No te preocupes ella aún no subirá, igual no tiene llaves y tendrá que golpear para entrar, estés tranquila.
Tome sus manos e hice que masajeara mi pene, le dije hazlo así y luego la deje sola.
Papi, te gusta esto que te estoy haciendo, quiero saber que te estoy haciendo ahora, dímelo.
Hija me masturbas con tus manos y eso también me encanta, cuando no pueda hacerte el amor, me gustaría que lo hicieras, se siente maravilloso, igual como te sentiste con el masaje, porque también masturbe tu vaginita.
Cuando sentí sus manos apretando mi pene, fue mágico, por el aceite, sus manos bajaban y subían rápido, seguí en la misma posición viendo cómo me masturbaba, quería que siguiera así, pero él estaba a punto de estallar, no soportaba lo que ella despertaba en mí, mientras me masturbaba, no soporté tanta excitación y le dije:
Mi niña hermosa, voy a venirme y verás mi semen caer en tu cuerpo.
Mi semen cayó encima de sus senitos y su cuello, pero ella no soltó mi pene, siguió masturbándome.
Papi, lo que salió de tu pene es tu semen, ¿tú me dijiste que solo salía cuando entraba en mi vaginita y hoy no entro?
En ese momento soltó mi pene y llevó sus manos a sus senos.
Si mi niña hermosa, es mi semen que salió de mi pene porque también sale cuando tú lo acaricias como lo hiciste ahora, dime ¿te gustó sentir mi semen sobre tu cuerpo?
Toco el semen con sus dedos, papi está un poco calientito y se siente pegajoso.
En ese momento, me incline y deje caer mi cuerpo sobre el suyo, la abrace, mi pene quedo tocando su vaginita, sentí sus senos y el semen en su cuerpo, bese sus labios suavemente, me miró con sus ojitos exaltados, expresivos, la estreche en mis brazos, como aquella primera noche, nos quedamos un momento así.
¿Quiero saber si te gusto el masaje y te paso el dolor de tus piernas?
Si papi, me gusto como me hiciste el masaje, ¿puedo decirte otra cosa y no te enojas conmigo?
Nunca me enojaré contigo, dime
Me gustó masturbarte y ver como salía el semen de tu pene papi.
Me haces feliz escuchar lo que me dices mi niña hermosa y también me gustó mucho poder hacerte el masaje, haberte visto toda desnuda y acariciar todo tu cuerpo, eso me enloqueció.
Mi niña hermosa debes bañarte otra vez para que te quites el aceite y el semen de tu cuerpo, para que duermas tranquila y tu mami no se dé cuenta cuando te salude.
Me levanté y ella lo hizo en seguida, fue al baño y yo al mío, nos bañamos y esperamos el regreso de su hermanita y su mami, así terminó su primer masaje