba de una manera picarezca y sonriéndome , le pregunté porque sonreía y me respondió que por nada en especial contesto, le dije que teníamos que hablar seriamente en su cuarto, ella puso cara de preocupación y me preguntó si hizo algo malo, yo no le contesté y Patricia su mamá le respondió que ella sabía lo que hizo, y que yo no la castigaría solo hablaría con ella, Carolina se entristeció y a punto estubo de llorar yo le dije que no la castigaría que tenía que explicarle lo que ella presenció, Patricia recogió la mesa y yo le pedí a Carolina que me acompañará a su cuarto para platicar con ella, subimos las escaleras y llegamos a su habitación ella en ese momento usaba una pijama de una sola pieza como camisón de algodón se miraba muy hermosa y sensual dibujando sus hermosas tetas y su redondo trasero, al llegar a su recamara le pedí que se sentará y comencé a preguntarle que cuanto tiempo llevaba espiandonos  me respondió, lo suficiente papi, le dije, que significa lo suficiente,ella respondió, papi quiero decir que no es primera vez que mira a una pareja teniendo sexo, que en su escuela hay chicos y chicas mayores que ella teniendo sexo en aulas vacías en el Cole y que también en su computadora miraba porno algunas veces, y que se sentía una extraña sensación en su cuerpo, le respondí que esa sensación se llama excitación hacia el sexo opuesto y que ella estaba en la etapa de la exploración de su cuerpo y que era normal que sintiera excitación, me dijo que sentía lo mismo  al vernos a su mamá y a mi teniendo sexo y que si le permitían ver, obviamente le dijo que no porque no era correcto que ella viera la desnudes de sus padres, ella me respondió, pero si tú me dices que eso es normal, yo le respondí que era normal lo que sentía y no que nos estuviera espiando, le pregunte que pensaba al respecto y ella me respondió, papi yo me tocó mi parte cuando estoy sola y me gusta mucho, también cuando estoy en la ducha, y cuando te miro a ti con mami, le respondí, ah! O sea que además de espiarnos te masturbas viéndonos, les confieso algo que tiene mi hija Carolina que es bien sentimental y resentida y mis palabras la hirieron al grado que comenzó a sollozar y a pedirme perdón, yo le tome su mentón y le dije que me viera a los ojos y le dije que la amaba y nunca le desearía nada malo o que lo que ella hizo era tan malo y que la próxima vez que tenga curiosidad mejor le pregunté a su mamá o a mi por yo pasaba más en la casa y ella me respondió, mami casi no pasa en casa, solo tu estás siempre aquí, de ella me preguntó algo que me puso nervioso, me preguntó, papi yo puedo verte tu pipí  si te lo pido a mami ya se lo pedí pero es igual a mi partecita, te cuento papi que  muchas veces  te he visto desnudo en el baño, y me siento nerviosa al ver tu pipí que porciento es muy grande, yo colapse de ideas y le respondí, escucha mi amor yo soy tu papá y está bien que sientas atracción por un hombre es parte de tu desarrollo psicológico y físico pero no está bien que me pidas que pidas que te muestre mi pene y ningún varón güera de esta casa tampoco ya que aún eres una niña, será cuando crezcas que podrás hacer cosas de adulto, ella me insistió que quería ver un pene de verdad y no solo en la computadora porque también quería tocarlo, yo me cansé y le dije que la charla había terminado, que cualquier otra duda o pregunta, la hiciera en otra ocasión, el tiempo transcurrió y mis hijas tanto entraron en vacaciones, y su estadía en la casa era mayor, en el caso de mi esposa le tocaba turnos pesados en 3l hospital, cierta mañana y como de costumbre me desperté con una erección descomunal, tenía mi pene como hierro de duro y con el boxer que usaba parecía tienda de campaña y por los lados se podía apreciar el pedazo de mástil ese día mi hija menor Diana de apenas 8 años entro a la habitación y se arrojo encima de mi, ni tiempo tuve de arroparme y riéndose me dijo papi tienes parado tu pipí tomándolo con su mano, le respondí que era normal que los hombres en la mañana se despiertan con su pipí parado, ella continúo riéndose y me dijo déjame verlo como lo tienes a lo que me negué rotundamente y me dije a mi mismo, pero que les pasa a mis mujeres que han salido tan cachondas, le respondí, Diana yo no puedo hacer eso primero por qué soy tu papá y segundo por eres aún una niña, ella me soltó mi pene y me respondió esta bien papi ya me voy te quiero