Incesto

La primera noche con mis dos hijas I (11)

2
Please log in or register to do it.

Las cosas habían dado un vuelco total, nunca pensé que esa mañana le robaría la virginidad a mi pequeña niña, los planes eran diferentes, había pensado pasar esas dos noches con las dos, pero después de haber estado con mi pequeña y de haberle dicho tantas cosas, no sería fácil convencerla que deseaba estar con su hermanita en presencia de ella y menos que Marcela lo fuera a permitir, las cosas no serían como las planee inicialmente, debería pensar en algo diferente para poder convencerlas.

 

Le dije a mi niña que se quedara en su cuarto durmiendo mientras yo iba al cuarto de su hermanita para hablar con ella.

 

Papi y porque no te quedas conmigo durmiendo toda la mañana, acaso no me dijiste que te gusto todo lo que pasó.

 

Si mi bebe hermosa, ya te lo dije, pero voy a contarte algo y tienes que guardar el secreto para los dos y no ponerte celosa, debes prometerme.

 

Está bien papi te lo prometo, pero dime porque no debo ponerme celosa.

 

Mi bebe hermosa, espera te cuento y entenderás todo.

 

Le dije a tu hermanita que como tu mamá no estaba en la mañana y tú dormías hasta tarde, pasaba hasta su cuarto para que hiciéramos el amor, como se lo había prometido, porque ella me lo pidió y yo deseo complacerla porque me gusta hacerlo.

 

Papi, ósea que tú te vas para el cuarto de mi hermana hacerle el amor como me lo acabas de hacer a mí, ¿luego no me dijiste que solo querías hacerlo conmigo y nadie más?

 

Si bebe yo te lo dije, pero si no le cumplo a tu hermana lo que le prometí, se va a enojar conmigo y no quiero que pase,  además, de pronto sea la última vez que le haga el amor a tu hermanita, porque después de estar contigo no se si quiera volver a estar con ella, de pronto de ahora en adelante solo estaré contigo si tú me lo pides, bueno y tu mami porque sabes que a ella nunca le podré decir que no.

 

Quiero que sepa mi bebe hermosa, que voy a convencerla para que lo olvide por hoy, así que no pienses nada mal mi bebe.

 

Papi puedo hacerte otra pregunta, pero me dices la verdad por favor.

 

Ya te dije mi bebe que me puedes preguntar lo que desees, ahora dime.

 

¿Le hiciste el amor a mi mami esta mañana antes de que ella se fuera?

 

Ya te dije que no quiero contarte las cosas que pasan entre ella y yo, de pronto te sientes incomoda o no te gustan y no quiero que te sienta así mi bebe.

 

Papi, quiero saber, por favor respóndeme.

 

Si bebe, cuando tu mamá sale de viaje acostumbramos siempre hacer el amor, pero no fue nada igual a lo que acabamos de hacer.

 

Papi, ¿te parece que está bien que le hayas hecho el amor a mi mami, a mí y ahora quieras hacerlo con mi hermanita?

 

Te das cuenta porque no te quería decirte, vas a molestarte y no quiero que eso pase, pero como te dije, deseaba hacer el amor contigo y cumplirte la promesa que te hice hace tiempo y no me arrepiento porque fue maravilloso lo que paso entre los dos mi bebe hermosa y lo importante es cómo nos acabamos de sentir.

 

En cuanto a tu hermana, te dije que voy a hablar con ella y convencerla que no puedo cumplirle lo que le prometí hoy, es mejor evitar que de pronto tu nos veas, también le diré que como hice el amor con tu mami esta mañana estoy un poco agotado, tratare de convencerla.

 

No sé papi, no quiero que lo vuelvas hacer con ella, me dan celos, solo quiero que todas esa cosas bonitas que hoy hicimos, solo sea para los dos y si pudieras tampoco con mi mami.

 

Mi hermosa bebe, ya te dije que voy a convencerla para que no pase, entiéndeme por favor, debo cumplir la promesa que le hice y en cuanto a tu mami, no puede pasar y eso tú lo sabes, porque si no lo hago ella sospechara que tengo otra mujer, no quiero que pienses así, debes entender que me siento bien haciendo el amor con tu hermana, recuerda que estuve primero con ella y me hizo prometerle que siempre estaría con ella cuando me lo pidiera.

 

Está bien papi, por favor la convences y te olvidas de ella, hazlo por mí.

 

No te preocupes, voy a intentarlo, ya te lo dije, pero solo piensa que cuando estemos los dos, vamos a sentir todas esas cosas bonitas que hoy viviste, es lo importante, no tienes que ser celosa, sabes que debes compartirme, no le estoy cumpliendo la promesa a tu hermana, porque hice el amor contigo y no me arrepiento porque fue maravilloso, solo piensa en eso por favor.

 

Me fui al cuarto de mi niña hermosa, estaba ansioso por verla, aún no despertaba, estaba en su cama dormida, boca abajo, se veía tan hermosa como siempre, me acerque sin hacer ruido y me senté suavemente a su lado observando como dormía plácidamente, pensaba en lo que había acabado de pasar con su hermanita Claudia, había hecho el amor con ella robándole su virginidad, además le había prometido que de ahora en adelante solo estaría con ella, pero mi niña hermosa me fascinaba, además llevábamos tiempo sin hacer el amor y no podía negarme a vivir esos momentos de placer con ella, ella fue primero que su hermana y le debía todos estos años de felicidad que me estaba brindando, debía hacerlo y pensar cómo lograba después que ellas aceptaran que las necesitaba a las dos, algo que nunca imaginé que pasaría, pero era una realidad, mis dos hijas eran mis pequeñas amantes.

 

Levante suavemente sus cobijas y descubrí su cuerpo, su camisón estaba levantado y dejaba ver su pantys blancos de encajes, empecé a acariciar sus piernas suavemente, su cuerpo estaba calientito y su aroma me estremecía en lo más profundo, la verdad estaba muy ansioso y temblaba, mi mente solo pensaba en cómo sería una noche con mis dos hijas después de haber hecho el amor con ellas esa mañana.

 

Desplace mi manos desde sus rodillas hasta llegar a sus cadera, aún no se despertaba con mis primeras caricias, entonces subí un poco mi mano y la metí por entre su camisón hasta llegar a su estómago, lo masajee un poco y luego baje hasta llegar a su vaginita por encima de su panty, se la apreté un poco y abrí sus piernas, pensé que en ese momento se despertara, pero no lo hizo, tan solo se movió un poco, pero siguió durmiendo, entonces pasé mi mano en medio de su vagina por encima del panty masajeando suavemente, lo hice por unos segundos, cuando de repente sentí que su mano aprisionaba la mía y dijo:

 

Papi que rico como me despertaste, si siempre lo hicieras así, sería maravilloso dejaría que te comieras mi vagina, no me digas que amaneciste con deseos de hacerme el amor.

 

Precisamente hija, eso quería decirte, que hoy es nuestro día y nuestra noche, vamos a estar como nos gusta, solitos para amarnos mi niña hermosa, mientras decía esto mi mano seguía masajeando su vagina por encima de su pantys.

 

Sabes hija, siento deliciosa tu vagina y por mí la devoraba ahora mismo, está super caliente y la siento un poco húmeda, ¿acaso estabas soñando con tu papi esta mañana?

 

La verdad no papi, alcance a sentir tus caricias antes de despertar, pensé que estaba soñando, nunca creí que me estuvieras acariciando mientras dormía, pero dime te gustó sentirme así dormida y ¿de verdad la quieres probar un poco ahora?

 

Porque crees que estoy aquí a tu lado acariciando tu cuerpo mientras dormías, deseaba que despertaras deseosa de querer hacer el amor esta mañana con tu padre, ¿no has visto como me tienes hija?

 

Déjame sentirte un poco papi, imagino como estará tu pene, bien grande y grueso como me gusta, porque la verdad papi, acabas de despertar este deseo que tengo reprimido de muchos meses, de verdad me hace mucha falta hacer el amor contigo papi.

 

Mientras me decía eso, sus manos se fueron directo al pantalón de mi pijama y empezó a bajarlo, se llevó su sorpresa porque se dio cuenta que solo tenía el pantalón y nada más.

 

¡Papi como esta tu pene! no puedo creer que te pongas así cuando tocas mi cuerpo, quiero que te acuestes un ratito a mi lado y me hagas el amor, de verdad lo deseo papi, no te preocupes por mi hermana que ella duerme hasta tarde y te prometo que no gritaré, además ya casi me tienes desnuda como a ti te gusta.

