Incesto

El inicio con mi hija menor “II” (10)

2
Please log in or register to do it.

Papi qué cosas me dices, ahora si me deseas, yo te prometí que te daría mi virginidad y quiero que me hagas todo lo que tu deseas.

Tu vagina está bien mojadita mi niña y así no vas a sentir tanto dolor, pero tienes que prometerme que no vas a gritar porque tu hermana nos puede escuchar, si sientes deseo de gritar me vas a besar fuerte para que ahogues tus gritos.

Papi no me hagas dar miedo, no quiero que me duela por favor.

Mi niña te va a doler un poco, tú eres virgen y tu vaginita es pequeña aún y mi pene es grande, pero no te preocupes, porque con el deseo que tienes que te haga mía no vas a sentir tanto dolor, sólo disfruta cuando sientas que mi pene entra en tu dulce y deliciosa vaginita.

Me recosté sobre ella, no deje caer todo mi cuerpo, con mis piernas abrí las suyas y mi pene sintió por primera vez su vagina, fue una sensación maravillosa, ni siquiera la primera vez con su hermanita la había sentido, ella me estaba atrapando, me recosté sobre mis codos, me quede mirándola a sus hermosos ojos y le dije:

Hijita quiero besar tu boca, espero no te moleste que sientas el aroma de tu vagina en mi boca porque me la estaba devorando, pero también deseo devorarte tu boca.

Papi no te preocupes, es el aroma de mi cuerpo y quiero que lo hagas, que te devores mi boca y todo lo que quieras solo quiero complacerte.

Mi boca busco la suya sintiendo por primera toda su dulzura y delicadeza, con una de mis manos la tomé por detrás de su cabeza mientras mi lengua entraba en su boca y empecé a probar sus besos, una locura total, me enloquecía esa niña, empecé a morder su lengua para despertar más deseo en ella, cuando sentí su abrazo fuerte, pensé que era el momento de penetrarla no podía aguantar más, estaba a punto de reventar.

Tienes una boca rica mi niña, igual que tu vagina y me encanta como me besas, pareces toda una mujercita, ahora vas a sentir como te penetro, voy a meter mi pene en tu vaginita, dejar todo mi semen dentro de ella y hacerte sentir todas esas cosas ricas que tanto deseas.

Papi estoy muy nerviosa y me haces sentir muchas cosas, me da miedo, pero no quiero que te enojes conmigo por preguntar, ¿cómo vas a dejar todo tu semen dentro de mi vagina?

No me voy a enojar contigo es normal todo lo que estás sintiendo porque es tu primera vez, no olvides que aún eres una niña y me hace feliz saber que despierto todo este deseo en ti, lo que pasa mi niña es que cuando me hagas llegar al límite de mi deseo, mi pene dejara salir todo el semen que tiene guardado y lo depositara dentro de tu tierna vagina.

Pase mi mano por su rostro y le dije que estuviera tranquila.

Tienes la hermosura de un angelito y un cuerpo que me enloquece, te deseo tanto que no soporto pensar que otro hombre algún día profane tu belleza, quiero que seas solo para mí.

Papi me dices cosas muy lindas y me pones nerviosa, pero te prometo que no estaré con otro hombre, solo seré para ti si es lo que quieres.

Si mi hermosa bebe, solo quiero que seas para mí solito, ser tu amante hasta que te canses de mí, es lo que siempre deseare.

Papi, cómo así que quieres ser mi amante, no entiendo lo que me quieres decir.

Mi bebe, cuando digo que quiero ser tu amante, es ser el hombre en tu vida, que te cuide, te mime, te de regalos, que te haga sentir toda una mujercita, que te ame en secreto y te haga el amor cuando tú lo desees o yo te lo pida, es eso mi bebe.

Papi, ¿eso quiere decir que nadie puede saber lo nuestra verdad y que me vas a hacer el amor muchas veces?

Si mi bebe eso quiero decir, pero siempre y cuando te quede gustando y desees que te haga el amor, ahora te voy a hacer toda una mujercita.

Papi yo si quiero que me sigas haciendo el amor muchas veces y quiero ser una mujercita.

Recosté mi cuerpo sobre el suyo, separe sus piernas y las levante un poco, deseaba que sintiera todo el placer del mundo cuando la penetrara, lentamente mi pene lo fui acercando a su deliciosa y virgen vaginita, mientras me apoyaba con mis manos, me deje caer totalmente sobre su cuerpo, cuando me dijo:

Papi eres muy pesado, me ahogas.

No te preocupes mi bebe, no pasara, quiero sentir mi cuerpo sobre el tuyo para despertar el placer que tienes guardado dentro y así no olvides este hermoso momento.

Estaba sobre su cuerpo, mi boca busco la suya y suavemente introduje mi lengua, en ese momento la chispa volvió a prenderse, saboreaba sus deliciosos labios suavemente despertando placer en ella.

