Incesto

Sorpresas 1

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sucedio sin aviso… siempre estabamos juntos, nunca hubo problemas, nos bañabamos juntos, dormiamos juntos los tres, todo era normal… 

 

despues de nuestra primera hija, mi esposa decidio que no queria tener mas hijos, asi que se opero para no tener mas, por lo que a nuestra hija la consentiamos en todo lo que podiamos, obviamente tratando de no malcriarla. 

 

cuando empezo a crecer, siguio siendo nuestra pequeñita, teniamos la confianza para estar desnudos frente a ella, como si fuera algo normal. 

 

un dia, estabamos solo en la casa con mi mujer, y obviamente queriamos aprovechar la ocasion… siempre me gustaron sus tetas… y despues del embarazo me gustaron mas aun… sus pezones se hincharon y cada vez que podia aprovechaba la oportunidad de chuparselas e incluso teniamos un «juego»… ponia la cabeza en sus muslos y mientras le sacaba leche de sus tetas, ella me masturbaba, para mi era exquisito… no lo hacia de la misma manera de antes, fuerte, casi con rabia… en esos juegos sus caricias eran diferentes, con ternura, suavemente… apretaba mi verga despacio, la subia y la bajaba por completo, con la punta de sus dedos recorria los bordes de mi pene, pacientemente, al mismo tiempo que yo le apretaba y le succionaba su pezon, sintiendo como su leche tibia salia de su carne, recorriendo mis labios, escurriendose por mi lengua, mientras mi que mi verga salpicaba gotas de semen entre sus dedos… el ritmo era perfecto, mientras mas chupaba, ella me pajeaba mas rapido, mas leche salia, me apretaba mas la verga, mas rapido, hasta que mi verga explotaba entre sus manos y la leche de sus tetas se escurria en mi boca… ella solo me miraba sonriendo, ni siquiera llegaba y tampoco decia nada, eso me extrañaba y un dia, despues de jugar le pregunte:

 

  • no te molesta no llegar?
  • no… me gusta…
  • en serio? aunque no te haga nada?
  • tu eres como mi bebe incestuoso… 
  • ya? 
  • si… eres mi bebe y abuso de ti – al decir esto, esbozo una sonrisa – me gusta que seas mi chiquitito, y darte leche
  • y mi me gusta tomarmela – dije sonriendo

 

era la primera vez que esa palabra salia de su boca, «incesto»… claro, era un juego entre los dos, algo imaginario, no habia gran problema.

 

se suponia que esa tarde, ibamos a tener un momento para nosotros. nos estabamos dando ricos besos, sintiendo como subia la temperatura en ambos cuerpos… hasta que llego la niña… 

 

  • y tu que estas haciendo aqui? – pregunto mi esposa
  • es que mi compañera no estaba, asi que me devolvi.

 

eso lo decia todo, solo nos miramos y seguimos nuestra rutina. aunque lamentablemente yo quede con una ereccion gigante, que por obvias razones tuve que esconder. 

 

nuestra hija ya era una puber, su cuerpo cambiaba lentamente del de una niña a una mujer, aunque seguia siendo inocente e incluso a veces dormia con nosotros. despues de conversar un rato, la niña fue a su cuarto y mi esposa dijo

 

  • se me olvido algo para la comida, pasame las llaves del auto, por favor?

 

