Incesto

Una Pequeña Fantasia con mi Nieta "II" (19)

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Abuelo: Dime, ¿te gusta lo que sientes en tu vagina? si te gusta, quiero que te sientes suavemente y luego metas tu mano por debajo de tu falda, aprietas mi pene suavemente y me dices que sientes al tocarlo.
 
La tome de la cintura y la atraje contra mi cuerpo, cuidando de no penetrar su vagina, ella quedo sentada sobre mi pelvis, de esa forma permitiría que ella lo pudiera tocar, era inevitable sentir la desnudez y calor de su piel, hacía estremecer todo mi ser.
 
Nieta: Abuelo no se como decirte lo que siento, es como cosquillas en mi vagina, pero se siente duro y grande tu pene, porque está así abuelo.
 
Abuelo: Yo tan bobo, eres muy niña para saberlo, está duro y grande porque él quiere entrar un poquito en tu vaginita si tu lo dejas, dime ¿quieres que entre solo un poquito en tu vaginita? y ¿Tambien quieres ver como es mi pene?
 
Nieta: Es que no se abuelo, me siento rara y me da miedo ver cómo es tu pene.
 
Abuelo: No te preocupes, no pasará nada, vas a levantar un poco tu falta y lo podrás ver todo y luego me dices si te gusta y lo dejas entrar un poquito en tu vagina, solo un poquito te prometo.
 
Mientras ella se levantaba su falda, empecé a masajear su estómago y desplazaba mis manos buscando sus senos, el deseo me consumía y no podía detenerme.
 
Nieta: Abuelo me haces muchas cosquillas, jajajaja, huy se ve grandote y con muchos pelos, es feo tu pene abuelo, no me gusta como se ve, me asusta.
 
 
Abuelo: Si, él no es bonito, en cambio imagino que tu vagina debe ser muy linda, pero dime, ¿lo dejas entrar un poquito en tu vagina? no te preocupes que no te va a doler y a tu vagina le va a encantar sentirlo dentro, te lo prometo, además te voy a contar un secreto para los dos, cuanto tu mamá tenía tu edad, le gustaba sentarse en mis piernas sin pantys y jugar con mi pene, cuando estaba grande y duro me decía que se lo metiera en su vagina, a ella le encantaba mucho, es un secreto entre los dos, no le vayas a contar a tu mamá.
 
Mientras le hablaba mis manos habían llegado a sus senos, los acaricie suavemente, eran unas pequeñas bolitas de ping pong pero suavecitos , entonces la estreché un poco contra mi cuerpo, no podía creer el maravilloso momento que estaba pasando, sentí cuando su cuerpo se estremeció, mi pequeña nieta sentía placer en ese momento.
 
Nieta: Abuelo me sigues haciendo muchas cosquillas, jajajajaja, porque dices que mi vagina es muy linda si no la has visto y cuantas veces jugo mi mamá asi contigo abuelo.
 
Abuelo: Me imagino que debe ser linda porque eres una niña hermosa y me gustaría algún día poder ver tu vagina y jugar con ella si tu quieres y así te puedo decir cuántas veces jugó tu mamá con mi pene y que le gustaba hacer, pero si me prometes que no le vas a contar.
 
Seguía hablándole pero mis manos recorrían su cuerpo una y otra vez, pero sin tocar su vagina, solo llegaba hasta su pubis y me detenía.
 
Nieta: Abuelo dígame primero porque te gusta hacerme tantas cosquillas, es que siento cosas cuando acaricias mis senitos.
 
Abuelo: Me encanta verte sonreír y también la suavidad de tu piel, eso me hace sentir feliz, pero si no quieres, ya no te hago mas caricias y lo que sientes cuando toco tus senos es normal, te produce deseo, eso quiere decir que te gusta, pasará igual cuando mi pene acaricie tu vagina y entre.
 
Nieta: Está bien abuelito, pero no muchas cosquillas, no sé si quiera que entres tu pene en mi vagina abuelito, pero te prometo que no le contaré nada a mi mamá.
 
Abuelo: No te haré muchas cosquillas y cuando mi pene acaricie tu vagina y te guste, en ese momento me dirás si quieres que lo entre un poquito y te cuento como le gustaba jugar a tu mamá con mi pene y cuantas veces lo hizo, ella le gustaba cogerlo con las manos, acariciarlo, apretarlo poquito, darle besitos con la boca y después lo comía como si fuera un helado, después me decía que se lo metiera en su vagina, primero lo entraba un poquito, pero después ella me decía que lo metiera todo porque la hacía feliz y lo que más le gustaba que le diera era la leche que bota mi pene despues que le hacen todas esas cosas que hacía tu mamá, lo hicimos muchas veces hasta que ella tenía como 15 años, después no lo hicimos más.
 
Mientras le contaba estas cosas a mi nieta, deje mis manos rodeando su pequeña cintura y baje un poco su cuerpo y abrí mis piernas para que quedará en medio de ellas, su vagina quedó encima de mi pene, me impresionó que la vagina de mi pequeña nieta estaba totalmente empapada de sus juguitos, ella estaba excitada y de seguro dejaría que pasara todo.
 