le respondí, yo también te quiero bebe, pasaron los días y alguna que otra vez escuchaba a través de la puerta de la recamara de Carolina que hablaba con sus amigas de cosas de adultos como por ejemplo que se sentía tener el pipí de un chico adentro de su cosita, o si ya le tocaste el pipí a tu papá, les juro que la tolerancia y la paciencia se me estaba agotando y al contrario de enojarme y entrar a su habitación para castigarla estaba empezando a sentir exitación al escuchar las conversaciones de mi hija Carolina y de sus amigas guarras, una le decía a la otra, llega por la mañana a la habitación de tu papá por la mañana y verás que tendrá su pipí parado ahí tendrás la oportunidad de tocarselo sin que se de cuenta y mi hija les decía que si ellas ya lo habrían hecho con sus papás y una de ellas le dijo que si que su papá tiene sexo con ella y le gusta mucho, que lo intente, esas palabras definitivamente me provocaron una gran erección, y decidí retirarme hacia la cocina a prepararles el desayuno a las chicas, ese día fuimos de compra al súper y Carolina se puso un short tan cortito que sus nalguitas se salían quedando expuesta y yo me sentía nervioso y molesto con tanta mirada y tanto piropo grosero de los chavales en la calle como, adiós suegrito, que buena  esta su nieta abuelo, y estupideces como esas, Carolina me decía, papi no hagas caso, yo le respondía, pero hija es como tu andas vestida casi desnuda, terminamos luego de hacer las compras  fuimos a comer helado para después regresar a casa, a la mañana siguiente comenzó mi bendito calvario, cómo dije ya era cotidiano tener una fuerte erección por la mañana ya Patricia se habría marchado hacia el hospital y como siempre me quedaba adorrmitado,esa mañana la que entró fue Carolina que entró sigilosa sin hacer ruido y aprovechando mi sueño se subió a la cama y lentamente empezó a quitarme la sábana que me cubría, para ser honesto aún dormía pero al sentir su fría mano en mi muslo cerca de mis testículos me despertó pero no me moví y entre abrí mis ojos y ahí estaba  Carolina mi hija mayor tratando de ver mi pene y como les dije el tipo de boxer que uso es de algodón pero no lo uso ceñido a mi cuerpo al contrario me gusta que esté flojo para poder sacar mi pene con facilidad cuando hago pipí y al encontrarme con tremenda erección se lograba ver por los costados mi pene que sin engañarles mide algunos 20 o 21 cmde largo ya para entonces mi hija Carolina me observaba y continuaba intentando tocarme, en un momento pensó que estaba dormido y apartando mi boxer hacia un lado saco mi pene y rebotando su puso las manos en su boca como asustada y a la vez admirada de lo que sus ojos estaban viendo, yo la verdad la dejé para saber hasta donde llegaría con su curiosidad, lentamente acerco una mano y con sus dedos tocó la punta del glande y muy despacio tomo confianza y sujeto el tronco de mi pene y muy despacio comenzó a subir y a bajar como si tratara de masturbarme, yo por dentro no pude evitar la exitación que me provocaba ver a mi propia hija masturbándome el Vaivén continúo con 3l sube y baja por algunos minutos hasta que pude ver claramente que mi hija no le basto con tocarme,ahora le estaba dando besitos suavemente metiéndose el glande a su boca húmeda y caliente, fue así que sin perder el tiempo y pensando que pronto me despertaría se quitó sus braguitas de algodón e intento sentarse en mi pene pero se lo impidió el tamaño de mi pene ya que era muy grande para ella, le puso saliva e intento de nuevo y aunque increíble que pareciera logro meterse solo el glande lanzando un gemido mudo casi imperceptible, yo sentí que le rompí su propio himen y creo que por el dolor que sintió no continúo, ella tapándose su parte baja estaba haciendo gestos de dolor y haci termino yéndose para su habitación, yo abrí mis ojos y me puse a meditar de lo que mi propia hija me había hecho, deje pasar esa experiencia incestuosa y desde ese momento ví a mi bebé con ojos de hombre ya no más de padre, me comportaba más afectivo con ella, la abrazaba mucho la sobre protejia   mucho ella lo notaba  y me preguntaba, papi estás muy querendón conmigo que pasa, yo le respondía que ella era muy especial y que algún día ella alzaría el vuelo y haría su propia familia y quería aprovechar el tiempo amándola a ella y a su hermanita, ella me respondía, está papi yo también te amo pero nunca me iré de tu lado,le