resignado por completo, le pase las llaves y salio a comprar, la ereccion me molestaba y sabia que si no hacia algo la molestia estaria toda la tarde ahi. apenas salio, subi al baño en silencio, como la niña estaba en su pieza, ni siquiera me preocupe por cerrar la puerta, solo saque mi verga y me masturbe lo mas rapido que pude, solo queria acabar, solo estaba concentrado en eso, cerre mis ojos mientras me pajeaba, gemia con la boca semiabierta, casi susurrando mientras las bolas se me hinchaban al estar casi a punto de llegar y por instinto, abri los ojos y mire hacia la puerta… la niña estaba justo en la puerta, mirandome, sorprendida… eso… hizo que mi sexo se hinchara mas aun y lo que era una simple calentura se convertia en una calentura increible… senti como mi verga se hincho mucho mas, la aprete con furia mientras miraba a mi hija a los ojos, jadeando, la niña no decia nada, solo me miraba fijamente mientras me hacia una paja frente a ella por accidente… mi pico estaba complatemente mojado, pegajoso por el semen que se escurria, las mejillas de la niña estaban coloradas… mis piernas se tensaron y nuestros ojos se unieron en un solo momento… mientras mi pene escupia un chorro ardiente de semen… mi hija se devolvio a su habitacion y mientras yo me limpiaba, trataba de encontrar las palabras para explicarle  lo que habia visto. me acerque a su habitacion y toque a su puerta.

 

  • pasa

me sentia tan avergonzado… que incluso entre medio inclinado, casi como pidiendo perdon.

 

  • mira… se que no es normal lo que viste…
  • si se como se llama papa… te estabas masturbando – dijo con voz media burlona.
  • eeee… bueno… si… pero, como sabias?
  • mama me lo explico hace un tiempo atras… fue cuando me llego la menstruacion y mama me explico esas cosas… no te preocupes… no le voy a decir nada… 

 

la sinceridad y entereza de la niña al decirme eso sin dudar, me dejo helado.

 

  • gracias…

 

hubo un silencio incomodo… y realmente no se porque segui la conversacion.

 

  • te gusto lo que viste? – le dije casi sin querer
  • … si…
  • no le vas a decir a tu mama, cierto?
  • no te preocupes… no le dire nada
  • bueno… te dejo, tengo que ir a hacer unas cosas
  • ok

 

sali de la habitacion, sintiendo una especie de alivio. al rato despues llego mi esposa. preparamos la cena y comimos los tres juntos como siempre. al terminar fuimos a dormir, pense que terminariamos con mi esposa lo que habiamos empezado en la tarde, pero me dijo que estaba cansada… lo entendia… ademas si he aprendido algo en mi vida, es que «eso» no se presiona… si no hay, no hay y punto. se acomodo para dormir, puse la television con poco volumen para no molestarla y empece a cambiar los canales, tratando de encontrar algo entretenido, a los pocos minutos se abrio la puerta lentamente y la cabeza de la niña se asomo.

 

  • puedo dormir con ustedes? – dijo susurrando.
  • si, pero no metas ruido, la mama quiere dormir

 

entro cuidadosamente a la habitacion, entre las sombras del televisor, su silueta delgada y pequeña se dibujaba en la polera larga que traia puesta. se acerco a mi lado de la cama, levante los cobertores para que entrara, al pasar por encima mio, su cuerpo helado me  dio escalofrios… tal como siempre lo hacia, se acomodo entremedio de nosotros, sus piernas heladas se enredaron con las mias, y sus brazos se cruzaron en mi pecho, apoyando su cabeza en mi hombro.

 

  • de que se trata la pelicula? – me dijo al oido
  • no se… recien prendi la tele
  • puedo ver elegir yo
  • claro no hay problema

 

mientras ella cambiaba la tele, sus piernas se empezaban a entibiar… por un momento, se me paso por la cabeza lo que habia pasado por la tarde… su carita sorprendida… el impulso obsceno de que me viera… sus muslos suaves encima de los mios, sus pequeñas tetitas apoyadas cerca de mi cuerpo… no queria que se diera cuenta de como mi verga crecia poco a poco, tan solo a centimetros de su muslo… era tan raro… esta misma escena, se habia repetido tantas veces, pero esta vez, se sentia completamente diferente… el cuerpo que tantas veces me provoco ternura y recogimiento, esta vez, me estaba provocando muchas mas cosas. su respiracion empezo a hacer ritmo con la mia, un paso lento y relajado, mi mano pasaba por su espalda y se apoyaba en un costado de su vientre… mientras ella buscaba algo para ver, yo trataba de calmarme, de que la ereccion no siguiera, pero me era imposible, de a poco mi verga subia mas y mas… sentia vergüenza y quizas esa misma vergüenza me calentaba mas aun… una especie de exquisito sabor agridulce, pero no solo en mi boca, si no que en mi cuerpo entero. cuando encontro algo para ver, se quedo tranquila, recostada en mi pecho, podia escuchar la respiracion pesada de mi mujer y no pude dejar de pensar, «es como si estuvieramos solos»…

