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EL SEXO VIAJA EN SILLA DE RUEDAS 3

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Yosbel, el fisioterapeuta con quien conformamos un triángulo amoroso, fue alejándose rápidamente de nuestras vidas, con mi esposo ya recuperado, el dejó de venir para hacernos masajes y de paso follar conmigo , no obstante Alejandro deseaba explorar junto a mí otra experiencia, algo distinto. Una tarde fuimos a una feria que se realizaba en un predio abierto y mientras recorríamos los puestos de venta nos detuvimos junto a uno donde dos chicos de origen africano que vendían bijou. Me acerqué empujando la silla de ruedas de mi esposo y comencé a preguntar por unos aros que me gustaban. Los morenos hablaban a duras penas el castellano, por suerte mi esposo en un inglés perfecto podía comunicarse fácilmente. Note que ambos chicos miraban insistentemente mis piernas y senos, yo tenia una falda de jean muy corta y no había notado que mi camisa tenia mas de 2 botones desabrochados y que mis tetas se estaban exponiendo demasiado lo que hacia que los morenos quedaran tildados observando la redondez de mis pechos que sobresalían. Mientras Alejandro conversaba con ellos, lo dejé por un momento y me dirigí a un puesto de enfrente para seguir curioseando unos vestidos. Pasamos una tarde muy divertida y regresamos a casa. Mientras íbamos en el carro.

Alejandro: Amor, estuve hablando con esos dos chicos morenos, son nigerianos, en su país estudiaban en la universidad, pero debieron emigrar por razones políticas, me dijeron que tengo una esposa muy bonita, además me di cuenta cómo te miraban, sus ojos se salían de orbita, estas muy sexy hoy, y además me di cuenta también como los mirabas tu a ellos y no precisamente sus caras

Yo: ¡Ay amor mío, que pervertido eres! (risas) lo que pasa es que por un momento esos morenos me trajeron a la mente a el recuerdo de Yosbel, lo extraño, sabes?, principalmente su hermoso físico y esa piel morena, ummm amor mío como gozábamos con èl

Alejandro: ¿Lo extrañas? La pasábamos bien los tres, principalmente tu amor, como gozabas cuando él te realizaba esos masajes con final feliz (risas)

Yo: tú también amor gozabas viendo como el me penetraba, eso te produce mucho placer, ¿no?

Alejandro: Así es amor mío, pero odio las rutinas y ese triangulo ya me aburria y la verdad estoy en busca de algo distinto, ¿no querrías tener otro tipo de experiencias?

Yo: ¡¡Claro amor!! Soy tu herramienta de placer, hago lo que tu me pidas para satisfacerte, estoy para eso amor, por eso decidí casarme contigo, siempre te tendré a mi lado y te cuidare.

Alejandro: Te amo mi infiel esposa, te amo, mi vida no tiene sentido sin ti.

La semana siguiente volvimos a la feria, estaba a punto de salir cuando Alejandro me dijo:

Alejandro: Amor, hoy deseo que te veas mas sexy que nunca, ¿puedes cambiarte de atuendo?

Yo: ¡Amor mío, son las prendas adecuadas para un domingo a la tarde!

Alejandro: Entiendo, pero deseo que te vistas como una perra prostituta.

Yo: Amor, no deseo ser el centro de atracción de la feria, pero si es tu deseo que yo me vista para llamar la atención, lo hare amorcito, espérame unos minutos que voy a cambiarme.

Me puse un vestido muy corto y ajustado al cuerpo, con casi toda la espalda al descubierto que suelo usar para algún evento nocturno, con un amplio escote, no me puse brasier y me calcé unas hermosas sandalias de taco muy altos, la verdad, no era una prenda para la ocasión, pero deseaba complacer a mi esposo que se excitaba mucho cuando se daba cuenta que la gente me miraba deseándome.                                                                                                         

Alejandro: ¡Guau amor, estas espléndidamente sexy! Eres toda una zorra!

Yo: Mas que esplendida parezco una prostituta, este vestido es tan corto que al caminar con un poco de viento se ven mis nalgas (risas)

Llegamos al predio de ferias y Alejandro me hizo llevarlo nuevamente al puesto donde estaban los chicos nigerianos. Cuando nos acercamos los morenos casi quedan infartados al verme así vestida. Yo dejé Alejandro conversando con ellos y me fui a otros puestos a husmear algunos vestidos artículos. En un momento siento que Alejandro me hace señas para que vaya a buscarlo y cuando llego

Alejandro: Amor, estuve platicando con John y Rob, los invité a casa a tomar unas cervezas, y de paso para que te conozcan, tú sabes…

Me corro unos metros empujando la silla de ruedas y alejarme para que ellos no escuchen

Yo: ¡¡¡¡Amor!!!!¿No es muy arriesgado invitarlos a casa? No los conocemos, pueden robarnos, no sabemos quiénes son, entiendo que son simpáticos y parecen buenos chicos, pero…además amorcito vi esos bultos enormes debajo de sus pantalones, tienen unas vergas enormes, la de Yosbel parece un enano al lado de estos falos negros, ¡me van a destruir la vagina!

Alejandro: Probemos amor, me excita mucho que folles adelante mío con esos sementales morenos, apenas los vi pensé en ello enseguida.

Yo: bueno amor, si eso quieres, lo tendrás, tendré que esforzarme jajaja.