respondí, eso dices ahora pero te vas a enamorar de un chico te casarás y tendrás tu familia pronto, ella me respondió, papi estás loco yo soy una niña aún y no te dejare solo y si me caso algún día sería con un hombre como tú, la abrace fuerte y la bese en la frente, nos pusimos a ver televisión y Diana se fue a su habitación solo Carolina y yo nos quedamos en la sala ella se acostó en mis piernas y yo me quede dormido, cabe resaltar que yo uso en casa un pataloncillo corto como los que juegan basket bol por lo que una erección fácilmente sería visible, mi hija se percató de que estaba profundamente dormido y comenzó a acariciarme mi pene por encima de mi short logrando una erección, ella al darse cuenta comenzó a sacarlo por un lado y comenzó de forma oficial a hacerme sexo oral con dificultad y alguna mordidita por su falta de experiencia pero me sentía en la gloria a todo esto me desperté y ya no me pude aguantar y le dije, hija que estás haciendo, ella me respondío asustada y temerosa, perdona papi no lo pude resistir porfavor no le digas nada a mami  mis amigas me cuentan que sus papás lo hacen con ellas y no pasa nada, yo le respondí que eso no era correcto por era su papá ella me respondió que quería saber que se sentía tener un pipí así de grande como el mío dentro de ella, que sería nuestro secreto, le respondí que le enseñaría pero que sería solo una vez, también le confesé que el otro día que ella entro a mi cuarto todo el tiempo estuve despierto y que el dolor que sufrió fue por la rotura de su himen por lo tanto su virginidad la habría perdido ese día, ella me respondió, papi en serio eso fue lo que me pasó, le respondí que si y que eso solo fue el comienzo habría que hacerlo más despacio y que estaba dispuesto a enseñarle ella me respondió, en serio papi y se me lanzó al cuello dandome besos en todo el rostro, le dije que fuera a la ducha y que la alcanzaría después, ella se incorporó y subió las escaleras rumbo al baño, me quedé meditando unos minutos por lo que estaba apunto de hacer con mi hermosa y cachonda hija, me dije a mi mismo de todas maneras otro imbécil le robara su virginidad mejor que sea yo que soy su padre, y me lo está pidiendo a gritos ya no me haré de rogar, subí hacia su habitación y aún estaba en la ducha, a través de la puerta de vidrio de la ducha pude apreciar el cuerpo desnudo de mi hija Carolina, me quedé un momento para apreciar cada detalle sus nalgas bien paradas, sus tetas erguidas sus aureolas rosaditas y sus pezones pronunciados cómo balas todo 7n espectáculo de mujer, su vagina comenzaba a florecer de bellos y que pronto pasarían por mi lengua hambrienta de sexo joven, le dije que bañaría con ella, y ella me respondió que me esperaba, me desvesti y abrí la puerta de la ducha ella al contemplar mi pene erecto abrió de asombro sus ojos y me dijo, papi que grande es tu pipí, yo la abrace por un minuto acariciando su cuerpo mojado le apretaba sus nalgas contra mi cuerpo mi pene le rosaba su vientre y ombligo comenzó a besar su cuello mientras sujetaba sus nalgas con mis dos manos,  ella  comenzó a gemir de placer y me respondió, papi que rico siento estar contigo es una sensación que no puedo evitar y no quiero parar, papi te amo tanto y quiero que me hagas lo mismo que le haces a mami, y no te preocupes nadie lo sabrá, le respondí, está bien hija si me prometes no decirle a nadie ni a tus amigas te enseñare cómo tu mami y yo hacemos el amor, ella me respondió, de verdad papi y me va doler como aquella mañana, le respondí que si, por qué al principio duele pero al ratito deja de doler y te comenzará a gustar mucho, ella besaba mi pecho y tomando mi rostro lo acerco al mío y me dió un beso tan delicioso y dulce, le metí mi lengua que ella con gusto recibió chupando y tomaba con sus dos manos mi pene haciendo un estira y encoge y que placer sentía que deseaba poseerla ahí mismo, le dije, Carolina vamos a tu habitación solo déjame traer un líquido especial para lubricar mi pene, me aparte de ella y salí de la ducha, a los pocos minutos entraba a su habitación, ella secaba con una toalla su cabello rubio sentada desnuda a la orilla de su cama yo llegue solo con la toalla a mi cintura y con mi pene bien duro ella se sonrió al verme mi erección y me dijo, papi tu siempre tienes parado tu pipí, yo le respondí, bebé eso solo me pasa con dos mujeres con tu mami y contigo, ella respondió en serio tu pipí se para así por mi, yo le respondí, si mi amor tú eres una señorita muy hermosa y sensual y ahora serás mi mujercita también, ella se sonrió y me dijo, papi yo seré tu mujer y será que puedo tener hijos contigo, puedes pero no debes porque yo soy tu papá, pero mis amigas dicen que la mamá de una compañera el papá es abuelo y papá de ella al mismo tiempo que en este país se permite embarazar a sus hijas menos casarse con ellas pero pueden tener hijos con sus hijas, yo quiero tener un hijo tuyo papi, mi rostro se desencajo de lo sorprendido que estaba con la información que mi propia hija me daba, yo le respondí que eso era demasiado pronto para pensarlo y procesarlo, que le diera tiempo al tiempo, ella se puso de pie, me quito la toalla y mi pene rebotó frente a ella tomándolo con sus manos comenzó a masturbarme, yo le pedí que se acostara y abriera sus piernas y que hermosa vagina tiene mi princesa tan delicada de color rosado y virginal prepare mi boca me incline hacia su clítoris y lentamente comenzó a lamer de abajo hacia arriba su vaginita que en poco tiempo comenzó a humedecer su interior y que placer sentí chupar con frenesí  su interior, ella por su parte se arqueo para atrás gimiendo con fuerte sonidos de puro placer diciendo, papi que rico siento porfavor no te detengas ella tomo mi cabeza como tratando de introducirla, le introduje el primer dedo y solo se sobresalto diciéndome que le dolió un poco minutos más tarde le introduje el segundo dedo e igual se quejo un poco ya para entonces estaba súper húmeda y estaba teniendo episodios convulsivos indicando la venida de un fuerte orgasmo, ella me dijo, papi siento que me orino, yo le respondí, no importa mi amor orinate en mi cara, su respiración se agito más y lanzó un grito ahogador que retumbo en toda la casa, a estas alturas no me importaba nada, ella tuvo su primer orgasmo salvaje, y me dijo, ahh papi que rico se sintió, y yo le respondí, bebé eso solo es el comienzo, le siguió succionando su delicia de vagina y para luego y con sus mismos jugos humedeci un dedo y se lo metí lentamente en su ano ella se relajo y entro sin ninguna dificultad, ella me pidió que le mentira mi pipí ahora por lo que me dispuse a lubricar bien todo el tronco y glande, le pedí que pusiera su piernas encima de mis hombros para que la penetración fuera más efectiva, y 3lla nerviosa me volvió a decir, papi por favor has que no me duela mucho tu pipí es muy grande y creo que me dolerá mucho, yo le respondí, no te preocupes mi amor lo haré despacio, ya verás que en pocos minutos me pedirlas que la meta toda, ahora guarda silencio bebé y disfruta, siempre boca arriba y a orilla de la cama y mi pene bien lubricado se la coloque en la entrada de su vaginita y poco a poco comenzando con la puntita fue entrando despacio y con tacto primero el glande que de una vez se perdió adentro de ella, me sujeto con sus manos en señal de dolor y me pidió que lo hiciera más despacio, luego comencé con el juego de mete y saca muy despacio ella respiraba agitada haciendo gestos de dolor a .edida que progresaba el entra y saca se fue introduciendo más y más hasta llegar a la mitad de mi pene ahí me detuve un momento y le dije bebe mira cuánto ha entrado en ti, ella abrió sus ojos llorosos y me vio con una sonrisa de preocupación, yo le pregunte si quería que me detuviera y lo dejáramos así ella me tomo de la mano y me dijo, no papi es cierto que me duele pero me está gustando mucho, mejor continúa, así proseguir mete y saca mete y saca aumentado el ritmo de velocidad ella ya se estaba acostumbrando a mis embestidas y con sus dos manos me tomo de las nalgas y empujó hacia ella logrando la total y absoluta penetración de mi pene, ella no gemía, eran gritos como ayyy, que ricoooo, papiii, que es esto que siento, empuja con más fuerza papito, me desmayo, ayyy no pares que rico se siente,  mami perdóname uff sigue papi no pares, otra vez siento que me hago pipí sigue así, asiiii que ricoooo, papi esto es lo que mami disfruta todos los días, mmmm ahora tú me lo harás a mi todos los días verdad papi, si mi amor yo te disfrutaré todos los días pero cuidadito le cuentas a tus amiguitas, nadie debe saber lo nuestro, Siii papiii sigue que siento que me orino, me orinoooooo, ahhhg,  ese fue un espectacular orgasmo el que mi propia hija me regaló mientras yo continue con mis embestidas ya abiertamente