 

no me pude resistir… mi mano que estaba en su vientre empezo a bajar lentamente por su cadera, y puse mi mano entre su pequeño calzon y su piel, este ligero movimiento hizo que la ereccion se hiciera mas fuerte aun, la tela del pijama se puso mas tensa, mientras que mis dedos pasaban lentamente por su muslo, su piel tersa capturaba toda mi atencion, miraba la tele igual que ella, pero no estaba viendo nada, a cada movimiento de mis manos mi verga daba tirones, como una bestia encerrada golpeando los barrotes de su jaula. la pelicula seguia y mis manos continuaban acariciando sus muslos y parte de su trasero, hasta que de repente bostezo y durante ese bostezo el muslo que le estaba tocando, subio mas por mi pelvis acariciando suavemente mis testiculos y el tronco de mi pene, al mismo tiempo mi mano bajo mas hacia su trasero, dejando mis dedos justo entre sus nalgas… ya no lo podia esconder, mi respiracion se agito mucho y mis dedos empezaron a deslizarse lentamente justo entremedio de sus nalgas, mi verga palpitaba de excitacion, los deditos de ella acariciaban lentamente mi pecho… pero, no solo eran mis dedos los que se movian, su muslo se movia despacito, masajeando delicadamente mis testiculos y mi verga… «lo esta haciendo a proposito?», pense…

 

  • te dio sueño? – le pregunte casi suspirando
  • si, un poco pero quiero ver la pelicula, no te preocupes yo apago la tele

 

trate por un momento de fingir que dormia, pero era absurdo creer que ella no se dio cuenta de lo que me pasaba, en realidad era todo lo contrario… su muslo se deslizaba suavemente, prendiendo el fuego con paciencia, empujando despacito para que mi verga diera saltos de hambre… mis dedos por si solos empezaron a rasguñar la carne de su culo, a dibujar el contorno entre su calzon y su piel… mi esposa durmiendo justo al lado de nosotros me tenia completamente nervioso y excitado, aun asi, comence a urgar mas adentro entre sus carnes, el calor de su sexo se contagiaba en mis dedos mientras gentilmente los metia y sacaba… la respiracion de ella se empezo a agitar, sus pezones recien florecidos se hincharon y los podia sentir entre la tela, su mano empezo a bajar lentamente por mi estomago, como un cariño inocente en mi barriga, cuando estuvo cerca de mi verga se detuvo un poco… nada de esto estaba bien… le tome su mano, le acaricie sus deditos y le acerque su mano a mi pene que estaba duro y bombeando calentura, apenas lo toco, un suspiro dulce y casi silente se le escapo sin querer. sus dedos pasaban por el tronco de mi verga, dibujando las venas y los zurcos de pichula… mis dedos se desesperaron, y empezaron a meterse con un poco mas de fuerza, acariciando su ano y los labios de su chorito que ya estaba humedo… de golpe su mano inexperta me agarro la verga y la empezo a apretar, sus muslos se pegaron a mis bolas, su respiracion se convirtio en un disimulado jadeo, yo pase mis dedos entremedio de su calzon, y senti por primera vez la concha de mi hija caliente y mojada… por mi… 

 

sin decir nada, se monto encima mio y me abrazo, mientras silenciosamente acomodaba su conchita en mi verga, se movia despacio, frotando sus labios entre mi pico que ya estaba mojado con semen debido a sus caricias, su cabecita estaba apoyada en mi hombro y escuchaba sus gemidos dulces y candentes, su culito se movia por si solo, yo la levante un poco y me baje los pantalones, solo para dejar mi verga expuesta, despues le pase la mano por su culito y le movi el calzon que estaba pegado y mojado a su concha, la volvi a acomodar, esta vez, apretando mi pichula contra su carne, para que pasara justo entremedio de su chorito mojado… fue una sensacion exquisita, la niña me apreto mas fuerte y su cuerpo se movia llevado por ese instinto primario hambriento de sexo, yo cerre los ojos y disfrute cada roce de esa carne tremula en mi virilidad.

