Fernanda parte 1

 Soy un hombre de 43 años, toda mi vida he sido muy caliente y siempre me han gustado las jóvenes, me acabo de enterar no hace mucho tiempo,que una novia que tuve hace unos quince años tuvo una hija mía y que estaba en la edad de la rebeldía y ya no la podía controlar, mi ex pareja también me confesó que mi hija había tenido tres novios y que al menos ella estaba enterada de que ya había cogido con dos de sus novios, la verdad esto me llamó mucho la atención y me dieron muchas ganas de conocerla, nunca imaginé todas las cosas que mi hija me provocaría.

Su madre le organizó una fiesta en una alberca porque acababan de terminar  un grado escolar y me dijo que podía verla ahí, entonces fui y cuando llegué había un montón de chamacas  bailando, había varias colitas muy buenas ahí y entonces ví a una señorita bailando con un mini bikini de color negro meneando sus hermosas caderas y me excitó mucho.

Todavía no sabía que aquella hermosura que se movía tan delicioso era mi hija pero cuando su madre la llamó y se acercó, no pude evitar mirar la hendidura bien marcada de su hermoso vizcochito, mis ojos casi se me salieron, Fernanda él es tu papá, ella me miró con una sonrisa y me dijo Hola papi, me abrazó del cuello y yo rodeé su cintura con mis brazos y la repegué contra mi cuerpo me dijo que le hice muchas cosquillas.

Le dije que nos sentáramos para que pudiéramos platicar a gusto y me dijo que sí, entonces me senté y en eso una amiga le habló y ella se volteó para hablar con su amiga y me puso casi en la cara sus hermosas nalgas, inmediatamente volteé a los alrededores para ver que nadie me estuviera viendo para después clavar mi mirada en medio de su hermoso trasero, tenía las nalgas rositas de en medio, recorrí todo su cuerpo con mi mirada desde los pies hasta su espalda y me di cuenta que me estaba viendo de reojo con una ceja muy levantada como  sorprendida y coqueta, luego se volteó de manera repentina y se me quedó viendo con sus pupilas totalmente dilatadas tratando de disimular una sonrisa en su boca y me dijo me puedo ir a bañar primero papi y luego platicamos y yo le dije que sí y me dijo ok gracias entonces me paré y la volví a abrazar antes de que se fuera y miré por arriba de sus hombros su espalda y lo abultado de su enorme pedorro, luego nos miramos otra vez y nos reímos, se dió la vuelta y se fue caminando con su amiga meneando las caderas, pero mirándome de reojo mientras se alejaba, seguí cada movimiento de ella con la mirada sin apartar ni un segundo la vista del apretado pavoneo de sus nalgas.

Cuando llegó a la orilla de la alberca volteó y vio que todavía la estaba mirando, se sorprendió mucho y levantó una ceja y abrió un poco la boca luego se sonrió y se aventó al agua, para ese entonces yo ya tenía la verga bien parada, se puso a platicar con su amiga dentro de la piscina y a cada rato volteaba a verme de manera muy ansiosa y repetida, cada vez que nuestras miradas coincidían se sonreía y se ponía muy inquieta.

Luego se empezó a subir a un trampolín y justo antes de  aventarse al agua volteaba a mirarme y se sonreía conmigo muy inquieta incluso se comportaba de manera torpe y se reía sin ningún motivo aparente, era bastante obvio que la mirada de un hombre mayor la inquietaba enormemente y de algo estaba seguro, ella podrá haber cogido con sus dos novios pero esos chamacos no la hicieron sentir cómo lo haría un hombre con más experiencia y creo que el hecho de sentir mi mirada excitada sobre su cuerpo siendo yo su papá, hacía que éste sentimiento raro y oscuro le llamara tanto la atención.

Ese día tuve la fantasía más depravada y los pensamientos más eróticos que un hombre puede tener al mirar a una jovencita, comencé a imaginarme los escenarios y las cosas más calientes que estaba decidido a enseñarle en privado, así que decidí ganarme su confianza convirtiéndome en el papá más amoroso y cariñoso del mundo y cómo debe de ser, le iba a enseñar a ser tratada como princesa en el lugar más importante, en la cama.

Continuará……