Los chicos nigerianos empacaron sus valijas y los llevamos a casa en el carro. Una vez allí me senté en el sofá en medio de los dos mientras bebíamos una cerveza, Alejandro se coloco con su silla de ruedas a medio metro enfrente nuestro. Mientras platicábamos ellos me tocaban los muslos, pasaban sus manos por detrás de mi cuello y de vez en cuando yo besaba a uno y a otro alternadamente. Tuve que sacar mis senos fuera del vestido para que lo chupen, les encantaban chuparlos y a mí también sentir esos labios gruesos succionar mis pezones. John el mayor de ellos tomo la iniciativa y comenzó a meter la mano entre mis piernas que fui abriendo mansamente hasta llegar a la raja que ya estaba húmeda, mientras tanto mis manos acariciaban los bultos de ambos y sentía como esas enormes vergas se ponían duras. Estaba muy excitada pero temerosa a la vez, nunca había manipulado semejantes falos, tenia que lograr una buena lubricación para poder meterme esas vergas sin sufrir demasiado. Alejandro tomo su cámara y comenzó a filmar.

Alejandro: sácale las prendas amor y déjalos desnudos, tú también, pero déjate la tanga y quédate con los tacos puestos, me excita verte así.

Los dos morenos quedaron como dios los trajo al mundo, me arrodille frente a ellos que estaban sentados, y tome con mis dos manos ambas vergas, eran enormes y venosas, estaban muy duras y ellos muy excitados, yo también lo estaba. Comencé a recorrer con mi lengua las vergas de los dos desde el glande hasta los testículos, mientras se la mamaba a uno, al otro lo masturbaba. Apenas me cabían en la boca, eran unas cabezas enormes, estuvimos varios minutos así mientras Alejandro filmaba de cerca.

Alejandro: súbete amor a uno de ellos quiero ver esa vergota abrir tu raja

Abracé a John y me subí encima de el dando la espalda a mi esposo que estaba detrás filmando excitado y alentándome.

Alejandro: vamos amor mío, deja que la meta de una vez, quiero ver tu vagina abrirse con una flor.

Poco a poco y con mucho dolor me fui metiendo esa verga en mi vagina. Gritaba y gozaba, llegue hasta la mitad y no quería ir mas profundo porque me dolía bastante, mientras tanto no soltaba la verga de Rob que seguía masturbándola sin parar. John me besaba sin parar, lamia mis pechos y yo descontrolada y con buena dilatación pude meterme todo adentro y comencé a cabalgar ese falo. Gritaba de placer y dolor, estaba como convulsionanando de tanto placer, mi cuerpo temblaba, tanto subir y bajar cabalgando no tarde en explotar con un orgasmo intenso, le verga del moreno entraba y salía de mi vagina mientras saltaba sobre ella como una loca desesperada. Tome fuerzas nuevamente, dejé a John y me subí con Rob repitiendo la rutina mientras Alejandro seguía filmando de cerca. Fue muy intenso. Siento que John se pone detrás mío y comienza a lamer mi culo. Enseguida me di cuenta de lo que se traía entre manos.

Yo: No querrás meterme semejante verga en mi pobre culito, no John, ¡ten piedad!

Alejandro: Claro que si amor, tu culo es hermoso y el esta muy excitado, deja que te meta un poco quiero ver como te comes esa verga con ese culo respingón y nalgón que tienes, te sobra culo amor, tu puedes tragarte esa verga

Yo: bien, pero antes dile que me unte con bastante gel lubricante por favor

Mientras cabalgaba la verga de Rob, John con sus dedos lubricaba mi culo y se lubricaba la verga. Deje de moverme y trate de relajarme, nunca había tenido una doble penetración. Abrace fuerte a Rob y deje que la cabeza de la verga de John vaya entrando muy despacio. Era muy doloroso, solo pudo meter su cabeza y poco mas, ni siquiera lo deje llegar a la mitad.

Alejandro. Por dios amor, estas tragándote esas dos vergas, ¡eres una puta divina!

Los morenos apenas se movían, yo no les permitía hacerlo, solo era yo quien se movía buscando el placer. En pocos minutos alcanzo un nuevo e intenso orgasmo acompañado con un temblor general en todo mi cuerpo. Luego de eso ya podía moverme mas con el culo bien dilatado y la verga de Rob entrando y saliendo de mi vagina. Cuando John retira su verga del culo…

Alejandro. ¡Amor si pusieses ver!, como quedo tu agujero abierto, estoy excitado.

John casi me parte el culo en dos partes y mi esposo estaba exultante. Los chicos querían descargar su semen, ya no sé aguantaban, sus cabezas rojizas parecían explotar. Me arrodille ellos se pusieron de pie y comenzaron a masturbarse hasta descargar un semen blanquecino y espeso en mi cara. Algo fue a la boca, algo más me lo tregüé, otro poco chorreaba de mi mentón y caían sobre mis tetas, la cantidad de semen de esos dos sementales negros era increíble. Quede extenuada, apenas podía sentarme, mi culo aun estaba abierto. Fue algo increíble. Los muchachos se fueron y esa misma noche Alejandro y yo pudimos ver el video completo acostados en nuestra cama matrimonial. Luego de verlo me puse cachonda, apoyé mi vagina sobre el cuerpo tendido de mi esposo y comencé a refregarla sobre su boca mientras miraba escenas del video follando con los negros. Me corrí en la cara de Alejandro, lo abracé y nos dormimos.

 

 

El día que me "violaron" cuando tenía 15 años (mi último relato)
Mi papá me llevó a un motel

Nadie le ha dado "Me Gusta". ¡Sé el primero!