Incesto

El día después de la primera noche con mis dos hijas V (12)

0
Please log in or register to do it.

Todo era una locura, me acaba de enterar que mi pequeña Marcela, mi niña hermosa, había estado con el papá de sus amigas cuando se quedó en la casa de ellas, estaba totalmente confundido, no se porque había pasado, me sentía acabado, me dolía en lo más profundo de mi ser, me estaba dando cuenta lo enamorado que estaba de ella, no estaba enojado como padre, estaba enojado como el hombre que siente que le quitan a su mujer.

 
Padre: Por favor sólo dímelo y no me hagas sufrir más, te lo ruego.
 
Marcela: Pues no puedo negar que lo he visto varias veces que se queda mirandome y cuando me doy cuenta que lo hace, me guiña el ojo y me sonríe, no se porque lo hace; la otra vez cuando estaba sentada en el sofá de la sala de ellos, me coloco sus manos en mis hombros porque me estaba quejando de un dolor, me dijo que él sabía una técnica para aliviarme y que era efectiva, me sentí un poco rara en ese momento, porque mientras me hablaba me seguía masajeando, además estábamos solos porque Letty y Sofía se estaban bañando y la mamá no estaba, por eso me asuste un poco y le dije que no era necesario, pero él insistió en que me quería ayudar con el dolor, pero me dio miedo porque yo estaba en piyama y sentía muchos sus manos.
 
Padre: Marcela por Dios, no puedo creer lo que nos estás contando, ¿entonces si paso?
 
Marcela: Por favor no me interrumpas, me preguntaste algo y te estoy respondiendo. Por un momento me quedé quieta, no niego que sentía mucho temor, pero a la vez me hacía sentir bien, por eso dejé que continuara, sobre todo porque me hablaba mientras lo hacía, por un momento perdí la noción del tiempo.
 
Padre: Me niego a creer que haya pasado Marcela, me has roto mi alma.
 
Marcela: Pero lo que me asusto de verdad es que sentí que empezó a meter sus manos por debajo de la camiseta de mi piyama para masajear mis hombros y me dijo, ahora si te vas a sentir mejor y vas a querer que te repita el masaje Marcela, se porque te lo digo. Por eso me quise levantar del sofá, pero él hizo fuerza sobre mis hombros para no dejarme levantar, él siempre estuvo detrás del sofá. Me dijo tranquila, solo relájese para que puedas comprobar lo efectivo que es el masaje, entonces yo le dije que me sentía muy incómoda y que no quería que sus hijas pensaran cosas al vernos así a lo que respondió, no te preocupes por ellas, parece que no las conocieras, ellas duran una eternidad en el baño, para cuando salgan ya habremos terminado y tu estaras super bien.
 
Padre: Por favor ya paras, no quiero saber detalles, pero no entiendo porque lo hiciste con él, me acabas de matar hija.
 
Marcela: Te repito, tú me preguntaste y te estoy respondiendo.
 
Marcela: Le dije que de todas maneras me sentía incómoda porque me estaba tocando los hombros con sus manos y trataba de bajarlas y no lo hacía por encima de la camiseta, me respondió que si no lo hacia asi no me sentiría bien, que me relajara y me dijo al oído muy pasito que le respondiera si podía terminar el masaje o acaso estaba sintiendo algo que me hacía poner nerviosa, me sentí como bloqueada en ese momento por lo que dijo al oído, no sabía qué responder, entonces me dijo, eso quiere decir que si quieres que siga, pero te da temor decirlo por lo que estás sintiendo, no te preocupes que te entiendo.
 
Marcela: Cuando me dijo eso, no puedo negar que sentí un frío por todo el cuerpo, porque fue algo que me dijiste cuando hicimos el amor la primera vez, recuerdas papi, que si era pecado o no, me acordé de eso en ese momento, pero me despertó el sentir que sus dedos se deslizaban hacía mis senos, entonces me levante de una y le dije que no se equivocará, que ya sabía que estaba buscando y me fui para el cuarto de Letty.
 
Padre: Entonces el maldito quiso abusar de tí, pero dime algo por favor, ¿sentiste deseo cuando lo toco así con sus manos?
 
Marcela: Te digo la verdad pero no te vayas a enfadar conmigo por favor, si él no dice lo que me hizo acordar de nuestra primera vez, creo que hubiera pasado algo ese día papi, porque sentí cosas, no como cuando estoy contigo, pero si alcance a sentir un poquito papi.
 