Devoraba toda su boca mordiendo suavemente su lengua, mientras por primera vez mi pene rosaba su pequeña y virgen vagina, algo maravilloso sentía en todo mi cuerpo, el deseo era más fuerte que la primera vez con Marcela, algo tenía mi pequeña que me estaba enloqueciendo y deseaba disfrutar este momento plenamente y hacer que ella no lo olvidará.

Empecé a penetrarla suavemente mientras besaba sus pequeños senos que se perdían en mi boca, sentir esa piel suave me enloquecía más, pero al sentir como mi pene entraba apretado en su rica y virgen vaginita la locura era total, deseaba penetrar todo mi pene en su vagina sin importar su dolor, rodeé con mis brazos su pequeño cuerpo y la apreté tan fuerte contra mí, que ella exclamó:

Papi me asustas como me abrazas porque siento que me ahogo, siento tu pene y me está doliendo papá, me da miedo.

Mi bebe, te dije que te dolería un poco porque tu vaginita es pequeña y mi pene es un poco grande para ella, pero si te lo meto muy suave no vas a sentir el mismo placer que si te lo meto duro bebe y sé que tu deseas sentir lo mismo que tu hermana y tu mama, por eso debes soportar un poco el dolor y si quieres gritar hazlo, pero quiero que sientas el verdadero placer mi bebe.

Papi, de verdad tengo mucho miedo de que me duela, pero me gusta todo lo que me dices y lo que estoy sintiendo es muy bonito, quiero seguir sintiendo todo esto papi.

Mi bebe hermosa, vas a sentir cosas más ricas cuando te meta bien duro mi pene, te voy a hacer gritar pero de placer mi pequeña porque es lo que tu deseas y te voy a complacer.

Le abrí un poco más sus piernitas y se las levante nuevamente, deseaba que sintiera todo mi pene entrar en su vagina, la tome por detrás de sus caderas con una de mis manos y coloque la cabeza de mi pene dentro de su vaginita sintiendo sus pequeños vellitos que rodeaban sus labios vaginales y empecé a penetrarla suavemente, sentía como sus paredes vaginales estaban totalmente llenas de sus jugos y el dolor que me producía entrar en su pequeña vaginita, pero cuando ella me abrazo fuerte y dio un pequeño grito de placer o dolor, no lo supe en ese momento, encendió más placer en mí y sin pensarlo más, empuje mi pene con todo mi cuerpo dentro de su vagina y sentí que tocaba sus entrañas, mientras mi boca se devoraba nuevamente la suya apagando el grito que daba, para solo escuchar sus fuertes quejidos, pero mi bebe no me soltó, por el contrario sentía que me besaba más fuerte y entonces mi pene entro una y otra vez en su vagina, pero estaba tan apretadita que sentía dolor cuando la penetraba, una locura total, la virginidad de mi pequeña era mía y ella seguía disfrutando.

Papi, siento un dolor muy grande en mi vagina cuando metes tu pene, pero me haces sentir cosas muy ricas en todo mi cuerpo que no quiero que pares.

Cuando ella dijo estas palabras, exploté dentro de su vaginita.

Mi bebe estoy llenando tu vaginita de mi semen, quiero que ahora solo sea para ti, quiero que te lo comas todo bebe, me entregaste tu virginidad y me has hecho sentir placer como nunca, ni siquiera tu mami y tu hermana me hicieron sentir lo que tú me haces sentir, eres única bebe.

Papi yo te hago más feliz, pero no pares, sigue otro poquito, quiero que me hagas sentir así de rico más tiempo.

No podía creer lo que ella me acaba de decir, parecía mentira, mi pequeña bebe no estaba satisfecha aún, eso me dejó perplejo, pero afortunadamente podía seguir hasta el cansancio.

Empecé a penetrarla fuerte, mi pubis golpeaba su vagina, mientras sus manos apretaban fuerte mis brazos que se apoyaban a cada lado de su pequeño cuerpo, sentir como entraba apretado mi pene aún erecto en su pequeña vagina, era una sensación única que no permitía que mi deseo acabara y por el contrario quería seguir sintiendo mi pene dentro de su vagina que había inundado con mi semen.

Ella se comportaba como toda una gran amante, sedienta de placer, no como mi niña que estaba a punto de cumplir 12 años y con su inocencia que acababa de robarle.

Mi bebe, quiero que sigas disfrutando de mi pene, que lo devores una y otra vez, quiero ser tuyo y que tu seas solo para mí, me enloqueciste mi bebe, de verdad lo que me haces sentir, no lo había sentido antes con otra mujer.

Papi,  me gusta lo que siento y me dices, soy muy niña para entender como tú dices, pero quiero que me digas siempre todas esas cosas y me hagas sentir otra vez esto tan bonito.

Continua..”final”…

 

El inicio con mi hija menor “final” (10)
El inicio con mi hija menor “I” (10)

Le ha gustado a: