Mi nieta y su despertar sexual

Lisandra tiene 10 años, su madre, mi hija la tuvo de soltera. Se embarazó de su futuro marido y el desapareció cuando mi hija le comunico que estaba embarazada. Para colmo de males, Angelina, mi hija, falleció hace ya dos años de cáncer. Y desde entonces mi esposa y yo, sus abuelos maternos nos hemos hecho cargo del cuidado de la niña. 

A medida que va creciendo cada vez se parece más a su madre, es una hermosa criatura, ya sus senos han comenzado a hacerse notar, todavia anda la mayor parte del día sin sostén, por lo que se le notan los pezones a traves de la tela de su remera o camiseta. Hoy en día la ropa más usada por las niñas son las calzas de lycra, que se ajustan bien al cuerpo y son prácticas. A Lisandra las calzas cada vez le quedan mejor, ya sus nalgas redondas y bien formadas acompañan a un par de piernas largas, practica patín por lo que su cuerpo estilizado es firme y elástico. 

Todo hasta hace unos días marchaba muy bien con ella. Es estudiosa, aplicada y una niña muy dócil. Se hace querer y es muy difícil reprenderla o castigarla. Conmigo ha desarrollado una relación de compañerismo, ayudada por el afecto que siente por nosotros. Entonces cuando vuelve del colegio suele contar su día y no esconde nada. 

Así fue que nos enteramos que en la escuela ya comenzaron a darle clases de educación sexual. Aunque Lisandra al ser muy curiosa y estar en la edad en que las hormonas comienzan a rebelarse, con su Laptop no me cabe duda que ya ha buscado videos de sexo, y cuando se encierra con sus amigas en su pieza, vaya Dios a saber de que hablan, o que hacen.

El viernes por la tarde mi esposa preparó su valija y tomó el vuelo para visitar a su padre que se encuentra algo enfermo, ya tiene sus años. Por lo tanto todo el fin de semana estaríamos solos Lisandra y yo. Los dos nos divertimos y la pasamos muy bien cuando estamos solos. Yo la consiento en todo. Como buen abuelo. 

Esa noche comimos pasta con salsa y pollo, le encanta, es su plato preferido. Luego tomamos el envase de helado y nos fuimos a sentar al living a ver una película. Ya eran las 23.30hs y la niña comenzó a recostarse sobre mi falda con la intención de dormirse ahí. Viendo eso, apagué el tele y la insté a que se levante y se fuera a acostar. Yo me di una ducha y me fui a mi habitación, no tengo costumbre de cerrar la puerta del dormitorio. Al ratito siento la puerta del baño y la ducha corriendo, me tranquilicé, mi nieta se estaba duchando, pero al ratito siento que me llama, me levanto y voy así como estaba en sleep, entro al baño y la veo totalmente enjabonada, lavándose la cabeza y me dice, Abuelo me olvidé de sacar toalla, me alcanzás una porfi?

La verdad es que hasta ese momento no había mirado con mala intención o con deseo sexual a mi nieta, pero verle las tetitas ya creciditas, su pubis todavía lampiño y su vagina pequeña de labios gorditos, y por sobre todo cuando se dio vuelta para enjuagarse me presentó su hermoso culo, hay Dios, la pija pegó un salto y rápidamente se enervó a su máximo esplendor. No es para ponerla en exibición pero con sus 19x5cms sirve para satisfacer a cualquier mujer. 

Lisandra se da vuelta y cuando baja la mirada descubre el bulto en mi sleep, abrió grande los ojos, pero no hizo ademán de taparse o cubrirse, lo que me dió la posibilidad de apreciar en toda su magnitud lo hermosa que esta mi nieta. Le dejé la toalla sobre la tapa del inodoro y salí presuroso, pero ya mi mente había registrado que mi nieta ya tiene cuerpo de señorita. Muy pronto seguro comenzará a tener su  mestruación. Me acosté con la mente confundida por mis sentimientos y la fuerza de mis deseos.