 
Nieta: Me hace cosquillas tu pene abuelito, jajajaja,  abuelito son muchas cosas que hacía mi mamá, ay yo no se si le daría besitos porque es muy feo, no me imagino a mi mamá comiéndose tu pene como un helado, jajajajaja.
Abuelito, cómo así que tu pene bota leche y ¿mi mamá se comía esa leche y le dolía cuando tu le metías todo tu pene?
 
Me sorprendió que no hubiera dicho que no dejaría que entrara en su vagina, entendía que era posible que ella lo permitiera, lo que me animaba y hacía estremecer mi cuerpo.
 
Abuelo: Si, pero debes hacer esas cosas o al menos algunas de las cosas que hacía tu mamá para que puedas ver la leche que bota mi pene. Tu mamá se comió muchas veces mi leche, ya te dije que a ella le gustaba mucho, se la comía con ganas y a mí me gustaba verla comerse toda la leche, a veces se la comía con la boca y otras veces con su vagina, al comienzo le dolió un poquito cuando le entraba mi pene en su vagina porque era pequeña como la tuya, pero yo lo hacía con mucho cuidado, ya después no le dolía, porque su vagina se creció un poco, eso paso cuando mi pene entro muchas veces. Mi querida nieta, si tu quieres ver cómo bota la leche mi pene tienes que hacer algunas cosas que hacía tu mamá, solo las que tu quieras, pero debes decidirte porque llega tu mamá o se levanta tu abuela y nos ve, recuerda que es un secreto y nadie puede saberlo.
 
Nieta: Abuelito es que tu pene es muy feo para darle besitos y no quiero comerlo como un helado, gas abuelito, solo quiero tocarlo y que entre un poquito en mi vagina, pero poquito abuelito para que no me duela, si hago solo eso si puedo ver como bota la leche tu pene, pero yo no quiero comerla como mi mamá abuelo.
 
Estaba a punto de venirme, era tanta la excitación que me producía sentir su vagina en mi pene y el diálogo que teníamos, a mi edad era difícil soportar tantas emociones en un solo momento, pero con lo que me acababa de decir mi corazón empezó a latir fuerte y empecé a temblar.
 
Abuelo: Vamos a intentar si solo con eso mi pene bota su leche, te vas a subir bien tu falda para que lo puedas ver bien y lo acaricies con tus manos, voy a seguir haciéndote cosquillas en todo tu cuerpo, pero primero voy a meterte un poquito mi pene en tu vagina, me dices si te gusta y después lo sacó y lo puedes acariciar con tus manos para que veas como bota la leche mi pene, no vayas a gritar ni hablar duro porque nos pueden escuchar bueno, ¿me prometes que si te gusta cuando el bote su leche le vas a dar un pequeño besito?
 
Nieta: Está bien abuelito te lo prometo, si me gusta hago como mi mama y le doy besitos, pero no me lo como, gas abuelito, es que tu pene es muy feo, ¿Tu le viste la vagina a mi mama y la tocaste con tu manos?
 
Abuelo: Sí, muchas veces la ví y la toqué con mis manos y a ella le gustaba que le diera besos y le metiera mi lengua, me decía que la excitaba y la volvía un poquito loquita, a mí me encantaba hacerlo también, me excitaba mucho y por eso cuando le metía mi pene se sentía maravilloso como si no quisiera sacarlo nunca de su vagina, después si quieres te cuento todo lo que hacíamos, ahora voy a coger mi pene y te voy a colocar la punta en toda tu vagina y vas a estar viendo, te voy a decir cuando te empiezas a sentar sobre él para que entre, vas a ver que te gustará mucho y no te va a doler porque tu vagina esta bien mojadita, es una señal que ella quiere que te lo meta, se que no entiendes esto último que te dije, pero después te explico.
 
Nieta: Si quiero que me cuentes todo lo que hacías con mi mamá abuelito antes que nos vayamos para nuestra casa.
 
La tome con una mano por la cintura y con mi mano derecha tome mi pene y coloque su cabeza en toda su vaginita, fue tanta la emoción que sentí que por poco me vengo, entonces le dije que se sentará sobre él y se moviera un poquito para que pudiera entrar, fue muy obediente, todo lo hacía como le decía, estaba por robarle la virginidad a mi pequeña nieta y ella estaba encantada con las nuevas emociones que sentía en ese momento, era un momento inolvidable para los dos,.
Sentí cuando cuando la cabeza de mi pene entró, ella intentó levantarse, pero le dije que siguiera, que no se preocupara, que no le dolería.
Hizo presión sobre mi pene y su cabeza entró totalmente dentro de su vagina, dejó escapar un pequeño suspiro, nada más y siguió haciendo los movimientos que hacía, ya no aguantaba más, quise seguir, pero le había prometido que solo sería un poquito nada más.
 
Nieta: Abuelo no me dolió, se siente raro pero me gusta, si quieres puedes entrarlo todo, porque no me duele.
 
Abuelo: Me alegra que te guste, quisiera meterlo todo ahora mismo, pero no se puede, toca de a poquitos, la próxima vez te lo entro un poquito más y después te prometo que si te lo meto todo y dejo que tu vagina se coma su leche, ahora lo voy a sacar y lo tocas con tus dos manos para que bote toda su leche.
 
Le dije eso porque si lo metía otro poco me vendría dentro de ella.
Trampa Sexual
Atotita, la pequeña de papi. Parte 1

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