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La vez que Papi vió a su hija Mar masturbandose

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Resumen:

Es la historia de la vez que Mar, hija de Griseo, antes de que esta se casará y tuviera hijos fue espiada masturbandose por Griseo.

 

INICIO:

 

Era un martes por la mañana, como es de las 10:20 cuando se supone que Mar debía estar sola en casa como siempre.

 

Mar había tenido varias fantasías sexuales, lo que para sus 16 años no era extraño, y se sentía excitada.

 

Ya había terminado su tarea e iba a ir a la escuela en la tarde, así que se fue a su cuarto…

 

Lo que no sabía Mar, es que por esta vez, su padre Griseo, iba a regresar más temprano de lo previsto debido a que hoy su empresa iba a cerrar por unos mantenimientos.

 

Mar se recuesta en su cama, con solo una pantaleta puesta nada más, para estar cómoda y empieza a recordar e imaginar varias situaciones primero con su novio Maro, la últma vez que la tocó, la besó y la cogió en el monte atrás de la escuela y luego fantasea con una amiga que le gusta haciendose sexo oral.

 

Mar se está masajeando su seno izquierdo con una mano, mientra la otra, dentro de su pantaleta, hace lo propio en su rajita. Está recostada boca arriba con los ojos cerrados concentrada en lo suyo.

 

Griseo llega a casa, no es especialmente cuidadoso, pero en realidad hace poco ruido y Mar estando haciendo lo que hace, no lo escucha.

 

Griseo al entrar no ve a nadie, pero no le extraña mucho, su esposa está en el trabajo, sus otros hijos en la escuela, y Mar suele estar en su cuarto.

 

Griseo, se va quitando la ropa en su cuarto para estar más cómodo usando un pants y playera cuando escucha claramente un gemido de placer proveniente del cuarto de Mar.

 

Si bien es su hijastra y no debería, tan solo escuchar este típico quejido de placer, lo hace tener un principio de erección.

 

Aún no ha tenido tiempo de ponerse sus pantuflas, así que al dirigirse al cuarto de Mar, no hace ningún ruido.

Mar se ha vuelto descuidada al darse sus placeres matutinos y no ha cerrado su puerta.

 

Así que cuando Griseo llega lo que ve termina de ponerle la polla tiesa.

 

Como la cama de Mar está justo enfrente de la puerta con la cabecer hacía la pared, Grise ve a su hija, con las piernas abiertas con su coño ya con bastante pelos expuesto (parece que para mayor comodidad Mar ahora está totalmente desnuda) y el dedo mayor de su mano derecha explorando su interior color rosa.

 

Desde la puerta además se ven sus pequeños senos bien parados.

 

Se retuerce y gime mientras se dedea con ganas.

 

Griseo se retira unos pasos por temor a interrumpirla, no quiere perderse el final. Lo bueno es que en su cuarto hay un espejo, que desde dónde está, le permite seguir viendo la escena.

 

En un momento dado, Mar se cambia de posición y se coloca en cuatro patas sobre su cama al puro estilo perrita para seguir dedeandose, pero ahora, en esta posición, su dedo mayor no solamente entra y sale de su raja, sino que también sube hasta la entrada de su culo.

 

 Ahora Griseo ve el hermoso culo de Mar en forma de corazón reflejado en el espejo.

 

Mar ahora se imagina siendo culeada por su novio bien recio como a ella le gusta, ahora es su dedo, pero se imagina la polla de su chico.

 

Mientras fantasea sintiendo un gran placer, Mar entre abre los ojos, y ve su padre observándola con su miembro en la mano.

 

Mar se sobresalta un poco, pero más por la sorpresa que por el hecho que su padrastro la esté viendo. Es más un par de veces ha tenido la fantasía de hacerlo con él, en particular desde que ha lo ha espiado cogiendo a su madre. Así que decide que ambos van a disfrutar.

 

Se sigue tocando pero ahora se abre otro poco más los labios de su vagina para que papi pueda ver bien lo que tiene que ofrecerle. Y ahora ya no piensa en su novio sino como sería tener eso que vio en el espejo en ella.

 

Griseo, se dio cuenta que Mar noto algo, pero como sigue a lo suyo, el sigue disfrutando viendola mastubandose.

 

Ahora Mar se masturba pero de vez en cuando también mira el espejo para ver cómo su padrastro se la jala.