Pasó una media hora, yo ya estaba dormitando cuando siento unos pasos que se encaminan a la cama, se corren las frazadas y siento como el cuerpo de Lisandra se acomoda al lado del mío, pero la sorpresa fue que no traía nada de ropa. N emitió palabra, simplemente se dió vuelta, se puso de cucharita contra mi metiendo su culito entre mis piernas y simplemente se hizo la desentendida. Ninguna explicación. Eso disparó mi lívido y nuevamente mi pene se puso duro. Mi nieta al sentir la barra de carne entre sus nalgas, se acomodó mejor para que la pija le quede justo en el centro de sus gluteos. Y la muy descarada levemente comenzó a moverse, adelante y atrás, mi pija le corría por el canal trasero, yo ya estaba bastante excitado, por lo que perdí control de mis acciones, y me saqué el sleep liberando mi poronga que ya expulsaba precum. Nos acomodamos nuevamente de cucharita, pero esta vez ya pasé los brazos por su costado y me adueñé de sus pechos. Sus pezones estaba duritos. Cuando se los pellizqué, ella gimió como perrita en celo. Me acomodé bien a la altura y con movimientos de cintura logré que la cabeza de mi verga se trabara en su esfínter, al sentir la verga en esa posición mi nieta se quedó quietita, le susurré al oído, que se habra las nalgas con las dos manitos, sin demoras lo hizo, por lo que mi verga ya tenía el camino libre, y suavemente metí la punta de la misma, Lisandra se quejó, es que convengamos es algo gruesa para una niña de 10 años. Me detuve y busqué el gel lubricane que suelo usar con mi esposa cuando tenemos sexo. Unté mucho gel en mis dedos y de a poquito primero uno, luego dos dedos se perdieron dentro del culito de mi nieta, encharcando de lubricante su canal trasero, ella solo suspiraba fuerte, cuando el tercer dedo logró entrar, ya mi verga estaba que explotaba de excitación, puse bastante lubricante en la cabeza y a lo largo de mi tronco y retomé el camino de invadir ese preciado culito virgen. Esta vez con solo presionar un poquito, la cabeza pasó a traves de su esfínter y atrás entraron fácilmente unos cinco centímetros de verga. Lisandra gimió y apretó mis piernas con sus manos, me quedé quietecito hasta que noté que se relajaba, entonces sin presionar su culo, con mis manos comencé a masturbar su clítoris y a tocar su vagina, a la que fuí metiendo también de a un dedo por vez hasta que prácticamente todos los dedos entraban entre sus labios que ya estaban muy mojados y pastosos, la lubricación de esta niña era genial. Y además estaba a mil, Ella sola sin darse cuenta debido a la exitación y con el afán de masturbarse con mis dedos su vagina, en el ir y venir, se fue ensartando de a poco los 19cms de carne en barra hasta que mi pubis chocó con sus nalgas, estaba totalmente penetrada. Y seguía masturbándose, de repente con un largo gemido noto como inunda mi mano con sus fluidos, había tenido su primer orgasmo, yo seguí excitándola vaginalmente mientras le daba por el culo, que dicho sea de paso estaba bien dilatado y aceptaba mi verga sin problemas, algo estrecho pero hermoso, aterciopelado, suave y caliente, justo cuando mi nieta logra su segundo orgasmo, yo liberé mi semen en su estrecho túnel llenando su culo con largos chorros.

Pasó un rato hasta que mi verga se achicó y pude sacarla sin hacerla sufrir, hasta ahí no había habido una sola palabra de consulta o aceptación. Todos echos. Mi nieta se quedó pegada a mi, medio se adormiló, yo me relajé y me acomodé para dormir. Al rato entre sueños siento que me están tocando la verga, que nuevamente se comenzó a para, de pronto siento en la cabeza de la pija los labios calientes y húmedos de Lisandra que inicia a darme una mamada, inexperta pero con gran entusiasmo, al ratito ya se tragaba media pija, no me atreví a decirle nada, ni a darle reproce alguno, hacía mucho que no tenía tan buen sexo, y decidí participar y ayudarla en su tarea de  descubri el sexo, por detrás metí la mano entre sus nalgas y busqué su vagina, ya estaba nuevamente excitada, y chorreando jugos. La detuve, la alcé de la cintura y la hice acomodarse sobre mi falda a caballito, luego simplemente le pedí que tomara la pija desde el tronco, se izara sobre mis piernas, ubicara la punta de la poronga entre sus labios vaginales y se fuera sentando, con tranquilidad y suavidad, ya que al principio le dolería, pero luego la gozaría. No se detuvo mucho, apenas la cabeza estuvo ubicada en la entrada de su cueva se dejó caer y se ensartó hasta los testículos, Pegó un grito y se quiso levantar, no se lo permití, quedó laxa sobre mi pecho con la pija ensartada hasta su útero. Pasado unos minutos la tomé de la cintura y la ayudé a moverse en circulo, suave, alrededor de mi palo, luego ya solita fue buscando los mvimientos que menos la hacían doler, luego ya cabalgaba con ganas y pronto logró el tercer orgasmo de la noche, y entusiasmada siguió en busca de otro, se movía como una anguila, pronto me tuvo al borde del climas y sin dudarlo le acabé bien en el fondo de su matriz, ella al sentir el calor de mis fluidos acabó con un largo suspiro, y se quedó ensartada quietita. Luego al querer salir d encima mío, nuestros jugos se derramaron entre nuestros cuerpos. Nos levantamos y fuimos juntos hasta el baño, no duchamos y nos lavamos uno al otro, prestó especial atención a mi pija, la lavó y masajeó con ganas. Nos secamos y nos acostamos. Por la mañana, era otra persona, sonriente, jovial y amorosa, pero he despertado una terrible ninfómana, ni bien terminamos de desayunar, vino se acomodó entre mis piernas y me hizo una terrible mamada hasta que me sacó la leche de la mañana. Y solament fue sábado, y por la mañana, luego les contaré lo que fue el fin de semana.