 

Si ella supiera que hacía unos pocos minutos atrás viví una de mis mejores experiencias cuando le robé la virginidad a su hermana.

 

Mi bella hija, me encanta que me digas esas cosas, si no te hubieras despertado, lo hubieras hecho cuando sintieras mi boca acariciando tu rica vagina, quiero probarla ahora mismo, me encanta el aroma de tu cuerpo cuando te acabas de levantar mi hermosa niña y más con este deseo que tengo de hacerte el amor.

 

Estaba seguro de que Claudia no saldría de su cuarto y esperaría a que yo saliera del cuarto para levantarse, por esto estaba tranquilo y el deseo por mi hija me enloquecía, deseaba probar su hermoso cuerpo una vez más.

 

Me terminé de quitar mi camisa y me metí a su cama, estaba caliente y el aroma que salía de ella penetraba hasta lo más profundo de mi ser, ese aroma enloquecía mi deseo por ella, mi Marcela me esperaba en su cama paciente para que le hiciera el amor.

 

Papi que delicia tenerte en mi cama para mi solita, no sabes la falta que me haces y aunque me dices que no debo sentir celos de mamá, te cuento que últimamente si los he sentido, no entiendo porque ella siempre puede disfrutar de ti y yo debo esperar a cuando estemos solos los dos para poder disfrutar de ti y me puedas hacer sentir feliz cuando me haces el amor, es lo que más deseo ahora papi.

 

Mi niña hermosa, te lo he dicho siempre, no debes sentir celos de ella, tú sabes cuanto te amo, además es más emocionante cuando tenemos nuestros encuentros y los disfrutamos muchísimo, tranquilízate y disfrutemos estos dos días que estaremos solos con tu hermana.

 

Mi niña hermosa, desde aquel primer día en que me viste desnudo en la ducha de ese hotel, despertaste en mí un gran deseo por tenerte y después despertaste este gran amor que siento por ti, ahora puedo decirte que te amo y quiero tenerte para mí toda mi vida mi niña hermosa, me entregaste toda esa dulzura e inocencia de niña que tienes, y tu tesoro más preciado, tu virginidad, te parece poco mi niña, por eso siempre estarás en mi corazón.

 

Papi, qué cosas tan lindas me dices, me haces feliz con tus palabras y más saber que me amas y lo que significó para ti, aunque aún soy una niña, para ti soy tu mujer que quiere hacerte feliz por siempre.

 

Tenía razón cuando decía que, aunque aún era una niña, para mí era mi mujer, mi pequeña niña hermosa, desde sus 12 años años me hacía tan feliz, llevábamos ya dos largos años viviendo nuestra maravillosa fantasía y no deseaba que se terminara.

 

Me dolía decirle mentiras a mi niña, pero debía hacerlo para tenerla tranquila y poder estar también con mi tierna Claudita que estaba deseosa que su padre le siguiera haciendo el amor, una locura lo sabía, pero si hacía bien las cosas, ella terminaría aceptando para que su hermana no contara.

 

Me coloque sobre ella y me quede mirándola a sus ojos y le dije:

Mi niña hermosa aún no puedo creerme lo que pasa entre los dos, llevábamos más de dos hermosos años amándonos a escondidas y tu cada día me asombras, es lo que me encanta de ti, nunca había estado enamorado de alguien hasta hoy como lo estoy de ti y espero que siga así hasta que tú decidas no quererme más.

 

Después de decirle estas palabras abrí sus piernas y se las levante un poco, estaba deseoso de probar su rica vaginita, llevaba meses sin poder probarla con mi pene, mientras lo hacía ella acariciaba mi rostro mirándome y diciéndome cuánto me amaba, lo que encendía la pasión entre los dos en ese momento, sabía que ella estaba lista para que la penetrara, por eso deje caer todo mi cuerpo sobre el de ella y coloque mis manos por debajo de su cabeza para levantarla un poco y empezar a besarla.

 

Sigue”II”

 

La primera noche con mis dos hijas II (11)
Tuve sexo con la mejor amiga de mi primo

Le ha gustado a: