Curiosidades

Cuties (2020) – morras de 11 ‘candenetes’

0
Please log in or register to do it.

Amy tiene once y quiere unirse a un grupo de chicas de su edad que bailan en competencias, así que empieza a desafiar a su familia conservadora.

Stregoika©2023

Cuties es el plural del diminutivo de Cute (lindo, linda). En español se le ha denominado «Guapis» a la película. La palabra Cutie es una de las tantas que formó un diccionario «pedo» hacia la primera década de este siglo. Una palabra normal que se vinculó a determiando tipo de contenido y su uso cambió a tal grado que la propia definición de la palabra cambió. Entonces se volvió un término pedo, y fue (hasta la pelćula de Netflix) una de esas palabras que los mega-motores de búsqueda como Google, tiene programado para desviar, ocultar ciertos resultados y forzar otros. Si escribías Cuties en Google en 2005, por decir algo, te aparecían cosas que hoy no encontrarías sino en tus fantasías (o pesadillas, si eres «anti-pedo»).

Sin ninguna premura, Netflix realizó esta película donde muestran nenas de 11 años de formas muy provocadoras y la llamó Cuties.

 

 

 

 

 

Todos estos caps son del Trailer oficial. Sin embargo, en la película hay secuencias más sugestivas, como en la competencia de baile. Las morras haciendo la pose de Catcow.

Hay claramente una parte de la humanidad, o una fuerza más allá a través de una parte de la humanidad, que está luchando incansablemente por la sexualización de los menores. Y otra parte, que lucha con quizá igual fuerza, para que esto no ocurra. Los primeros, son los que hicieron posible que existieran agencias de moedelaje preteen que hoy en día son prácticamente conocimiento esotérico (o sea, como la brujería: Solo un puñado de la población conoce al respecto). Y los segundos, son los que están dando una pelea encomiable en contra de que los menores sean vistos (y usados y explotados) de forma sexual.

Yo, particularmente, no puedo tomar partido de un lado ni del otro. Sería caer en una trampa. Los de un lado, quieren defender su estilo de vida y preferencias sin estar en una especie de closet. «Las morras son deliciosas y ¿qué?» prácticamente dicen. Y los del otro lado, quieren abolir el tráfico de menores y la esclavitud sexual. ¿Quién puede decir algo en contra de ese ideal? Solo un psicópata. Empero, los segundos se han dejado seducir por un sentimiento que los contradice: Ellos quisieran poner a cada «pedófilo» de rodillas y dispararles en la cabeza.

Si no entiendes por qué pongo comillas en «pedófilo», lee: Artículo: EL tabú de atracción por nenas menores.

Basta con sumergirse un par de horas en línea, en contenidos relacionados a la «pedofilia», para quedar completamente seguro de que cualquier contenido de más que busques, ya tendrá el mismo corte: Quieren que los pedos sean castrados, encarcelados de por vida, torturados, castrados químicamente, expuestos en público, exiliados, dilapidados… hasta parece que en los foros, los usuarios compitieran por proponer el castigo más sádico posible. Y ser un sádico que fantasea con torturar «pedófilos» te da status en las comunidades que se hacen ver a sí mismas como virtuosas. Han caído en la trampa, y han formado una religión en torno a algo que les parece incorrecto, para perseguir, capturar y castigar a quienes aquella cosa les parece correcto. La trampa, ha sido puesta por la misma fuerza que promueve la sexualización de los menores. ¡Ellos cosechan odio! Les dieron una razón para odiar y se la tragaron completica.
La trampa es «Si no violas niñas, odia a muerte a quienes violan niñas», y la gente cae en ella tomando partido. Es un principio de manipulación más viejo que andar a pie, se llama Falsa Dicotomía¹. Quien la impone, se beneficia sin importar qué partido tomes. Como en un estadio de fútbol, hay dos enormes comuniades de imbéciles en las tribunas, pero TODOS pagaron la entrada. No puede ser más claro. Es el significado de un tablero de ajedrez con baldosas negras y blancas.
Entonces, este problema de que a una parte de la población les gusten los menores, se ha vuelto el diablo de una religión mientras que, quienes la impusieron, son los mismos a que sus devotos creen perseguir.
Las religiones funcionan así, con falacias. Si te incitan a tomar partido en una dicotomía inventada, como «Si no violas niñas, odia a muerte a quienes violan niñas», te están reduciendo el universo a un tablero de ajedrez donde solo existe el blanco y el negro. Específicamente, donde solo se puede ser un violador de niñas o un cazador de violador de niñas. No hay términos medios ni posiciones fuera ddel tablero. Esto quedará mejor explicado al final de este artículo.

