Nota: esta publicación es sarcástica. Eso significa que el mensaje dice literal y enfáticamente una cosa, pero la intención es la opuesta. Ay Dios! No puedo creer haber tenido que añadir esto.
Cómo escribir un relato erótico
©Stregoika 2022
En caso que haya quienes deseen aprender, voy a echar mano de los 25 años que llevo escribiendo (con el perdón de quienes lleven 30 o más) para dar unos consejillos:
Primero y más importante: La historia que cuente usted debe ser verdadera. Las fantasías o productos de la imaginación son ripio, no sirven. Como dijo un alto experto: “No le veo el caso a escribir fantasías”, o como manifiesta una eminente autoridad: “¡…hay relatos falsos!” Entiéndase que, el relato erótico es una creación para alardear de la vida sexual.
Aparte, es imperioso que la historia siga exclusivamente la línea porno. No describa lugares, seres humanos (excepto usted mismo, como verá a continuación) ni sentimientos, y no use palabras que no conozca el 99% de la gente. Eso no es porno ni erótico.
Siempre inicie su narración dando su nombre y su descripción física, entre más burda mejor.
Ejemplo:
Soy Ale, mido 1,60; tengo tetas grandes y soy de piel morena, no soy gorda ni flaca y me gusta por detrás pero también por delante. Suelo vestir normal.
Relate la actividad sexual ya en el segundo párrafo, a más tardar.
Lo más importante: No piense. Solo escriba para narrar los polvos. Si usted tiene entre 10 y 15 años de edad, escribirá un excelente relato erótico, basado en hechos verdaderos y sin necesidad de pensar. Solo diga como lo metió o se lo metieron, luego cómo acabaron y fin. Ya es escritor de literatura erótica. Pero, si tiene más edad, será un problema, porque tendrá usted planteamientos sobre la vida y deberá evitar a toda costa incluirlos en su relato. Y si es una persona todavía mayor y culta, que ha vivido, estudiado y leído más de lo que ha fornicado, mejor desista de escribir cuentos eróticos. No le quedarán bien, porque no podrá cumplir con los requisitos mínimos —los de esta pequeña guía—: A lo mejor va y usa la imaginación, mete filosofía personal o comentarios existenciales. Si se descuida, en su relato erótico puede llegar a dejar registrada una manifestación de La Realidad y a cuestionarla1. O lo peor de todo, va y habla de amor y ¡con lenguaje poético! Así, sus relatos le quedan tan largos que la gente se duerme antes de pajearse. Esa es la clase de relatos eróticos que no le aportan nada el género. Qué vergüenza escribir algo así.
Qué vergüenza escribir algo así. Pero yo ¡me la aguanto!
Igual se la aguantaron:
Judith Krantz, en Princess Daisy.
Graham Masterton en La Pesadilla.
y hasta
Gabriel García Márquez en Cien años de Soledad o El amor en los tiempos del cólera.
Estos autores no saben lo más mínimo de lo que dice esta guía y cometen todos esos (y más) errores.
A los lectores cultos les ofrezco una disculpa por el sarcasmo. Obviamente esto no iba para ustedes. Aprovecho también para enviar un agradecimiento a los administradores por tener una página donde no friegan por la edad de los personajes. Mis relatos no solo incumplen con las pautas de esta estricta guía sino que son impublicables a lo largo y ancho de internet.
Yo empecé escribiendo en sexosintabues.com (desaparecida) y luego en sexosintabues30.com, que abandoné porque su comunidad pareció volverse de aplastante mayoría gay y los demás géneros se volvieron invisibles.
Qué vivan La literatura y La libertad de expresión. O la libertad en términos generales, mejor dicho.
Bye.
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1Proveer una manifestación de y cuestionar La Realidad, es la razón de ser de la Literatura. El imaginario, lo hipotético, los sueños, los deseos y lo prohibido hacen parte de La Realidad. No únicamente los hechos. Dicho sea de paso, una característica de la Literatura es hacer uso del idioma con altura.
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