 

Después de unos minutos de “miradas en el espejo” fue obvio que ambos sabían que se observaban…

 

Mar tomó la iniciativa: “Padre, entra”

 

Griseo, ligeramente sorprendido, obedece y entra al cuarto de su hija, no sin antes cerrar la puerta.

 

Mar se apoya con la espalda en la pared, de piernas abiertas aún masturbándose.

 

Mar: “Mírame y muéstrame tu  verga”

 

Griseo, sin dejar de ver a su hija, quita la mano de su polla erecta para que pueda verla bien su hija.

 

Mar ve que no es enorme, pero de buen tamaño y más gruesa que la de su novio.

 

Mar: “¡Eso se come mama! Metemela en la boca”

 

Griseo no se hace de rogar y le coloca su verga en la boca.

 

Mar sin más empieza a mamarsela, colocando sus manos sobre las nalgas de griseo para que este no tenga pena y empiece a dar ritmo.

 

Para Griseo es muy difícil no correrse justo en este momento en la boca de su hija, pero se resiste. 

 

Es más, como Mar dejó de tocarse para acomodarse mejor, Griseo baja su mano entre las piernas de su hija iniciando una exploración nueva.

 

Mientras Griseo, siente los pelos de la vagina de su hija, su entrada caliente y húmeda, Mar siente la gruesa verga de su padrastro en su boca, se sorprende un poco por su tamaño y se pregunta si le entrará en su rajita aún apretada (tan solo ha sido cogida un par de veces).

 

Griseo: “Recuestate, vamos a hacer un sesenta y nueve”

 

Mar: “¿Un qué?”

 

Griseo: “Tú acuéstate boca arriba”

 

Mar un poco inexperta se acuesta boca arriba pero con las piernas cerradas.

 

Griseo se coloca por encima de ella dejándole la polla de nuevo a la altura de la boca (en seguida Mar supo lo que tenía que hacer con ella) y le abre las piernas para exponer otra vez su entrada.

 

Para Mar, todo eso es nuevo y  placentero, siente la verga de su padre que entra y sale de su boca a buen ritmo, mientras siente su lengua entrando en su vagina y buscando su clítoris.

 

En unos minutos Mar siente algo, hasta ahora ha tenido placer, pero lo que siente ahora es mucho más intenso (sin saberlo tuvo su primer verdadero orgasmo).

 

Griseo, siente como su hijastra debajo de él se tensa, como sus piernas se ponen tiesas, y aún con su verga en su boca gime un poco. Es más hasta tiene un pequeño squirt señal de que su hija ha tenido un orgasmo.

 

Justo unos segundos, Griseo se vacía en la boca de su hija.

 

Mar recuperándose de la sensación siente como la verga de su padre se infla y se llena de semen y sabe lo que viene.

 

Griseo, tuvo la cortesía de retirarle un poco su miembro de la boca dejándola sobre la punta de la lengua, pues no quiere que Mar se ahogue.

 

A Mar se le llena la boca de semen caliente, es la segunda vez que le pasa, pero la primera vez solo fue un poco de Maro, su novio, y ahora, tiene la boca llena. Traga un poco y queda indecisa sobre qué debe hacer con el resto, pero lo guarda aún en la boca. Le gusta lo caliente y su sabor.

 

Griseo se para y ayuda a su hija a sentarse notando que tiene la boca aún cerrada.

 

Griseo: “Abre la boca”

 

Mar se ejecuta y al abrir la boca una parte del semen se le escurre por la boca, baja por su cuello terminando sobre su seno derecho

 

Mientras Griseo lo ve: “Mueve un poco la lengua, trágate lo que quedo en tu boca y termina de limpiar mi verga”

 

Mara se lo traga y al ver que Griseo le acercó de nuevo su polla, abre obedientemente la boca.

 

Ahora el miembro de Griseo ya no está tan firme, pero Mar hace lo que se le pidió y lame concienzudamente la verga de su padrastro hasta dejarlo limpio.

 

Mientras Griseo se viste, Mar le pregunta: “¿Por qué estoy tan húmeda?”

 

Griseo: “Cuando una mujer tiene un buen sexo, aveces tiene su propia eyculación, es lo que te paso”.

 

Griseo: “Ahora, ve a bañarte, no queremos que mami te vea así”, dijo guiñandole el ojo.

 

Mar: “Claro, ¿Cuándo lo haremos de nuevo?”

 

Griseo: “No sea tan impaciente, pronto será…”

 

FIN

Elogio a la soledad y un saludo a Maholys.
¿Maduras? ... Dejadlas a mí ...

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