Padre: Como estamos diciéndonos la verdad, ¿Sentiste mojada tu vagina?
 
Marcela: Ya no quiero recordarlo, me siento bien al contarles, ya no siento culpa, pero tu pregunta es obvia papi, si te digo que alcance a sentir un poquito, es porque sí.
 
Padre: ¿Y cuando lo has visto las otras veces lo ha intentado?
 
Marcela: Jamás papi volvió a mirarme siquiera, entendio bien lo que le dije, por eso digo, que a los hombres casados les gustan las niñas como nosotras.
 
Padre: Perdón hija por haber pensado que estuviste con él, me estabas matando de celos.
 
Marcela: Qué bueno que sientas el dolor de sentirse traicionado, la diferencia es que tu si lo hiciste, pero yo no, no te preocupes, ni loca que estuviera haría algo así, solo quiero estar contigo y nadie más, pero no pensé que significaba tanto para tí, ¿eso quiere decir que estas enamorado de mi?, quiero saber ya papí.
 
Padre: Gracias a Dios, nunca me había sentido así de mal, estaba que me reventaba por dentro, no quiero volver a sentir algo así mi niña hermosa, pero como estamos diciéndonos las verdades, con el perdón de Claudia, si, me dí cuenta que estoy perdidamente enamorado de tí Marcela y eso me atemoriza, no sabes cuanta angustia sentí cuando pensé que estuviste con él. 
 
Claudia: Papi tranquilo, tu sabes que yo solo quiero que hagamos el amor, no me importa que estés con mi hermana y mi mamá, yo no siento amor como Marcela, no estoy enamorada de tí, solo quiero que Marcela me deja estar contigo cuando ella quiera, no quiero que peleen por mi culpa papi.
 
Marcela: Papi, me hace muy feliz saber que estás enamorado de mi, porque yo si estoy enamorada de tí, por eso me dolió que estuvieras con Claudia y quisiera que solo estuvieras solo conmigo, ni con mi mamá ni con Claudia, solo conmigo, yo siento muchos celos de mi mamá cuando te abraza y te besa delante de nosotras y qué decir cuando me doy cuenta que hacen el amor los dos, he llorado algunas veces, quiero que lo sepas, me voy para mi cuarto y lloró mucho papi, no quiero compartirte con nadie, ahora entiendes porque estaba molesta y triste contigo, por eso dije esas cosas.
 
Padre: Creo que los dos nos estamos haciendo daño, entiendes porque es tan difícil mi situación, ya no amo a tu mamá y cuando hacemos el amor, estoy pensando en tí, porque estás presente y por eso ella me dijo que si era que tenía otra mujer, porque he cambiado mucho con ella, todo se está complicando y ahora con lo que me dices, me dejas todavía más preocupado, no es justo para tí que estes sufriendo por mi culpa, pero a la vez, me hace feliz saber que me amas, pero no podemos irnos los dos, debemos seguir, es nuestra realidad mi niña hermosa.
 
Claudia: Tan lindo los dos, no sabía que se amaban, hermanita te prometo que ya no le diré a mi papi que quiero hacer el amor, no quiero que llores por eso, él será solo tuyo, te lo prometo.
 
Marcela: Gracias hermanita, no te preocupes y gracias a tí papí por confesarme que me amabas, ahora si deseo estar contigo más tiempo y Claudia nos ayudará, mi mamá llega mañana, por eso quiero que esta noche nos quedemos los dos en tu cuarto, ¿podemos papi?
 
Padre: Gracias Claudia por entender y por supuesto que si quiero que pasemos nuestra noche, será nuestra noche.
 
Por un momento todos quedamos en silencio, todo estaba dicho, nos habíamos confesado nuestro amor y Claudia no sería un problema ahora, sería nuestra cómplice, nuestra guardiana. De pronto Marcela interrumpió otra vez.
 
Marcela: Sabes papi, la hermana de Lucia me pregunto si alguna vez tu me habías tocado, insinuado algo o si me habías pedido que tuviéramos relaciones, le dije que no, pero le pregunte porque y sabes lo que respondió.
 
Padre: No imagino, que te dijo.
 
 
 
Sigue… VI.
Cogida por viejos, a la puta le gusta. Pt. 3
Cogida por viejos, a la puta le gusta. Pt. 1

Nadie le ha dado "Me Gusta". ¡Sé el primero!