_________________
¹Estrategia también llamada «Problema-Reacción-Solución u Order over Chaos».
¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯
La paradoja de la legalidad
Ahora, piensen si a alguien tan poderoso como para imponer una religión, le importa un carajo si algo es legal o no. Ahí están Jeffrey Epstein, Hunter Biden, El Vaticano y un sin número de empresarios del espectáculo y magnates. Manada de mosntruos. Y peor todavía,  hay individuos más allá que son caníbales, como Marina Avramovich, James Alefantis, Balenciaga o Gorsad. Son personalidades intocables. Ellos se estrechan la mano y brindan mientras la población del mundo sí se divide y persigue a sí misma.

Sound of Freedom
Hace poco se estrenó Sound of Freedom, una película que está envuelta en una inucitada polémica, porque trata el tema del tráfico de menores y la esclavitud sexual. ¿Quienes están atacando esta película? Los medios MSM, mismos a quien Hollywood pertenece. Hollywood, fachada de una de las empresas más abusadoras de niños que existe.

 

Vi esta película con mucha prevención, porque yo mismo soy alguien a quien las menores hacen suspirar. Supuse que la película sería otra manifestación MSM de la religión impuesta en que es bendecido decapitar “pedos”, y como bandera de guerra anti-masculinidad, estilo Caso Cerrado o La Rosa de Guadalupe. Pero me llevé un palmo de narices: Sound of Freedom retrata la cruda realidad del tráfico de menores y la esclavitud sexual, sin detenerse para nada en esas mamadas que el MSM ha hecho que el público adopte como religión. Bueno, le dan palizas a un par de “pedos” y eso lo debió disfrutar buena parte del público, pero claramente la película no va de eso. Lo noté cuando |alerta de Spoiler| al guerrillero que tenía cautiva a la niña, lo arrastran ya muerto pero no deja una estela de sangre en su lugar. Ya saben que tengo mi percepción expandida y veo en las películas mucho más de lo que se supone. Sound of Freedom no es una película sobre odio ni culto a la sangre. Por eso no hace parte de la religión «Si no violas niñas, odia a muerte a quienes violan niñas». Si aparecieran “pedos” colgados de los cojones y desangrándose, al MSM (y al público en masa) le habría encantado. Pero los realizadores de Sound of Freedom saben lo que hacen y en contra de quién van, y no cayeron en la trampa.

Cuties (2020)
Ahora, de vuelta a Cuties. Sí, aparecen morras de formas que una persona que no vea a las nenas de 11 como sexualmente atractivas, resultan ofensivas y censurables. Pero si la ven quienes gustan de las morras, no se ofenden, sino que se sienten atraídos. La película es la misma, la diferencia está en la percepción de la gente, hecho del que se han aprovechado las élites a través del MSM para dividirnos y que peleemos mientras ellos sacrifican niños y beben su sangre.
Netflix (productora de Cuties) no es inocente, sin embargo. No es mejor que Disney. Cualquier medio de comunicación capaz de concentrar la atención pública, está en tela de juicio por cómo se aprovecha del poder de la psique humana, como vampiros. Pero eso está mucho más allá de lo publicable aquí.

o

 

 

 

 

 

 

 

La paradoja de la percepción
Obsesión

Nadie le ha dado "Me Gusta". ¡Sé el primero!