Luego de haber llenado los pechos cubiertos de mi madrina Gloria por primera vez, aquel patio trasero se volvió el escenaro de muchas de nuestras travesuras.
Los tiempos que podiamos pasar a solas, Gloria los aprovechaba para seducucirme y tocarme, Aquel rol de ama de su esclavo le encantaba, ya que lo aprovechaba al maximo para obligarme a desnudarme frente a ella. Yo lo disfrutaba bastante ya que ocasinalmente me dejaba acariciar sus pechos o trasero, tambien comenzó a platicarme sus diversas experiencias sexuales, me dejaba preguntar lo que fuera y disfrutaba al ver mis erecciones ante tal despliegue de detalles.
Luego de unas semanas yo le pedí a mis padres que me dejaran pasar la noche en casa de mis abuelos, queria pasar toda una noche con Gloria y para mi fortuna ella descanso un viernes del trabajó.
Llegué luego de la escuela a la casa de mis abuelos y despues de comer me encontré con Gloria en su cuarto viendo la televisión. Ella ya conocía mis intenciones y estaba tambien emocionada de que fueramos a dormir juntos esa noche.
—Mira Ramoncito, antes de que pienses en cualquier cosa ya sabes que tienes que hacer. —Exclamó luego de ver la lujuria de mis ojos, señaló una escoba y de inmediato comencé a limpiar todo el cuarto a una velocidad extrema.
Para mi desgracia, mis abuelos me llevaron con ellos a realizar las compras del super, no mucho despues de terminar, no pude negarme y para cuando volvimos ya era de noche. Gloria y otra tía ya habian preparado la cena y toda la familia comió con calma, excepto yo que estaba ansioso y desesperado, Al terminar todos se retiraron a sus habitaciones y Gloria me invitó a la suya.
—Vaya que te han hecho esperar ¿verdad? —Me dijo luego de cerrar la puerta
Asentí y me di cuenta de lo que habia hecho, en su cama estaba acomodada toda su ropa interior.
—Veras, te quise dar una sorpresa luego de todo lo que pasó. —Exclamó algo apenada. —¿Cuál es la que mas te gusta?
Sin preguntar me abalance a la cama y empecé a ver con cuidado toda su ropa, habia prendas que no conocía y algunas muy sugestivas.
—Je, je ¡qué travieso eres!, ¿sabes que pensé?, me quieres ver encueradita ¿verdad cabrón? —Me preguntó con un tono muy sugestivo mientras se le ponia la cara roja como tomate.
Asentí sin siquiera pensar.
—Ya sabía, je, je. Así que… ¿te quieres bañar conmigo?
Volví a asentor y ella soltó una risita.
—Mira, te explico…vamos a tener que esperar a que todos se duerman, te metes al baño sin que nadie se de cuenta y luego ya llegó yo.
La casa de mis abuelos es muy grande y a pesar que en ese tiempo vivian más tías ahí todas luego de cenar se bañaban y luego encerraban en sus cuartos, que estaban algo separados. El cuarto de Gloria estaba frente al baño así que vimos pasar a todas mis demas tías mientras se tomaban turnos para bañarse. Alrededor de las once de la noche todas habian terminado y era nuestro moemento de actuar. Gloria me habia dejado escoger que ropa interior se pondría luego de bañarse asi que estaba muy entusiasmado, habia escogido un conjunto de lencería morada que ella se habia probado por encima de su ropa para exitarme.
Subimos el volumen de la television para aparentar que yo la estaba viendo, me escabullí con mi ropa de cambio hasta al baño, deje entrecerrada la puerta y me senté unos minutos en el retrete. MIs tías tienen la extraña costumbre de dejar colgados sus calzones en la regadera, así que ante la expectativa de Gloria no dude en tomar unos y empezar a olerlos, el hecho de que siguieran calientes causó una fuerte erección en mi.
—Me voy a bañar. —Gritó Gloria fuera del baño y luego entró.
Me vio con las bragas en la cara y solo dijo que no tenia remedio.
—Creí que ya ibas a estar encuerado. —Susurró bajó. —Ándale , encuerate para meternos,
Me desnudé de inmediato y ella me esperó, colocó su ropa en una butaca y se quitó los shorts que llevaba,
—Ya estas durito Ramoncito que rico, jeje. —Susurró mientras encendía la regadera,
Yo observé los calzones azules que llevabay ante mi atención ella me dio un breve espectaculo, se los quitó lento y me dejó ver su peluda vagina.
—Si quieres ver mis chichis, vas a teber que hacer algo Ramoncito. —Me acercó a su pelvis y me obligó a arrodillarme. —Bésame aquí, chupa y sucionna. —Susurró mientras se señalaba la vagina.
Era la primera vez que le hacia sexo oral a una mujer, no sabia lo que hacia pero me encantaba sentir la vagina de Gloria en mi boca, aquella sensación era magnifica, me dejé llevar y siguiendo lo que Gloria susurraba empecé a sentir como su vagina se humedecia, tomé sus nalgas con fuerza y ella gimió por lo bajo.
—Uff, bueno, te lo ganaste, je, je.
Gloria se levantó lentamente la blusa blanca que llevaba y poco a poco pude ver como sus grandes pechos salian, Aun recuerdo como sus erectos pezones cafés se asomaron esa primera vez.
El agua caliente salia detrás de nosotros pero no habiamos entrado, estabamos al fin desnudos frente a frente y yo estaba a punto de venirme, De hecho al primer toque entre nuetras pieles, lo solté todo.
Hablamos poco por miedo a ser decubiertos, Gloria me dejó tocarla y ella por primera vez me tocó el pene. Al terminar me dejó vestirla con su lencería morada y salimos con cuidado a su cuarto, Dormimos juntos sin que mucho más pasará. Dormí junto a ella y sus pechos esa noche. Todo el esfuerzo de ese día habia valido la pena.