salvajes a mi hija ya se le habría dilatado su vagina por mi pene de 21 cm le entraba todo sin ningún problema y el dolor le habría desaparecido, por lo que ahora era puro placer el que sentía mi princesa, le pedí que se montará encima de mi y 3lka sola se introdujo mi pene y comenzó a cabalgar cómo una desquiciada enferma sexual, le tome sus tetillas y comencé a pellizcar sus pezones  y ella se retorcía de placer, así pasaron como 15 minutos haciéndole el amor como un animal a mi hija que se me olvidó que mi hija Daniela dormía en el otro cuarto junto al de Carolina, Amor ya me toca a mi terminar también, ella me respondió, a ti también te dan ganas de orinar cuando sientes rico, yo le respondí amor no se dice ganas de orinar porque no es pipí lo que hechas por tu vagina se llama orgasmo y es un líquido blanco parecido al que te echaré a ti, es como lechita condensada y la sentirás caliente dentro de ti, estás lista, si papi dame de tu lechita dentro de mi, seguí con mis embestidas con más frenesí y mientras mis testículos golpeaban fuerza el ano de mi hija con cada embestida apresure mi ritmo y mi hija de nuevo empezó a gritar como loca, le dije que estaba a punto de llegar echarle lechita adentro de ella y ella me dijo que se estaba haciendo pipí o teniendo un orgasmo yo estaba llegando a mi orgasmo llenando todo el interior de su vagina, así me quedé quieto encima de mi hija que tomo mi cara y comenzó a besar mis labios y a decirme, papi yo te amo tanto, nunca me dejes de amar así como hoy, nunca amare a ningún hombre como a ti porque me haces muy feliz y no me importa lo que dice la gente de los padres con sus hijas yo quiero ser la mamá de tus hijos, así abrazado yo encima de ella sin sacarle mi pene, comenzó a quedar flácido y por la comisura de su vulva comenzó a gotear semen de su propio padre biológico, la tome de las nalgas y nos metimos a la ducha, cuando nos estábamos bañando note que salía un hilo de sangre mezclado de abundante semen le lave bien su vagina para luego salir y vestirnos e ir a la cocina a preparar la cena pero que sorpresa que al salir del baño no me percate que la puerta de la habitación estaba abierta, y logré escuchar a Daniela riéndose y corriendo a su habitación cerrando con llave, Daniela le dije, abreme la puerta,  ella respondió, no papi ví lo que hicieron tu y Carolina y se lo contaré a mami, yo le dije, mi amor abre la puerta y te explicaré, no porque tú solo quieres a Carolina y a mí no, yo le dije, no es cierto Daniela tu eres la más pequeña y también eres mi princesa, ella  me dijo, no es cierto porque si tú me quisieras me harías lo mismo que le hicistes a Carolina, yo me quede anonadado con el comentario de mi hija menor y le dije, hija si me abres la puerta  hablaremos de eso, y te prometo darte lo mismo que le di a Carolina, ella me respondió, de verdad papi, si tesoro, abre la puerta ahora, paso como un minuto y la puerta al fin se abrió y apareció mi segunda hermosa hija solo que mucho menor que Carolina con tan solo 8 sobre 9 añitos, ella al verme se me abalanzó sobre mi, yo la tomé de sus nalguitas bien duritas y la abrace fuerte dándole besitos  en toda su cara y le dije, mi amor de verdad tu crees que yo no te quiero, tu eres más pequeña que tu hermana aun eres una bebé preciosa no te haría lo que le hice a tu hermana porque tiene el cuerpo pequeño pero cuando crezcas un poco más te prometo que te haré lo mismo que le hice a tu hermana, ella me dijo,  pero papi yo te pedí que me enseñarás tu pipí y no quisiste,  y a Carolina se lo metiste en su cosita, yo le dije, ok bebé hagamos un trato mañana por la mañana te dejare que me toques está bien, siiiii papi está bien, yo le dije, pero prométeme que no le dirás nada a tu mami ok, ella me dijo si papi no le diré nada, mañana estaré ahí, está bien mi amor, ahora déjame que voy a preparar la cena para todos ok ok papi, y me dió un beso en la mejia, les confieso algo, yo vivo en las afueras de la ciudad y no tengo vecinos metiches.

 

 está segunda parte la contaré después de como a mi pequeña Daniela la comencé a preparar para que fuese también mi mujercita, les pido me corrijan con críticas constructivas, sin ofensas, todos somos camaradas del placer prohibido.

   
   
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Mi bella hijastra pelirroja (primera parte)

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