 

abri los ojos, veia la luz palida y gris del televisor inundando la habitacion, mire hacia el lado de mi esposa… sus ojos estaban abiertos!… abri los mios por la sorpresa, no sabia que decir, nuestra hija estaba encima de mi verga, frotandose y mojandome con sus primeros fluidos de mujer, despues de un pequeño momento, mi esposa se mordio los labios… solo hacia eso cuando… «le calienta?», pense… la niña no dejaba de moverse, la cabeza de mi pichula pasaba por la abertura de su chorito, por su clitoris que estaba hinchado y palpitante, mi esposa acerco su mano a mi rostro y sutilmente puso su indice en mi boca… esto no podia estar pasando… sin hacer ruido, se subio un poco el pijama, y se empezo apretar la tetas, se pellizcaba los pezones mirando como se frotaban nuestros miembros, me tomo la mano y la puso directamente en su concha, como ya la conocia, busque su clitoris y lo aprete entre mis dedos y lo sostuve ahi, tirandolo, moviendolo, el culo de mi mujer se empezo a mover, mientras se apretaba las tetas. con mi otra mano, le abri el culo a mi hija, y empeze a frotar suavemente su ano… se calento demasiado, se movia mas y mas, nuestros genitales estaban mojados y pegajosos, mi pichula estaba pegada a los labios de su zorra, practicamente me estaba pajeando en su choro y al mismo tiempo pajeaba a mi mujer que movia las caderas como si estuviera culeando. la niña jadeaba mas y mas, sentia como me apretaba la verga entre su labios, mi mujer se movia mas y mas mientras le tiraba el clitoris con fuerza, mis dedos pajeaban el culo de la niña que estaba mojado con sus propios fluidos… era una locura, una locura exquisita… la niña gemia mas y mas rapido, hasta que de repente me abrazo fuerte y su conchita empezo a tiritar y botar un juguito caliente que me mojo las bolas… yo seguia pajeando a mi esposa… la niña se quedo quieta un momento, suspirando sus primero placeres, sin decir nada… sabia que habia llegado… me dio un beso en la mejilla muy fuerte y tan silenciosamente como entro, se fue…

 

yo quede helado, al salir la niña de la habitacion, mi esposa se destapo y se empezo a pajear, como si yo no estuviera, yo me agarre la pichula y me empece a pajear tambien. me acerque a ella y le dije:

 

  • no te molesta
  • no… me calienta… mucho
  • como?
  • no se… una vez la pille tocandose y me calento tanto… no te quize contar… estuve despierta desde que llego, no dije nada porque tambien me excite.

 

eso era suficiente… le di un beso y me monte encima de ella, puse sus piernas en mis hombros, y me la cogi lo mas fuerte que pude, mientras ella se apretaba las tetas desesperada, la calentura nos habia tomado por completo, no se si fueron horas o minutos… solo se que mientras escupia leche en la concha de mi mujer, ella me apretaba la pichula con concha y me mojaba las bolas con el jugo de su zorra…

 

no quedamos abrazados un momento, luego nos separamos, ella me tomo la mano y casi adivinando lo que pensaba y dijo:

 

  • no te preocupes, yo voy a hablar con ella mañana, de acuerdo?
  • si, pero… no es normal lo que esta pasando…
  • si se… pero te dije… tu siempre seras mi bebe incestuoso 

 

esbozo una sonrisa de satisfaccion… se acerco a mi y empezo a dormitar… yo me fui quedando dormido de a poco, entendiendo que todo seria diferente desde ahora en adelante…

 

Sorpresas 2
Una noche loca de caricias con mi hija "final" (5)

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